Gengoroh Tagame es uno de los máximos exponentes del bara, un subgénero del hentai japonés creado generalmente por y para varones homosexuales. Un género que destaca principalmente por sus protagonistas fornidos y velludos inspirados en la cultura oso dentro de la comunidad gay. Todo ello acompañado de escenas de sexo explícito y donde, en algunas ocasiones, también se observa el lado más oscuro del ser humano.
A lo largo de su carrera ha publicado multitud de historias pertenecientes a este género, en su mayoría historias cortas que, con suerte, algunas han visto la luz fuera de Japón. Muestra de ello es The Contracts of the Fall, una recopilación de historias de Tagame publicada por la editorial Bruno Gmünder en 2015. En ella, se recopilan las historias The Contracts of the Fall, Lover Boy, Pochi y Der fliegende Höllander. Las tres primeras aparecieron originalmente en la revista Badi de Pot Shuppan en 2012, posteriormente recopiladas en la obra Inaka Isha/Pochi. En cuanto a Der fliegende Höllander, se publicó en la misma revista, pero en 2010, y posteriormente publicada en Wappa Jigoku Fushi Jigoku.
En noviembre de 2021, Ediciones La Cúpula anunció estar trabajando en la edición española de la obra bajo el título Degeneración, y que salió a la venta en el mes de diciembre. Destacar que es la segunda obra del autor publicada por la editorial tras La casa de los herejes, posiblemente una de sus obras más conocidas dentro del subgénero.
Degeneración es una puerta de entrada al universo Tagame, un mundo predominado por el músculo, el sexo, la humillación y, aunque no lo parezca, el placer.
De la sumisión a la imaginación
Genryu era un conocido luchador de lucha libre que, cuando su carrera llegó a su fin, decidió abrir un restaurante. Aunque al poco tiempo se encontró con una gran deuda que no podía asumir. Hasta que un día apareció Ichie Momota quien le presta una cantidad de dinero a cambio de ser su amante. Sin embargo, desconocía la naturaleza sádica de su prestamista, algo que le abrirá las puertas a un nuevo mundo que le cambiará la vida para siempre.
Por otro lado, nos encontramos a Hoshino, un salaryman de lo más anodino y felizmente casado y con hija. Todo cambia cuando un día empieza en su trabajo Shingu, un antiguo alumno de Hoshino cuando era profesor particular. Al reaparecer en su vida, despierta en Hoshino una naturaleza sumisa, sexualmente hablando, y hasta entonces olvidada por el oficinista.
Las historias de El contrato de la degeneración y Perrito bueno, protagonizadas por Genryu y Hoshino, respectivamente, son las dos historias con las que empieza el volumen Degeneración y, posiblemente, las más interesantes y mejor trabajadas. En ambas vemos cómo dos personajes se ven empujados al mundo de BSDM homosexual (en el caso de Hoshino por segunda vez) a través del cual descubren una realidad hasta entonces olvidada.
A través de las distintas experiencias sexuales, los protagonistas van abriéndose hacia un lado que desconocían de ellos mismos. Poco a poco, todas esas pruebas a las que son sometidos, van pasando de la fina línea del castigo hacia la del placer, descubriendo algo que no sabían que les gustase o que tenían olvidado. A partir de entonces, vemos como Genryu si bien detesta todo lo que le hace Momota, ve que las relaciones con su mujer no le llenan como antes, al igual que Hoshino disfruta de todo lo que le hace Shingu.
En este sentido, ambas historias son interesantes dado que vemos un autodescubrimiento sexual por parte de los protagonistas. Sobre todo la primera historia está mucho más trabajada que la segunda, al haber un giro final y que constituye una historia más satisfactoria narrativamente. En cambio la segunda se centra más en el sexo y menos en la trama.
En el segundo bloque del tomo, nos encontramos con dos historias más variopintas y quizás menos potentes que sus predecesoras. Eclosión se desarrolla en una cárcel de máxima seguridad donde someten a los presos, llamados “larvas” en la prisión, para que eclosionen y se conviertan en “crisálidas”. Para ello, les llevan al límite a través de distintos experimentos sexuales con el objetivo de someter su naturaleza violenta.
Por si esto fuera poco, Tagame va más allá con Manimals, ambientando la historia en un oeste- fantástico, donde los humanoides en vez de caballos, montan Manimals (hombres fornidos). Con este contexto como telón de fondo, nos encontramos con una trama al puro estilo western donde una partida de póker lleva al enano protagonista al enfrentamiento con dos hermanos lobo. Por supuesto, en la historia no faltan las escenas de sexo y BSDM vistas hasta este momento.
