Parecía que habíamos visto lo último de Sui Ishida cuando Tokyo Ghoul:re finalizó en julio de 2018. Finalmente, Kaneki y Touka obtenían el final feliz que merecían tras todo el sufrimiento por el que ambos pasaron a lo largo de la obra, pero para muchos el proceso hacia ese punto, que apuntaba más bien hacia un final trágico, se resolvió de forma confusa y poco coherente.
No es que Ishida se quedara sin ideas, sino que fue exprimido hasta la extenuación para cumplir con sus obligaciones como mangaka con la revista Weekly Young Jump. Cuando estaba totalmente inspirado, Ishida podía escribir algunas de las cosas más mágicas, llenas de significado existencial y belleza poética que he leído nunca, convirtiéndolo en algo único en su género. Algo que finalmente fue extinguido por las exigencias de la cúpula de la editorial Shueisha, que no vio la serie como la obra de arte que su creador pretendía, porque dedujeron (muy correctamente) que Tokyo Ghoul iba a ser una de sus gallinas de los huevos de oro.
El epílogo de Sui Ishida a la conclusión de Tokyo Ghoul:re arroja algo de luz sobre las circunstancias de la finalización de la exitosa serie. Debido a los ajustados plazos y a la interminable presión de escribir la serie, Ishida sufrió de agotamiento y estrés y, como resultado, empezó a perder su amor por el manga.
Y, sin embargo, y a pesar de todo, aquí estamos. Parece que Sui Ishida esta vez ha podido conseguir un calendario de publicación que se acerque más a sus condiciones deseadas, es decir, publicar a su ritmo y sin las presiones de llegar a un cierre. Por eso, Choujin X, el nuevo manga de Ishida, es diferente. Desde que la obra debutara en mayo de 2021, sus capítulos se publican esporádicamente, siguiendo el calendario de Ishida, lo que significa que puede tomarse su tiempo para escribir la historia que quiera.
A pesar de esta irregularidad en su publicación, el nombre de Sui Ishida ya es sinónimo de éxito y Choujin X no ha pasado desapercibido para las editoriales fuera de Japón, incluyendo España. Norma Editorial, al igual que con Tokyo Ghoul, se ha hecho con los derechos de esta historia que tiene un inicio extraño, pero que poco a poco va desentrañando parte de una trama que dice mucho más de lo que aparenta. El capítulo 24, publicado a mediados de 2022, podría decirse que supuso el final del prólogo. Este causó revuelo en redes sociales por su belleza visual y narrativa, demostrando que Sui Ishida se encuentra en mejor estado que nunca.
Sin embargo, en esta reseña nos centraremos en el primer volumen de Choujin X, que ya puede conseguirse desde el pasado 28 de octubre, y en la que desgranaremos los primeros compases de una obra que nos permite conocer más a un Sui Ishida que sabe usar la pluma como nadie. Ese arte irreverente, humor peculiar y simbolismo que tanto conquistó a muchos lectores del mundo en Tokyo Ghoul también se encuentran presentes en Choujin X, pero con una vuelta. Porque ahora Sui Ishida está escribiendo la obra que siempre ha querido escribir.
Los matices de la elección
Es inevitable comparar Choujin X con Tokyo Ghoul. Tal vez sea injusto, pero parece el punto de partida más lógico, dado que la mayoría de las personas que decidan darle una oportunidad a este manga lo harán porque Sui Ishida escribió Tokyo Ghoul. A pesar de sus similitudes (que tienen unas cuantas en sus primeros capítulos), ambas obras poseen diferencias fundamentales, y un buen punto de partida es precisamente la dicotomía de la elección, que se contrapone entre estas dos series.
En el primer tomo de Choujin X primero se nos presenta a Ely, una pequeña granjera que viaja sola en avión para asistir a una feria agrícola, en la que espera que los productos de su abuelo triunfen para poder así llevar una buena vida. Sin embargo, la situación da un giro de 180º cuando un misterioso hombre se despierta en el avión y decide matar a algunos pasajeros, descubriéndose como un superhumano, o choujin, personas con poderes especiales que se diferencian entre ellos según sus cualidades y características inherentes.
