Lanzada en el verano de 2012, Buda: El Gran Viaje fue la primera incursión de Mediatres en el anime, aunque en breve dejará de serlo. Se trata de la adaptación animada por parte de Toei Animation de una de las grandes obras del denominado “Dios del Manga”, Osamu Tezuka. Es un manga profundo, atrayente, por lo que los mimbres son inmejorables, lo que hizo que la cinta animada fuera nominada en 2011 a la Mejor Película de Animación por la Academia de Cine Japonesa. Sin embargo, ¿el resultado corresponde con el material original?
Argumento
La cinta se sitúa en la antigua India, en un período en el que las desgracias se acumulan, con un pueblo sufriendo sequías, hambre, guerra constante y un sistema de castas que hace que el pueblo llano se vea sometida y sufra sin remedio. Sin embargo, se trata de la biografía de Buda, por lo que todo comienza con el nacimiento de un joven príncipe llamado Siddharta.
En la historia vemos como Siddharta crece desde que nace hasta que llega a ser el monarca del reino y se casa, vemos como los acontecimientos y figuras que le marcan a lo largo de su vida, como Migaia, su padre o el cruel maestro que le enseña el manejo de las armas. Sin embargo, no solo nos centramos en él sino que también recorremos la vida de otro personaje, Chapra, con el que vemos el reino rival al de Siddharta y que ocupa la otra gran trama del filme. Junto a él se encuentra su madre, un extraño niño que posee la capacidad de poseer animales llamado Tatta, así como un monje budista.
Siddhartha Gautama es, de hecho, un personaje histórico a quienes los budistas consideran el último de la lista de los 28 budas. Se sabe que fue un líder religioso nepalí que gozó de una infancia y una juventud llenas de opulencia hasta que descubrió el dolor que sufrían otros después de salir fuera de la burbuja en la que vivía. Siddhartha Gautama es venerado no sólo por el budismo sino también por el hinduismo, donde se le considera una reencarnación de Visnú.
Es más, el 14º Dalai Lama apareció el 18 de enero de 2014 en un especial sobre la segunda película de esta saga, Tezuka Osamu no Buddha ~Owarinaki Tabi~, en el canal japonés Tokyo MX. Allí, el líder tibetano mostró su total aprobación por el proyecto tras haber visto la segunda parte de esta película, añadiendo además su agradecimiento por tener la historia de Buda explicada en la película.
El Manga Original y la adaptación
Como ya se ha mencionado, este anime se basa y, de hecho, pone un notable énfasis en que se trata de la adaptación del manga homónimo original de Osamu Tezuka, publicado de 1972 a 1983 en Japón. En España, Planeta tradujo y publicó íntegramente el manga, desde marzo de 2002 a septiembre de 2003, recopilándolo en 10 volúmenes dentro de su línea Trazado. Eso sí, la edición española se distinguió de la original cambiando las portadas por unas ilustraciones realizadas para la ocasión y en formato A5 en rústica con solapas.
Actualmente, conseguir el manga es bastante complicado y es una de esas obras que merecerían ser reeditadas, puesto que se trata de un gran trabajo del que es una de las referencias históricas del manga.
En particular el anime adapta el primer volumen y parte del segundo de la obra de Tezuka, puesto que entremezclan la historia de Chapra y Tatta, que ocupa el primer volumen al completo, con la infancia y adolescencia del propio príncipe Siddharta, que es del segundo.
Sin embargo, entre la adaptación al anime y el manga hay algunas diferencias que hacen que surjan muchos de los problemas de los que adolece esta cinta. Pero hay otros que aparecen por ser excesivamente literal a la hora de adaptar.
El principal problema es cómo se han mezclado los tomos, puesto que sitúa las historias de forma paralela, haciendo que veamos crecer a Chapra al mismo tiempo que lo hacemos con Siddharta. Esto, que podría sonar con cierto sentido, no termina de funcionar del todo, puesto que son dos historias que no tienen demasiado que ver entre sí y que interconectan con un añadido un poco extraño, quedando un mejunje algo inconexo y sin todo el sentido que debería..
