En 1998, al borde del nuevo milenio, los cines se estremecieron con una película que puso bruscamente en el panorama internacional al casi desconocido cine de terror japonés: Ringu, de Hideo Nakata. Tras la estela de este filme y de Sadako, su temible y fascinante protagonista de ultratumba, una auténtica avalancha de historias de fantasmas nipones sacudió la escena cinematográfica mundial. Un ejército evanescente de espectros, fantasmas y aparecidos llegó del lejano oriente para renovar el género y perturbar nuestros sueños. ¿Preparados para sentir miedo?
Fantasmas de carne y hueso
La editorial Satori, de la mano de Rafael Malpartida, profesor titular de la Universidad de Málaga y especialista en humanismo del siglo XVI y en relaciones entre cine y literatura, nos propone una obra con la que hacernos entender el porqué de la fascinación que causan los fantasmas japoneses. Una obra que se adentra en los clásicos sobre fantasmas gato, venganzas desde el más allá y amores imposibles entre vivos y muertos, y que llega hasta los grandes hitos modernos como Dark Water, Ju-On y las propuestas de Kiyoshi Kurasawa (Kairo, Cure…), para demostrar que todas ellas tienen algo en común.
Sean mejores o peores, sean de los años cincuenta o actuales, todas estas películas manejan un sentimiento de proximidad y confusión entre el reino de los muertos y la realidad de los vivos que las dota de credibilidad sin necesidad de recurrir a los elaborados efectos especiales de los que hace alarde el cine occidental. Pues aunque el género de terror de fantasmas ha ido evolucionando a lo largo de los años, el cine contemporáneo japonés no ha dejado de lado en ningún momento ni los temas ni las narrativas más clásicas. Si a caso, ha modernizado su forma de rodar y ha adaptado a la sociedad moderna los temas que se trataban en los viejos kaidan eiga (cine de fantasmas y espíritus). Esto es interesante porque pone de manifiesto que, por mucho que avance una sociedad, sus miedos primarios, los más animales, siguen siendo los mismos.
Con estas premisas se presenta este ensayo sobre el cine de fantasmas japonés. Uno de los pocos libro que documenta el j-horror pese a la gran influencia que han ejercido sus películas en los metrajes occidentales. Lo hace centrándose en tres mitos clásicos: los gatos, el espectro de Oiwa y la criatura de la nieve; y en el trabajo de tres directores modernos: Hideo Nakata, Takashi Shimizu y Kiyoshi Kurosawa.
El cine de terror no se inventó ayer
La sección de clásicos es una herramienta perfecta de inmersión en el universo que propone Malpartida. No sólo en los títulos clásicos del cine japonés de terror, sino en la cultura y simbologías niponas que sigue utilizando el cine contemporáneo. Este es el punto en el que mejor encaja esta obra dentro del catálogo de la editorial Satori. Pues, no sólo nos acerca a la cultura japonesa, sino que tiende puentes para entenderla mediante comparaciones con la cultura occidental.
En esta sección no son pocos los filmes occidentales mencionados con el objetivo de hacer entender las diferentes perspectivas de un mismo miedo. A veces resulta abrumadora la cantidad de referencias que maneja el autor pero, al fin y al cabo, ¿qué sería de un ensayo sobre cine sin una nutrida base de datos?
Sin embargo, el gran pero de este ensayo no es adolecer de muchas referencias, sino tener que parar la lectura para ver alguno de los films reseñados y no encontrarse con que se nos ha destripado algún giro de guión. Si bien es cierto que pocos de los que se adentren en la lectura del libro no habrán visto gran parte de estas películas. Ya que, por si no había quedado claro, esta es una obra dirigida a un público con conocimientos de j-horror que quiere ampliar sus horizontes.
La reinvención del j-horror
La segunda parte del libro resulta muy interesante porque aporta datos sorprendentes sobre algunas de las películas de tres de los maestros del cine de terror japonés moderno. A modo de ejemplo, los fans de The Ring encontrarán una comparación de la película de Nakata con la novela de Suzuki, el a veces conocido como el Stephen King japonés. Por no mencionar la interesante comparativa de planos que se hace entre las versiones japonesa, coreana y americana de la historia de Sadako.
En lo que se refiere a la sección del autor de La maldición, comentar que puede no resultar tan interesante como la del de The Ring debido a su limitado número de páginas. Por suerte el autor nos recupera con una detallada sección de Kiyoshi Kurosawa, que sin duda pone de manifiesto su gran interés por este autor menos conocido en occidente.
Sin embargo, el gran pero de esta sección se encuentra al final de la misma. Después de ilustrarnos todo el libro con imágenes en blanco y negro y sin diferenciarlos como una sección diferente, de repente se incluyen fotogramas a color y carteles de algunas de las películas que se analizan en la sección. Lo cual hace preguntarse el porqué se ha hecho esta elección editorial en lugar de incluir estas imágenes repartidas entre las diferentes secciones del libro, substituyendo todas las imágenes en blanco y negro por estas a color.
Conclusión
Espectros de cine en Japón es una obra dirigida a un público muy específico y especializado. Más cercano al cinéfilo que al amante de la cultura japonesa. Pues si bien se realizan paralelismos entre cultura oriental y occidental, se centra más en exponer técnicas narrativas y en analizar la representación del miedo en el cine japonés.
No obstante, este título es un agradable paseo por el terror japonés desde principios de los años cincuenta, sembrado de curiosidades sobre los filmes más destacados del j-horror y que se presenta como una suculenta fuente de títulos japoneses a visionar. Una base de datos que se complementa con un glosario con más de 70 títulos con los que enriquecer el imaginario fantasmagórico del lector y entender un poco más los orígenes del terror nipón y su representación en la gran pantalla.
Lo mejor
- Infinidad de referencias cinematográficas.
- Prosa fluida y cercana.
- El diccionario de películas.
- Uno de los pocos libros que hablan de j-horror en español.
Lo peor
- Un ensayo sólo para amantes del j-horror.
- Sólo una sección del libro tiene imágenes a color.
- Requiere haber visionado muchas películas para disfrutar de su lectura.
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