Posteriormente, se introduce a los otros dos protagonistas de la historia: Tokio Kurohara y Azuma Higashi, unos estudiantes de instituto que se dedican a proteger a la gente corriente de los abusos de otros. El primero vive su vida a la sombra del segundo, dependiendo prácticamente de él para todo. Pero, un día, los abusones a los que se enfrentan son más peligrosos de lo que creían y ambos se verán obligados a tomar una nueva y misteriosa droga para convertirse en superhumanos, y salvar así sus vidas.
No obstante, el único que logra transformarse es Tokio. Pero mientras los demás choujin parecen personas normales, la nueva forma de Tokio es la de un buitre. ¿Por qué? Porque hace años alguien lo comparó con un buitre que se alimenta de las sobras de la grandeza de Azuma y, como tantos otros comentarios sobre nuestra apariencia que se nos graban en el cerebro, ese comentario seguramente se le quedó grabado a Tokio.
Al no adquirir a priori ningún poder cuando tomaron la droga juntos, Azuma estalla de celos contra Tokio y le dice que se las arregle solo. Habiendo estado tanto tiempo al lado de Azuma, es difícil para Tokio pasar por este nuevo cambio sin su mejor amigo. Una situación que no estará exenta de peligros, porque parece que Tokio ha despertado el interés de otros superhumanos, quienes pondrán a prueba la determinación y el valor del chico.
A diferencia de Tokio en Choujin X, en Tokyo Ghoul, Kaneki no tuvo elección. Fue transformado en ghoul contra su propia voluntad. Ni siquiera pudo elegir entre ser un ghoul o morir como humano, no tuvo ningún tipo de control sobre su destino. Y, aunque se podría decir que Tokio y Azuma fueron forzados a transformarse en super humanos, el elemento de elección permanece, y por eso considero importante hacer esta distinción. Eso contrasta fuertemente con la falta de autodeterminación de Kaneki, ya que Tokio tomó una decisión consciente, si bien esto también tendrá un impacto psicológico en él, aunque en un sentido diferente al de Kaneki.
Por eso mismo, durante los primeros compases de la obra, la premisa de los superhumanos no tiene la misma resonancia que la de los ghouls. Los superhumanos están rodeados de demasiado misterio por el momento y no se le puede comparar con la tragedia de ser un ghoul, criaturas que no eligieron ser así y que son perseguidas por la sociedad. Además, vimos a Kaneki luchar contra el impulso depredador de matar humanos y consumir su carne, y fue visceralmente doloroso verle tan destrozado por la lucha interna.
Asimismo, muchos de los problemas a los que se enfrentan Kaneki y Hide se vuelven a tratar con Tokio y Azuma, pero Ishida consigue reinventar en Choujin X la fórmula de transformación de los personajes principales de este tipo de historias de acción. Por eso, considero que hay que darle una oportunidad a Choujin X, porque cuenta con conceptos interesantes en su inicio y, seamos sinceros, Tokyo Ghoul no fue tampoco una obra maestra desde el principio.
El camino para convertirse en héroe
Choujin X posee mucho humor negro y muchas extravagancias para aligerar la trama a los lectores. El primer capítulo introduce el concepto de choujin y a nuestros dos protagonistas, Azuma y Tokio, quienes se consideran una especie de superhéroes. Lo curioso, y a diferencia de otras obras que versan sobre superhéroes, es que los superhumanos son vilipendiados porque, en lugar de utilizar sus poderes para el bien, la mayoría opta por destruir. En el inicio del manga, no solo un choujin derriba un avión, sino que también se revela que un choujin destruyó una gran parte de la ciudad natal de Azuma y Tokio.
Ser un héroe puede significar muchas cosas diferentes. En My Hero Academia, por ejemplo, un héroe está destinado a ayudar a todas las personas. Siguiendo los pasos del legendario héroe All Might, Midoriya quiere salvar a tanta gente como sea posible, y eso pasa también por los villanos. La compasión de Midoriya es lo que le permite conocer a la persona que está detrás del villano y tenderle la mano para ayudarle, dándose cuenta de que los héroes y los villanos son solo dos caras de la misma moneda.