El problema de estas historias es que al alejarlas de la realidad, no son tan interesantes que sus predecesoras. Las primeras funcionan al tener cierta base real y psicológica, que a los otras les falta. Por eso uno tiene la sensación de que el volumen va de más a menos.
Eso sí, nunca hay que olvidar que las historias tienen el BSDM de fondo. No estamos ante ninguna relación romántica, sino que el lector asiste al abuso, violación, sometimiento…, enmarcados dentro de un contexto de la cultura del BSDM y que en ningún momento busca romantizar.
Un dibujo realista y sin censura
Una cosa que no cabe duda leyendo Degeneración es la calidad del dibujo de Gengoroh Tagame. A pesar del tema tratado, y que en otras historias y géneros (como el hentai) tiende a la exageración, en esta obra nos encontramos con unos diseños realistas y proporcionados (a excepción de la última historia de corte fantástico y donde Tagame se permite dibujar unos miembros viriles más grandes).
En su mayoría, nos encontramos con cuerpos musculados y velludos dentro de la proporción anatómica humana. Este realismo también se observa en las distintas escenas sexuales, donde la proporción se mantiene y evoluciona de manera consecuente según avanza la escena sexual, así como también los cuerpos se deforman al tacto.
Ya en el acto en sí, se asisten a distintas técnicas, posturas y juegos sexuales con todo tipo de detalles. Sobre todo a nivel de objetos utilizados en el acto sexual hay un gran catálogo para someter a los protagonistas. También destacar en la historia Eclosión donde aparecen estructuras de castigo muy originales, y donde tampoco falta el cuero característico del sadomasoquismo.
Además Tagame les da un gran protagonismo en las escenas, todo acompañado de la trama justa para darle dinamismo, pero sin ocultar la escena general. Por supuesto, no hay ningún tipo de censura y algunas de las escenas son muy explícitas.
Gengoroh Tagame, entre el bara y la educación
Actualmente, Gengoroh Tagame es algo más que el máximo representante del género bara. También gracias a obras como El marido de mi hermano y Nuestros colores, trata de visibilizar al colectivo LGTBIQ+ en un país como Japón donde aún queda mucho por hacer.
Gengoroh Tagame nació el 3 de febrero de 1964 en el seno de una familia de ascendencia samurái. En varias entrevistas, confesó que desde muy pequeño se sintió atraído por películas occidentales donde se mostraban torsos masculinos y hombres en una actitud sumisa.
Estudió diseño gráfico en la universidad de Arte de Tama y se graduó a mediados de los 80. No obstante, por esta época ya empezó a publicar ilustraciones bajo el seudónimo de Gengoroh Tagame en distintas revistas de temática homosexual de Japón. Se graduó en 1982 y empezó a trabajar como director de arte en anuncios.
Por esta época, realizó un viaje por Europa y donde, entre otras cosas, descubrió revistas hardcore y de temática BSDM como Drummer. En ella vio ilustraciones de Billy Ward que le causaron una fuerte impresión, así como de Tom of Finland. No solo porque algunas de las escenas le recordaban al arte erótico japonés, sino también por la presencia de modelos musculados y con barba, algo que nunca había visto en Japón.
Tras este viaje a Europa, regresó a Japón y debutó en 1995 en la revista G-Men. Aquí puso en práctica su nuevo concepto con personajes fornidos, con vello facial y actitud seria y desafiante. Quería que sus personajes impusieran a los lectores dado que estos iban a descubrirles el lado más oscuro del ser humano.
Durante esa primera etapa, Gengoroh Tagame publicó en revistas de temática gay y erótica como la mencionada G-Men, así como Sabu o SM-Z. Entre las obras de esta etapa destacan Shirogame no Hana, Naburi mono, Pride y Gedo no Ie, entre otras, siendo esta última una de sus obras más representativas. Publicada en la revista Badi de Terra Shuppan en 1999, Torazoo, un fracasado ex combatiente y tercer hijo de los Takano, acaba de contraer matrimonio con Hagino, la heredera de los Horikawa. Sin embargo, lo que desconoce Torazoo es que será sometido a todo tipo de sumisiones por parte de la familia que pondrán a prueba su fortaleza física y mental.
