Una vez más, Usamaru Furuya lo ha conseguido. Gracias a ese maravilloso poder que posee, trascendiendo los planos de lo físico y con una gran carga expresiva y oscura, el autor atrapa al lector en cada una de sus páginas desde el primer momento. El sensei, ya conocido en estas tierras, vuelve a sacar más de una lágrima con su obra más reciente aquí, Genkaku Picasso. Una obra sin duda más diferente de otras ya publicadas, pero que mantiene su sello más reconocible y que no dejará indiferentes a los que disfrutáis leyendo las obras de este mangaka.
Genkaku Picasso es un manga de tres tomos de Usamaru Furuya, considerado como una de las pocas obras consideradas shônen de este autor y la única publicada en la revista de manga Jump Square de Shueisha. Esta fue recopilada por la editorial japonesa en en tomos tankoubon entre los años 2009 y 2010. La obra se encuentra publicada al completo en España de la mano de Milky Way Ediciones desde el pasado año 2020.
Sumergiéndose en el arte
Juntar el nombre de Furuya con las palabras “shônen típico” podrían no tener ningún sentido, pero en este caso podrían no ser tan antónimas como parecen. A continuación explicaré en detalle el por qué.
Hikari Hamura es un estudiante de 16 años que comienza a ser llamado como Picasso por su compañera Chiaki por su habilidad con el dibujo y una coincidencia con su nombre. Un día, Chiaki y Picasso dibujan juntos en la orilla del río y sufren un terrible accidente. Él sobrevive, pero ella desgraciadamente no. No obstante, esta aparece de nuevo en forma de hada y le advierte a su compañero que debe utilizar su talento para ayudar a los demás, de lo contrario, su cuerpo se irá pudriendo poco a poco hasta la muerte.
Así pues, el Picasso que sobrevive al accidente cuenta con un nuevo poder. Puede ver el interior de las personas a través de sus dibujos y esta será la clave para comenzar a ayudarles. Cada personaje que es ayudado por Picasso, siente un apego por él y comienzan a entablar una amistad, creando así su propio círculo de amigos sin siquiera proponérselo, pues siempre había sido un personaje introvertido y solitario. De hecho, muchos a su alrededor lo tienen por “el rarito” de la clase.
Furuya-sensei se adapta un poco al estilo de manga de la Jump con Genkaku Picasso, y aunque le han dejado mantener su estilo más puro, estamos sin duda ante la obra más shônen del autor que he leído. La idea de un protagonista que adquiere un poder tras un desastre y lo utiliza para ir ayudando a los demás, creando su propio grupo de amigos es un estereotipo muy de la demografía shônen. La serie se desarrolla en capítulos autoconclusivos en el que Picasso ayuda a sus compañeros de clase con sus problemas a través del dibujo. En algunos capítulos he tenido la sensación de que algunos conflictos se resolvían demasiado rápido para mi gusto, pero no es algo que reste calidad a la historia.
No obstante, es cierto que para nada podemos decir “típico” si hablamos de Furuya. Por su puesto la serie tiene ese toque trágico y oscuro tan característico del autor. No solo porque la historia comienza con un terrible accidente, sino porque a lo largo de los capítulos, dentro de los propios dibujos de Picasso, realmente estamos viendo a nuestro Furuya. La carga expresiva, la sutileza de cada detalle y la increíble imaginación para crear momentos surrealistas, pero realistas a la vez. La visión que da de aquellos adolescentes japoneses son un claro reflejo de los adolescentes de la sociedad nipona real. Inseguridades, encerrarse en uno mismo, traumas de la infancia… Todos estos aspectos son tratados por el autor de una forma más shônen que nunca, pero tan Furuya como siempre.
Picasso, Leonardo da Vinci y mucho más
Genkaku Picasso no es un manga que hable sobre arte en sí. Los nombres relacionados con el mundo del arte y que se repetirán a lo largo de la obra son Picasso y Leonardo da Vinci. No obstante, esto se hace como meras referencias. Hikari es un gran aficionado de Leonardo da Vinci y lo menciona en varias ocasiones, pero lo que realmente trata de contar esta historia es cómo nuestro protagonista rebusca en el interior de los demás a través de su impecable dibujo. El arte es una vía de escape y de socorro para aquellos que necesitan su ayuda.
Gracias a los dibujos que realiza Picasso podemos conocer no solo a su protagonista, sino al resto de personajes. Con personalidades muy variadas, van congeniando a la perfección como equipo y como amigos. Y es que todos estos personajes, con diferentes problemas, tienen un importante nexo en común: Picasso.
Por otro lado, el personaje principal femenino, Chiaki, es el perfecto contrapunto de Picasso. Esta es positiva, risueña y sociable, todo lo contrario a Picasso, que es introvertido y solitario. Parece ser que Chiaki tiene algún sentimiento hacia el protagonista, por lo que procura acompañarle a todos sitios para que no esté solo. Y a este, aunque parezca que a veces le desagrada su compañía, realmente no lo siente así. Furuya sabe transmitir esta sensación de amistad eterna nada más abrir el primer tomo, relación que se va afianzando con cada página.
Una obra de arte en sí mismo
Puede que esta obra no se centre tanto en historia del arte como pensé en un principio, pero tampoco le hace falta. Estamos igualmente ante una obra de arte en sí misma. Cualquiera que haya tenido delante alguna obra de Furuya en sus manos sabe que está ante un autor que maneja de forma magistral la expresión y cuenta con un diseño de personajes realmente bonito. Los personajes que deben ser bellos se hace bien explícito con rostros apolíneos y cuerpos estilizados, contrapuestos a aquellos que deben mostrar una apariencia más “dejada”, en los que influye mucho el aspecto de sus ojos o del pelo.
