Uno de los shojôs más pedidos por el público desembarca por fin en nuestras librerías. Yona, princesa del amanecer (Akatsuki no yona) llega como una de las grandes apuestas editoriales del año, esperando crear una nueva y potente base de lectoras que por fin reaviven tan olvidado género en nuestras estanterías.
Una princesa apocada a la tragedia
Yona es la princesa del reino de Koka. A sus 16 años siempre ha vivido en la comodidad de su palacio, siendo mimada y cuidada con celo por su amado padre, el rey. Sus mayores preocupaciones pasan por desenredar su rebelde cabellera pelirroja y ganarse el afecto de su primo mayor Soo-won.
Ajena a las intrigas de palacio, la princesa pasa sus días sin mayores contratiempos bajo la atenta mirada de Son Hak, su protector y jefe del clan del viento, uno de los cinco clanes que gobiernan el reino.
Pero todo lo que creía seguro se ve truncado cuando una noche la princesa acude a la habitación de su padre para rogarle que Soo-won se case con ella. Es allí donde presencia un crimen imposible: su amado primo Soo-won asesina a su padre con la colaboración de los guardias de palacio. A Yona no le queda más remedio que huir sin rumbo escoltada por Son Hak.
Es a partir de este momento cuando comienzan a forjarse las bases argumentales, que llevarán a Yona por un crecimiento personal como pocos personajes han visto, reclutando amigos, cruzándose con enemigos y demostrando un indómito carácter guerrero que la hará luchar por regresar a palacio y reclamar lo que es suyo por derecho: el trono del reino que su primo Soo-won le ha usurpado.
Un argumento que no nos es desconocido, pues «el viaje del héroe» es el esquema de multitud de mangas, libros y series de ficción.
Sin embargo, si hay que comparar Akatsuki no Yona con algún otro manga no podemos dejar de ver la multitud de detalles que comparte, por ejemplo, con Fushigui Yugi. Aquí la heroína irá madurando a través de su viaje, reclutando poderosos aliados y, finalmente, enfrentándose a sus enemigos en una batalla en la que no sólo se juega su futuro, sino también se definirá a sí misma y su forma de entender el amor.
Un manga de fantasía que navega entre las tradiciones coreanas, chinas y japonesas, creando un mundo cuyos vestuarios y ambientes orientales encandilan al lector. Todo ello aderezado con chicos guapos, tensión amorosa a raudales (Hak es tan sexy que puede provocar paros cardíacos) y una protagonista que nos irá conquistando poco a poco.
El manga
Akatsuki no yona está dibujado con cariño, algo que salta a la vista nada más abrir sus páginas. Su autora, lejos de ser una virtuosa, sabe explotar a la perfección los intrincados estándares del género para crear una historia de aventuras, acción y romance como hace tiempo no vemos en nuestro país.
Lo mejor de su dibujo son sus personajes, con elementos muy característicos que los distancian de los moldes estereotipados de otros shojo manga.
Las expresiones faciales están llenas de gran emotividad que reflejan a la perfección y casi sin necesidad de diálogo el conflicto interno que experimentan en cada momento. Las viñetas tienen una distribución armónica y la narrativa es rápida.
En conclusión, se trata de un producto de alta calidad que cumpliendo los con cánones mínimos del género toma cierta distancia respecto a las obras estándar a las que estamos acostumbrados en el mercado español, sembrando la base para la aparición de nuevos shojos de serie abierta.
Además, vale la pena destacar el trabajo de inventiva que la autora y sus ayudantes hacen en la creación de todo un mundo fantástico de corte oriental, encontrando detalles que beben de la cultura coreana entremezclándose y dando color a todo el trasfondo.
Actualmente cuenta con 25 volúmenes y sigue publicándose en las páginas de la revista Hana to Yume.
El anime
Pero lo que hizo sin duda mundialmente famoso a Akatsuki no yona fue su adaptación al anime. Con un total de 24 episodios y manteniéndose muy fiel al manga.
Su opening donde priman los instrumentos de cuerda y de viento, posee un predominante ambiente melancólico acorde al tono de los primeros capítulos.
La adaptación animada llevada a cabo por el estudio Pierrot (Naruto, Tokyo Ghoul, Bleach) solo llegó hasta los primeros volúmenes del manga, quedando tristemente inconcluso y sin expectativas de nuevas temporadas. Bien es cierto que años más tarde se lanzaron un par de OVAS que continúan con el argumento, pero mucho nos tememos que esta será una de esas series que jamás veremos animadas en su totalidad.
Para los que entiendan japonés, sí que existen una serie de cd-dramas muy interesantes.
El éxito de Yona llevó incluso a una versión teatral de sus aventuras.
La autora
Mizuho Kusanagi no había cosechado grandes éxitos hasta el momento. Su debut se produjo en el año 2003 dentro de las páginas de la revista shojô Hana to Yume con el manga de dos volúmenes Yoiko no Kokoroe. Después vinieron unos cuantos mangas cortos de bajo calado, como NG Life con repercusión cuestionable, hasta que en 2009 dio con la clave del éxito.
Akatsuki no yona es, de momento, su buque insignia y el manga por el que salió a relucir en la escena internacional. Actualmente sigue inmersa en la conclusión de la obra, llegando incluso a sacar tiempo para publicar pequeños one-shots e incluso una novela corta en 2015 dentro del universo de Akatsuki no yona.
La edición
Norma Editorial ha realizado un maravilloso trabajo y esfuerzo, habiendo escuchado finalmente a los fans y arriesgándose por un shojo de serie abierta con más de 20 números.
Con una fuerte apuesta inicial en la que podemos encontrar los dos primeros volúmenes al mismo tiempo en librerías y a un precio insuperable. La editorial parece querer enganchar nuevos lectores a las aventuras de la princesa el amanecer.
En su momento Anabel Espada ya explicó la decisión editorial y el cambio de las portadas respecto al original japonés. Aunque fue un detalle ampliamente discutido, desde una perspectiva artística resulta aún más interesante que la propuesta japonesa.
La traducción corre a cargo de Sandra Nogués y, aunque resulta correcta en algunos puntos y conversaciones, parece algo enredada en los primeros volúmenes, cuestión que parece más que solventada a partir del cuarto tomo y en adelante.
Conclusión
Un gran manga que llega finalmente a nuestras estanterías, con gran mimo por parte de editores y un gran trabajo técnico a sus espaldas.
Lo mejor
- La narrativa de viñetas fluida, el dibujo y Hak <3.
Lo peor
- La traducción de los dos primeros volúmenes.
Yona, princesa del amanecer
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica con sobrecubierta 11,5 x 17,5 cm
Tomos: 38 (En publicación)
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