Sin embargo, el tipo de heroísmo en el que parece centrarse Choujin X es el de impartir justicia, aunque tenga que hacerse por medios violentos. Aunque Azuma salve a una chica de unos abusones, este se centra más en castigar al matón que en asegurarse de que la chica esté a salvo. Mientras que Midoriya trabaja para asegurarse de que todo el mundo recibe la ayuda que necesita, Azuma da prioridad a castigar a quienes lo merecen, mientras Tokio observa, algo que va cobrando mucha relevancia a medida que pasan los capítulos.
No sabemos mucho sobre la naturaleza de los choujin, aparte del matón al que se enfrentan Azuma y Tokio y el hombre que atacó el avión en el que viajaba Ely. Pero una cosa está clara, y es que convertirse en un superhumano no es un don, sino una maldición. Sus impulsos destructivos podrían ser intrínsecos, lo que podría suponer un problema para nuestra pareja principal de aspirantes al bien.
De hecho, ser un superhumano se señala como una «aflicción», una enfermedad que parece presagiar que las decisiones de Tokio y Azuma al convertirse en uno no solo les traerán dolor y sufrimiento, sino que también les llevarán a la corrupción. Aunque el primer tomo deja mucho espacio para adivinar hacia dónde irá la trama, si el manga sigue con una historia de héroes, Choujin X puede tener un papel aún más oscuro para los protagonistas que cuando eran unos simples humanos.
El inicio de la transformación
Si por algo se caracteriza el primer tomo de Choujin X es por la falta de información y de orden de los acontecimientos, algo que no creo que sea casual, sino un deseo por parte de Ishida para que compartamos la incomprensión de los protagonistas. Al crear este sentimiento de ignorancia, la serie invita al lector a querer saber más sobre lo que está sucediendo y sobre el origen de los superhumanos.
Aunque todavía no sabemos cómo están organizados ni bajo qué reglas se desenvuelve el mundo de Choujin X, Sui Ishida sí que muestra ya una gran variedad de poderes, desplegando todo su ingenio y creatividad para ofrecer contenidos que no solo están ahí para sorprendernos. Sentimos que hay un significado detrás, algo que está muy bien llevado a través de líneas de diálogo muy pequeñas que tienen mucha más importancia de lo que uno podría pensar a primera vista.
Además de eso, se puede identificar fácilmente el talento de Sui Ishida para escribir personajes que logran conmovernos a través de su fragilidad, sus preguntas sobre la vida y lo que realmente buscan. Por lo tanto, estamos ante un primer volumen que pretende plantar varias semillas que podrían eclosionar en el transcurso de la aventura. Un patio de recreo propicio para la fértil imaginación de este artista que consigue captar la atención del lector sin desvelar gran cosa.
En definitiva, Choujin X tiene una atmósfera embriagadora e intrigante que nos empuja a ir siempre más allá. Uno finaliza la lectura del primer volumen pensando que es necesario leer el segundo para lograr tomar conciencia de todo lo que la serie puede ofrecer. Es, ni más ni menos, que el misterio al servicio de la narración, lo que empujará al lector a imaginar todo un sinfín de posibilidades detrás de cada zona gris.
Ishida en estado puro
El arte de Sui Ishida es igual de bonito que siempre, con su característico sombreado y ese buen ojo para los detalles. En este primer tomo, el mundo de Choujin X aún no se ha establecido del todo, por lo que el mangaka tiene vía libre para seguir sorprendiendo, algo que no me cabe duda que conseguirá.
Por otro lado, cuando se conoció la noticia de que estaba escribiendo una nueva serie, el propio mangaka mencionó que iba a inspirarse en el Übermensch (que se puede traducir como «superhombre») de Nietzsche, un estado en el que un ser humano puede ir más allá de la condición humana y crear su propio destino, sin estar sujeto a las condiciones de la sociedad. Toda una declaración de intenciones por su parte, pues una de las cosas por las que el autor siempre ha sido muy aclamado es por el uso que hace de la filosofía.
Además, en Choujin X Sui Ishida también hace un gran uso de su característico simbolismo floral y animal. Cabe destacar, por ejemplo, la impresionante página de unos dientes de león movidos por la brisa cuando Tokio y Azuma toman la decisión de pincharse esa extraña droga para convertirse en superhumanos. Los dientes de león son vistos como malas hierbas, pero la gente, los niños normalmente, los soplan para pedir un deseo. Y tal vez por eso Tokio tomó la decisión de convertirse en superhumano junto con Azuma, pues su deseo es seguir siendo su amigo después de todo.