Entrando en la década de 2010, el autor entra en una segunda etapa poniendo su arte al servicio de la comunidad LGTBI+. En 2014, empezó a publicar Otouto no Otto en las páginas de la Gekkan Action de Futabasha en noviembre de 2014, finalizando en mayo de 2017 con cuatro volúmenes recopilatorios. El éxito de la obra fue abrumador, tanto dentro como fuera de Japón. El premio a la excelencia del Festival de Arte de Japón y de los Nihon Mangaka Kyōkai Shō, nominado al premio a Mejor cómic en el 44º Festival internacional de Angoulême, ganador del premio Eisner en 2018 dentro de la categoría Mejor edición americana de una obra asiática… Incluso se produjo con una miniserie live-action en NHK en 2018 y que contó con tres episodios.
La obra tiene como protagonista a Yaichi Origuchi, padre divorciado que vive con su hija Kana. Un día recibe la visita de un corpulento canadiense llamado Mike, el viudo de su hermano Yaichi. Este había emigrado a Canadá hace diez años donde contrajo matrimonio gracias a los derechos y libertades del colectivo en el país americano. Tras el fallecimiento de su marido, Mike visita Japón para conocer el país de origen de su difunta pareja con la ayuda de su cuñado. Sin embargo, pronto se dará cuenta de la diferencia entre ambos mundos.
Tras este éxito, y siguiendo la estela de Otouto no Otto, en 2018 empezó a publicar en la misma revista Bokura no Shikisai, finalizada con tres volúmenes recopilatorios. El manga sigue la misma línea que su predecesora, donde el protagonista no se atreve a confesarse a su persona amada al ser un chico. Sin embargo, un hombre de mediana edad que regenta una cafetería le hará cambiar su forma de pensar.
Por suerte, poco a poco van llegando más obras del autor a España. Actualmente, Ediciones La Cúpula, además de Degeneración, también publicó Gedo no Ie, traducido como La casa de los herejes. Por su parte, Panini Comics tiene en su catálogo Otouto no Otto y Bokura no Shikisai, traducidos como El marido de mi hermano y Nuestros colores, respectivamente.
La edición
Ediciones La Cúpula ha editado la obra en un formato A5 (15,1x 21 cm) en rústica tapa blanda con solapas y sin sobrecubierta. Aunque la obra parte de la edición alemana The Contracts of the Fall de la editorial Bruno Gmünder, tiene una portada original con una ilustración de la historia Manimals.
Otro de los detalles criticables de la portada es el aviso de contenido explícito que, en vez de estar pegado, está incluido en el diseño de portada. Teniendo en cuenta el contenido de la obra, no está de más estos avisos. Pero resulta excesivo incluirlo en el propio diseño, cuando es habitual que sea una pegatina.
Una vez dentro del tomo, nos encontramos con un papel con buen gramaje y una maquetación correcta. Aunque es cierto que en algunas páginas se puede ver el conocido moiré. En cuanto a la traducción, a excepción de algunos términos sacados del catalán a modo de errata, resulta correcta.
Al final del tomo, se incluyen dos páginas a color de los protagonistas de la historia El contrato de la degeneración a todo color y que siempre es de agradecer.
En general el tomo tiene un precio de 20,50€, quizás un poco más elevado de lo habitual para una obra de este formato y que quizás eche para atrás a más de uno.
Conclusión
Degeneración es algo más que una simple puerta de entrada al mundo del bara. Al menos sus dos primeras historias, recoge una auténtica lucha entre mente y cuerpo canalizada a través del BSDM.
No obstante, según uno avanza en la lectura, se percibe que el tomo va de más a menos. Quizás otras historias que siguieran la vertiente más realista y psicológica de la historia que da nombre al tomo podía haber ofrecido un resultado final más satisfactorio y redondo.
Lo que sin duda es una delicia es el dibujo de Gengoroh Tagame. Un estilo realista, conocedor de la anatomía humana que captura a la perfección las distintas escenas sexuales, con todo lujo de detalles y sin censura.
Así que si tenéis curiosidad por el género y por su autor, os animo a darle una oportunidad. Aunque es cierto que seguramente no sea la mejor de sus obras. No obstante, es una buena noticia la llegada de este tipo de obras, orientadas a un público más específico y que representan la naturaleza diversa de nuestro mercado del manga actual.
Lo mejor
- El dibujo de Gengoroh Tagame.
Lo peor
- A pesar del interesante inicio, el tomo va de más a menos.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS