Si te consideras un gatoadicto, seguro que sabes de la existencia de la isla de Aoshima, esa pequeña isleta, ubicada al sur de Japón, que es única en su especie, pues tiene la particularidad de que está habitada mayormente por gatos. En concreto, por sus tierras pululan más de un centenar de felinos y son los reyes del lugar, en contraposición a la veintena de personas que la habitan, por lo que tenemos claro que es el oasis de todo aquel que adore ver gatetes.
Aunque estamos a años luz de poder tener un pedacito de ese cielo cerca de casa, la felicidad no está reñida con vivir acompañados de felinos. Y sino, que se lo digan a los protagonistas de Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura, quienes se pasan el día llenos de pelos de gatos al convivir con cinco de ellos.
Bienvenidos a Kamakura
La familia Katagiri acaba de llegar a Kamakura para empezar una nueva vida, pero se trata de una prole bastante curiosa: por una parte, la encabezan los recién casados (y humanos) Ryô y Mihoko, quienes se conocieron en el trabajo y, tras surgir entre ellos la chispa del amor, ahora emprenden con ilusión su vida en pareja; por otra, sus particulares niños mimados, sus cinco gatos: Hatsu, Giara, Mino, Yukke y Sanchu.
Este interesante grupo formado por siete miembros ha abandonado la ciudad para mudarse a la campestre Kamakura y mientras se habitúan al ambiente y a vivir en una casa en medio del bosque, también han de aprender a compartir y a ceder. Para los mininos no será fácil volver a conquistar el territorio y llegarán a pelearse por el mejor rincón para dormir e incluso se perderán en el exterior, pero para los dos humanos que inician una vida en común, tampoco tendrán un camino de rosas al descubrir los entresijos de vivir juntos. No obstante, con ilusión y paciencia, todos disfrutarán de Kamakura.
Neko to futari no Kamakura no techou, en su título original, es un seinen creado por Keito Yoshikawa que se publicó originalmente entre 2014 y 2017 en la Comic@Bunch, de la editorial Shinchosha, hasta finalizar en cuatro tomos recopilatorios.
Si bien es el primer manga que nos llega de la autora, cabe destacar que cuenta con una precuela, Katagiri-kun ie ni neko ga iru, que puede leerse de manera independiente. Este manga, también seinen, cuenta con siete tomos recopilatorios que se publicaron entre 2008 y 2013 en la misma Comic@Bunch. Narra la vida de soltero del protagonista masculino, Ryô, mientras convivía en su antiguo hogar con los cinco gatos mencionados y conocía a la que sería más tarde su esposa. Aunque se trate de una obra cronológica anterior a la que reseñamos, ambas se pueden leer de manera independiente, pues en una solo sabemos de la vida de soltero de éste, y en la presente, su vida en común con Mihoko. En España, nos llega el manga que actúa como secuela de la mano de Odaiba Ediciones y bajo el título de Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura. No sabemos si la editorial se animará en el futuro con la precuela.
Nosotros (y nuestros gatos) en Kamakura
¿Te parece adorable ver a un gatete en un manga? Pues prepárate para morir de amor con Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura, donde acompañamos a los siete personajes que forman la atípica familia Katagiri: por una parte, la pareja de humanos Ryô y Mihoko, y por otra, sus cinco felinos domésticos. Y es que Yoshikawa plantea una doble narrativa mediante este contraste de personalidades y razas donde nos invita a acompañar a este peculiar clan en la instalación de su nuevo hogar, donde no faltarán risas, bufidos ni abrazos. Así, y con la emblemática Kamakura de fondo, famosa por sus templos y playas, los siete estarán dispuestos a disfrutar del cambio y a crear muchos recuerdos en su nueva casa.