La edición
Norma Editorial edita Choujin X en una edición tankoubon con unas primeras páginas a color. El diseño de la portada respeta a la original japonesa, un diseño simplista, pero llamativo, y cuenta con sobrecubierta en mate. Bajo ella, hay otra ilustración de Sui Ishida también protagonizada por Tokio.
Por otro lado, el tomo es más grueso de lo habitual, ya que tiene 256 páginas, y, en general, su maquetación es más que correcta. Además, para hacer más atractiva la compra, Norma Editorial regala con esta primera edición un posavasos imantado con la misma ilustración que la de la portada. Todo ello a un precio de 9€.
El tomo también incluye contenido muy interesante, que complementa a la lectura. Al final de los capítulos, se dedican unas páginas a las fichas de algunos de los personajes que aparecen en este primer tomo, con datos personales sobre ellos y también de combate, como nivel de resistencia o qué habilidades tienen. Asimismo, se incluye una breve descripción del universo de Choujin X, en la que se revela que la obra se sitúa en un mundo distópico en el año 1998, afectado por una guerra iniciada por el Batallón Superhumano. Y lo que para mí es lo mejor de todo: Sui Ishida se toma la molestia de recomendar una canción para la lectura de cada capítulo, a modo de banda sonora.
En lo que respecta a la traducción, ésta corre a cargo de Manel Vázquez López, de Daruma, y es más que notable. Aunque no sé si me termina de convencer que se haya decidido sustituir en los capítulos la palabra “choujin” por “superhumano”, pues es el término que le da precisamente nombre a la obra y, por ejemplo, en Tokyo Ghoul, la palabra “ghoul” no se tradujo. Pero tampoco es nada por lo que llevarse las manos a la cabeza.
Conclusión
En Choujin X, nos encontramos ante un primer volumen que parece ir a contracorriente. Desconcierta en cierta manera al no instalar una base sólida, pero, aún así, es capaz de despertar en el lector un deseo de avanzar en una espesa niebla donde la más mínima información se convierte en un pequeño tesoro. Esto ofrece una experiencia literaria bastante única, pues es como si nos viéramos atrapados en un juego.
Estamos ante un muy buen entretenimiento que consigue hacer malabarismos entre narrar historias personales y peleas sangrientas y brutales, aderezadas con un lado estrafalario bastante sorprendente. Nos encontramos así inmersos en una obra que se desvía de lo que podemos conocer y que consigue cautivarnos por su capacidad para ofrecernos unos protagonistas entrañables que brillan con sus debilidades. Gente común que se encuentra envuelta en algo demasiado grande para ellos y que tiene que aclimatarse rápidamente a todo.
Choujin X es, por tanto, uno de esos títulos que nos hechizan sin desvelar todas las cartas que tiene entre manos. Conducido tanto por un diseño suntuoso y capaz de subrayar la tensión dramática de la historia como por su lado loco, este manga nos brinda un primer volumen que despierta la curiosidad. El mayor enigma será si Sui Ishida logrará mantener ese equilibrio entre las ganas de saber más y el espectáculo que ofrece. En cualquier caso, funciona muy bien dentro de estas páginas. Un título que gustará a los fans de los trabajos anteriores del mangaka y a los que busquen una historia un poco fuera de lo común.
Lo mejor
- El arte de Sui Ishida sigue estando lleno de detalles y del simbolismo que tanto conquistó a los fans de la franquicia Tokyo Ghoul.
- Aunque el inicio puede ser un poco confuso, en este primer tomo apenas se revela información sobre el mundo en el que se desarrolla Choujin X o qué son los superhumanos, lo que da mucho pie a teorías y especulación.
Lo peor
- No es un manga para todo el mundo, ya que cuenta con muchas rarezas y un humor muy particular al que no todos le puede pillar el punto.
- Por el momento, lleva 5 tomos en Japón, pero la irregularidad de la publicación de sus capítulos hará que seguramente tengamos que esperar un tiempo para la salida de los siguientes una vez estemos al día en España.
Choujin X
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica de tapa blanda y con sobrecubierta 13 x 18,2 cms
Tomos: 7 ()
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