No obstante, el trato magistral del dibujo se lo llevan los dibujos de Picasso. Como si realmente acabaran de seguir dibujados en un bloc de dibujo con tan solo un lápiz 2B. Mimosamente cuidados, sin duda cada detalle y cada personaje ofrecen un mundo nuevo capaz de sumergir al propio lector dentro de cada dibujo.
Usamaru Furuya
Usamaru Furuya es un mangaka nacido en Tokio el 25 de enero de 1968. Se graduó en la Universidad de Arte de Tama, una de las universidades privadas más prestigiosas de Japón. Con una trayectoria profesional poco usual, comenzó como escultor y acabó convirtiéndose en profesor de arte en un instituto japonés. No obstante, sus primeros pasos en el mundo del manga llegaron en su infancia, momento en que asistió a un curso del mismísimo Osamu Tezuka. Desde entonces, Furuya siguió trabajando en el mundo del manga, consiguiendo desarrollar su propio estilo. Debutó en 1994 en la revista Garo con la serie Palepoli, obra que le otorgaría suficiente éxito para continuar como profesional del manga. A partir de este momento ha ido publicando varias obras no muy extensas, pero de gran calidad.
En 2001 Furuya publicó La música de Marie, serie dos volúmenes que posteriormente fueron recopilados en un único tomo, edición que es la que terminó por llegar a España a finales de 2016 por Milky Way Ediciones. Poco después, el autor fue publicando más obras que calaron más allá de Japón. Ejemplo de ello es El club del suicidio, publicada en 2002 y editada también en nuestro país por la editorial asturiana en 2015.
Varios años después, durante el 2006, publicó otros tres títulos conocidos por el lector español. Una de ellas fue Hikari Club, la cual destaca por la marcada influencia que presenta de Suehiro Maruo. Esta fue, además, la primera de sus obras en publicarse en España de la mano de EDT. Posteriormente, Dolmen Editorial y, luego la misma EDT, licenciaron 51 maneras de proteger a tu novia, una obra de cinco volúmenes que no llegó a ser publicada. No obstante, la serie consiguió publicarse en España al completo por Ponent Mon, así como también lo hizo con Autasasinofilia, una obra de dos tomos recopilatorios.
Hacia el año 2006, Furuya también publicó Happines, un recopilatorio de sus historias cortas más significativas, publicada esta en España por Milky Way Ediciones a finales de 2015.
Por su parte, ECC Ediciones también cuenta en su catálogo con una obra del autor. Se trata de La cruzada de los Inocentes, una serie de tres tomos que reinterpreta la Cruzada de los niños de 1212.
Por otro lado, Usamaru Furuya recién acaba de publicar al completo la obra Amane Gymnasium. La serie consta de un total de siete volúmenes y narra la historia de Amane Miyakata, una fabricante de muñecas que creó siete muñecas masculinas. Este drama sobrenatural comenzó a publicarse en 2017 para la revista Morning Two de Kodansha y actualmente se encuentra en producción una adaptación a live-action.
Para finalizar, aunque principalmente destaca como mangaka, Furuya también aprovechó su talento para trabajar en otros ámbitos, como por ejemplo, ilustrador en varios filmes, así como personaje extra.
La edición
Milky Way Ediciones ha publicado Genkaku Picasso en una edición de formato tankoubon, en tapa blanda y con sobrecubierta. Cada tomo cuenta con unas 250 páginas aproximadamente, por lo que cada tomo adquiere un grosor consistente para ser el formato tankoubon.
La editorial también añade al principio de cada tomo un desplegable con una ilustración a color que normalmente desarrolla una situación cómica de la historia. Además, como suele ser habitual al hacer la compra online, la editorial incluye en cada tomo un marcapáginas de regalo con la misma ilustración de la portada.
Por otro lado, las ilustraciones de portada y sobrecubierta simulan ser dibujos realizados en una libreta o bloc de dibujo. Al levantar la sobrecubierta se pueden encontrar las sorpresas que se esconden bajo esta. Estos son pequeños detalles que la editorial también ha tenido en cuenta, que hacen de esta edición sencilla una maravilla a la altura de la obra. Y todo ello por el precio habitual de 8,00€.
Conclusión
Poco más me queda por decir ya que no haya dicho. No obstante, como resumen, resaltar que esta es una de las obras de Furuya “más suaves”. Se podría decir que es la más comercial de todas las obras del autor. Según iba leyendo Genkaku Picasso pensaba: “qué shônen es esta serie de Furuya”, ¡y lo es! Pero eso no la hace menos interesante para los que somos seguidores del autor. Al contrario, impresiona aún más ver como, aún atendiendo las pautas de una revista shônen, seguimos teniendo el sello Furuya, con situaciones trágicas y que ahondan en los problemas más oscuros de los jóvenes japoneses de la sociedad actual.
Una increíble historia que te arranca tantas risas como lágrimas. Acompañada de un precioso dibujo, que esta vez no solo viene de la mano de Furuya, sino también de “Picasso”. El dibujo del protagonista no solo lo sumerge a él para investigar los problemas de los demás, sino que te atrapará a ti desde la primera página y no podrás salir de su lectura hasta que resuelvas cada problema de cada uno de los personajes.
Lo mejor
- Vemos un Furuya algo diferente, pero manteniendo su estilo en todo momento.
- Es posible empatizar con cada personaje, todos con una personalidad perfectamente tratada y muy variopinta.
Lo peor
- Por dar un punto negativo y que a mi me ha gustado algo menos, es que algunos capítulos se desarrollan y resuelven demasiado rápido. Sensación de ir al grano en pocas páginas.
Genkaku Picasso
Editorial: Milky Way Ediciones
Formato: Tomo (115x170) rústica con sobrecubierta y tapa blanda
Tomos: 3 (Finalizada)
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