En primera instancia, la obra presente está protagonizada por los Katagiri, una pareja recién casada que acaba de mudarse a su nuevo hogar, en Kamakura. Tanto Ryô como Mihoko son dos jóvenes adultos que se adentran en la vida en pareja, y en este primer tomo sabemos que se conocieron en el trabajo y que, tras enamorarse y decidir casarse, se mudaron a Kamakura al ser transferido él a esta emblemática ciudad. Se trata de su primera casa y de su primera experiencia conviviendo, y aunque a ambos les une el amor y el compromiso, pronto descubren que convivir con alguien a quien amas acarrea muchas responsabilidades. Así, constatan que pueden chocar en algunas cosas, como en el orden de la casa o la priorización de ciertos quehaceres domésticos, o que es inevitable que no puedan pensar de la misma manera con algunos asuntos. Y aunque también asistimos a alguna que otra riña de enamorados que se soluciona rápidamente hablando, Yoshikawa ante todo lleva un ritmo narrativo agradable, por lo que no palpamos tensión ni desasosiego, solo la encantadora experiencia de dos personas conociéndose tras pasar por el altar.
Además, si bien la autora nos muestra a una pareja sana que arregla las situaciones hablando y expresa sus anhelos, también encontramos interesantes retazos de la idiosincrasia japonesa actual, como la educación ejemplar, el aprecio por la tradición o la represión afectiva: para empezar, Yoshikawa plantea una pareja un tanto inocente, con dos protagonistas que aún se están conociendo pese a haberse casado y demuestran sentirse a veces como dos desconocidos compartiendo techo; también, no están habituados -como muchas otras parejas asiáticas- a mostrar en público sus sentimientos, e incluso aseguran no ser afectuosos entre ellos. También, ella acepta con total naturalidad el rol de ama de casa -cuando previamente trabajaba, y en la misma empresa que él- en pos de dejar al marido llevar la carga económica del hogar, así como tener que habituarse sola en una nueva casa y pensar ya en la posible descendencia que deberían tener solo por estar casados.
No obstante, se trata de una relación que crece y fluye con amabilidad, por lo que es muy agradable de leer, a la par que es atrayente, ver retratado este cuadro costumbrista japonés en un contraste muy interesante si lo comparamos con nuestra cultura, más abierta a verbalizar emociones y necesitada de contacto físico.
Donde caben dos, caben siete
Sin embargo, Ryô y Mihoko no están solos, pues entre cajas de mudanza y muebles por montar, también están sus cinco felinos, quienes se encuentran en la tesitura de tener que volver a marcar todo el territorio y establecer de nuevo la jerarquía que tenían en la antigua casa. La artista combina de esta manera dos hilos narrativos, y mientras vamos conociendo a la pareja de casados, también tenemos la oportunidad de saber más de Hatsu, Giara, Mino, Yukke y Sanchu, los cinco gatos. Pronto descubrimos los caracteres tan diferentes que poseen y sus peculiares personalidades, como que Mino es una cascarrabias y que no soporta las travesuras de Yukke y Sanchu, los cachorros de la casa, o que Giara intenta ir de líder aunque nunca puede superar a Mino.
Cuando ellos protagonizan la escena, notamos un tono muy distinto, más dado a la comedia y al surrealismo, donde incluso la autora verbaliza los pensamientos de los felinos y les atribuye actitudes humanas. Entre ellos, viven aventuras inesperadas como el descubrir la casa nueva o sobrevivir a los truenos de una noche lluviosa, aunque también hay momentos para disfrutar de las carantoñas humanas o de una buena comida. Claro está, a veces Yoshikawa une ambos relatos, y encontramos así a humanos y gatos en la misma escena, donde interactúan y crean un ambiente más que encantador y cautivador.
Por último, el dibujo de Yoshikawa casa perfectamente con la narración, pues nos presenta un trazo muy simpático a la vista, sin demasiadas pretensiones ni elaboradas ilustraciones, que podemos considerar “mono” y bonito. La mangaka, además, ofrece un hilo narrativo muy dado a la comedia o a lo cotidiano, por lo que suele decantarse por las caricaturas para plasmar la historia, especialmente cuando se basa en el punto de vista de los félidos, a quienes humaniza y retrata con graciosas expresiones, por lo que crea, en su conjunto, una lectura muy agradable.
¿Puede haber algo mejor que un manga protagonizado por un gatete? Está claro que sí, pues a la vista está con esta nueva novedad de Odaiba Ediciones que corrobora mi teoría de que toda narrativa mejora con un gato en la trama. Y si metemos a más de uno, ya estamos ante una obra que, con solo un vistazo, merece ser leída y disfrutada, pues puede derretirnos el corazón con tantas viñetas a rebosar de tiernas escenas y preciosos mininos domésticos.
Keito Yoshikawa, una autora muy catlover
Keito Yoshikawa puede ser una autora desconocida en España, si bien lleva dedicada a la viñeta desde principio de siglo. La dibujante debutó en 2007 con la obra 24 Jikan Sunshine!, y desde entonces, posee casi una veintena de obras de lo más variadas en cuanto a temáticas y géneros, donde podemos encontrar tanto seinen como josei, además de narrativas dadas a la comedia o el costumbrismo, sin pasar por alto su clara preferencia por llenar sus mangas de gatetes. Desde su primera publicación, la mangaka ha sido muy constante con sus creaciones, y además de publicar al año siguiente Katagiri-kun Chi no Neko ga Iru, su obra más longeva hasta la fecha, con ocho tomos, también hay que destacar Neko Supe (2008), Hula Danshi! (2010), (A) Bu! – Hazakura Chuugaku Animal Bu (2012), Oneko Doushin Torimono (2012), Mozu – Soushiki Tantei no Aisatsu (2014), Shabake Manga (20014) o la obra presente, Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura (2014). Algunas de sus últimas obras son Kosodate Before After (2017), Onee to Kusoripu (2018) o Komatta Yatsura (2021), que publica actualmente.
Yoshikawa posee varias redes sociales y es bastante activa: en todas ellas habla de sus publicaciones, comenta anécdotas, comparte ilustraciones y, sobre todo, sube fotos de sus preciosos gatos.
Una edición adorable
Odaiba Ediciones vuelve a ofrecernos una edición a la altura de la lectura, y en este caso, el primer volumen de Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura es totalmente adorable y de una calidad más que palpable. La editorial presenta el tomo en una edición de tapa blanca con sobrecubierta, de 12,3 x 18,2cm; la sobrecubierta, a diferencia de otras ediciones, posee un acabado mate muy agradable al tacto, y una vez la retiramos, comprobamos que el interior del tomo posee las cubiertas en tonos rosados.
El ejemplar posee un total de 192 páginas y no ofrece ninguna página a color, si bien al final de éste hay unas páginas extras donde la autora habla de la obra y de la mencionada precuela. El tomo tiene un precio de 7,50€.
Por último, hay que destacar que la editorial, tal y como ha hecho en sus obras anteriores, ofrece con el primer tomo un producto promocional exclusivo: una postal dibujada y firmada por la propia Yoshikawa donde agradece el apoyo a los lectores españoles; dicha postal solo puede conseguirse en la web oficial de Japan Weekend Shop y se trata de una edición limitada.
Hay que visitar a los Katagiri en Kamakura
¿Buscas una lectura placentera, sin sobresaltos, que te haga morir de ternura gracias a su trama afable y sus entrañables personajes? Pues tengo claro que debes darle una oportunidad a Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura, pues todos sus ingredientes son perfectos para leer de manera distendida y apacible: una pareja recién casada que ofrece su tierna visión del matrimonio, cinco preciosos gatos que amenizan las escenas con un sinfín de aventuras felinas y la icónica Kamakura de fondo, con sus campestres paisajes y sus bucólicos escenarios retratados en infinidad de mangas. Yoshikawa ofrece la oportunidad de disfrutar de una trama sencilla pero adorable, donde lo importante no es tanto lo que te cuentan sino en el cómo, mediante un ritmo relajado que parece mecerte mientras pasas las páginas, disfrutando de cada capítulo. Así que mi veredicto es claro: aunque no sea el manga del año ni te vaya a cambiar la vida, dale una oportunidad si buscas uno costumbrista, tranquilo y pacífico. La manera en que los siete miembros de esta atípica familia han de aprender a vivir en su nueva y emblemática ciudad mientras disfrutan de la compañía y de las vistas te va a provocar más de una genuina sonrisa.
Lo mejor:
- Un manga costumbrista muy agradable de leer, sin contratiempos ni tensiones
- Ofrece dos puntos de vista para amenizar la lectura: humanos y gatos
Lo peor:
- Su ritmo narrativo puede aburrir a aquellos lectores que busquen tramas más fuertes
- No encandilará a quienes no sean de gatos
Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura
Editorial: Odaiba Ediciones
Formato: Rústica de tapa blanda con sobrecubierta
Tomos: 4 (Finalizada)
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