Y es que lo entremezcla todo siendo literal hasta el detalle más nimio por momentos pero saltándose algunas partes o variándolas, haciendo que personajes como el monje o el propio Tatta se desdibujen y no acaben de tener el peso que deberían de tener en la versión animada, quedándose en sombras estériles que pululan por la película.
A eso hay que sumarle que, cuando opta por la traslación literal lo hace copiando hasta el milímetro el material original, respetando incluso encuadres y tiros de cámara. Sin embargo, hay muchas veces que lo que funciona en el papel de mano de Tezuka no lo hace en el anime. Por desgracia, muchas de las situaciones que en el manga se resuelven en apenas un par de páginas, al ser trasladadas de forma literal, necesitan escenas que se alargan y que acaban por lastrar el resultado final.
A eso se le suma que, en la película, se pierde completamente el componente de humor que posee el manga original, desapareciendo ese humor típico de Tezuka, caracterizado por la presencia de personajes caricaturizados y situaciones exageradas, los cuales son una constante en muchos de sus trabajos. En el anime se opta por un tono relevante casi todo el tiempo, quedando un resultado excesivamente grave, con un aire plomizo y aburrido.
Más en el suelo que el cielo
Por desgracia, los problemas que tiene en la propia adaptación no son los únicos de los que adolece Buda: El Gran Viaje. El montaje resulta algo errático y fallido, habiendo cortes de escenas realizados demasiado abruptos y entrelazando momentos que no tienen excesivo sentido. A eso se le suma que, en algún momento se subraya en exceso mensajes que ya resultan obvios o que no presenta personajes a los que luego llama por un nombre propio y actúa como si tuvieran alguna relevancia que al espectador se le escapa completamente.
La banda sonora es bastante olvidable pero, sobre todo, el trabajo de sonido es algo deficiente. Hay momentos donde parecen faltar algunos efectos de sonido. En particular me viene a la mente una escena donde un caballo avanza y hay un elefante que se dirige hacia él. Mientras que se oyen con claridad los cascos del caballo, las pisadas del paquidermo no se escuchan, causando una situación algo extraña.
La animación es inferior a muchas de las películas que hemos visto llegar en los últimos tiempos. Hay deformaciones y, en general, una dinámica de movimientos un poco torpe. Hay algunos momentos visuales que consiguen ser efectivos, pero el efecto se diluye entre la mediocridad que ocupa las casi dos horas de metraje.
El diseño de personajes, por otro lado, sí me ha resultado solvente en su mayor parte, sobre todo el del príncipe Shiddarta. Todos ellos conservan bastantes similitudes con los diseños originales aunque, eso sí, con un estilo más modernizado, similar al que hemos podido ver en otras obras de Toei como Black Jack.
A su favor también podemos apuntar algunos momentos muy potentes visualmente hablando, dejando imágenes estéticamente muy atractivas como, por ejemplo, la escena pivotal del árbol o la celebración del nacimiento en el gran castillo. Por desgracia parecen un poco aisladas en un conjunto que resulta algo anodino.
Kozo Morishita, todo un veterano
Kozo Morishita tiene una larga carrecasi ra a sus espaldas pero lo cierto es que, aunque tiene una experiencia gargantuesca, hacía tiempo que no trabajaba como director.Y es que, actualmente, es una figura más que relevante dentro de la casa Toei, puesto que además de ser productor y planificador de series, también es uno de los vicepresidentes ejecutivos de la empresa.
Y es que para encontrar sus trabajos de dirección tenemos que remontarnos a sus primeros pasos en la Toei, cuando comenzó en Saint Seiya, en la que empezó a trabajar en los primeros capítulos de la archiconocida serie, ejerciendo labores de dirección. También dentro del universo de Kurumada, dirigió La Diosa Malvada Eris.
Tras ello, se centró en las producciones realizadas por otro de los grandes del manga, Akira Toriyama, participando en varias de las películas de Dr. Slump y, sobre todo en numerosos largometrajes de Dragon Ball, entre los que se encuentran títulos tan conocidos como El Ataque del Dragón, El Último Combate, ¡Fusión!, o Estalla el Duelo, aunque su rol solía ser más ejecutivo y de producción.
A lo largo de toda su carrera también ha participado en otras adaptaciones de series más que conocidas por el público del anime, como El Puño de la Estrella del Norte, Air Gear, Cutey Honey, Bobobo e incluso de la adaptación al anime de Halo Legends.
De hecho, también tenía una carrera previa a Toei, donde participó como director en series como Captain Future en los años 70 y otras como las series de mechas Kikô Kantai Dairugger XV, la cual se lanzó como parte de las sagas de Voltron en occidente, y Kosoku Denjin Albergas, que también estuvo a punto de unirse a la saga; las películas La era de los dinosaurios, que adaptaba un trabajo de Ishonomori; y Arei no Kagami, que adaptaba un manga de Leiji Matsumoto.
La edición en Blu-Ray en Español
Mediatres se estrena con este filme en la edición de anime en formato de sobremesa y lo hace tanto en DVD como en esta edición en alta definición que hoy analizamos.
La imagen está en 1.78:1 a 1080p y aunque de forma global el resultado es positivo, hay algunos momentos de acción y movimiento en los que, no se si por un problema de compresión o por qué motivo, se pixela por un breve instante. No se trata de un problema constante sino simplemente de un hecho bastante aislado y que podría resultar imperceptible para muchos.
El doblaje al castellano es notable, realizado como es habitual en Mediatres por el estudio Dubbing Films de Barcelona, con muchas voces a las que estamos acostumbrados a la hora de escuchar anime o películas orientales como la de Masumi Mutsuda (Crows, X, Gantz) o la de Ángel de Gracia (Evangelion, Perfect Blue, Akira) entre otros. Eso sí, en el doblaje original japonés cuentan con varios actores de imagen real así como seiyûs de relumbrón como Nana Mizuki.
Por lo demás, se trata de una edición sencilla, con audio 5.1 tanto en castellano como en japonés y con subtítulos en castellano. En cuanto a los extras, únicamente cuenta con un par de tráilers promocionales de películas coreanas de Mediatres: The Yellow Sea y El Hombre sin Pasado.
Conclusión
Es obvio que abordar la adaptación de una obra de Tezuka como Buda es una labor complicada. No solo está el problema de la extensión que tiene este manga en sí, sino que el propio Tezuka resulta todo un reto, puesto que tiene su lenguaje y estilo característico que complica de por sí la adaptación literal.
La película parece bastante desinspirada en casi todos los sentidos: tanto en las decisiones tomadas a la hora de adaptar la obra en sí, como en el método elegido para montar y contar una historia tan intrincada y complicada. Por desgracia, el resultado final es como estar visionando una adaptación animada de una obra religiosa: es como leer la adaptación de un manga de la Biblia… cuando la obra original de Tezuka no da esa sensación ni por asomo.
Y es que todo, en general, da la sensación de ser bastante tosco, dejando un mal sabor de boca global y haciendo que las dos horas de película pasen haciendo estragos y alargándose hasta el infinito, mientras una y otra vez se mira al reloj preguntándose cuánto falta para que acabe.
Es cierto que, al estar basadas en un manga de Tezuka, mis expectativas tal vez fueran algo altas. Sin embargo, si por algún motivo deseáis acercaros a la figura de Buda, está claro que la mejor opción sigue siendo el trabajo de Tezuka, pudiendo ignorar completamente esta película. Habrá que ver si la cosa endereza en la segunda película, Buda: The Endless Journey, que también ha sido licenciada recientemente por Mediatres.
Lo Mejor
- El Diseño de personajes, actualizando el estilo de Tezuka de una forma muy atractiva.
- El mero hecho de que se sigan adaptando trabajos de Tezuka al anime y que haya una posible redención en la segunda película.
- Un buen elenco de doblaje tanto en el original como en su versión en castellano.
Lo Peor
- La adaptación queda lejos de hacer justicia al original, con un guión hecho de forma errática que desdibuja los personajes originales y le hace perder elementos cruciales del manga como el humor tan típico de Tezuka.
- La dirección de Morishita resulta un poco demodé y dubitativa, siendo uno de los mayores lastres de la cinta y provocando que el resultado final resulte bastante aburrido.
Buda – El gran viaje |
Floja |
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