Se podría decir que el 7 de agosto de 2001 fue un día de verano común y corriente. Ese martes como todos los años en España los barrios de Lavapiés y Urbanova celebraban las fiestas de San Cayetano. No obstante, la cosa era distinta a unos 10 000 km de distancia.
Aquel mismo día en Japón se publicaba en la revista semanal Weekly Shōnen Jump el primer número de Bleach, un manga escrito e ilustrado por Noriaki Kubo, un joven mangaka de 24 años que ya había hecho sus pinitos en el mundillo apenas un par de años antes con la serie Zombie Powder, aunque sin mucho éxito. Originalmente planeado para ser una obra de tirada relativamente corta y no durar más de 5 años, nadie se podía imaginar por aquel entonces que se terminaría convirtiendo en el 12º manga más vendido de la historia, con más de 130 millones de copias en circulación a día de hoy.
Algo que tampoco podía yo imaginar es que una de esas copias terminaría en mis manos dos décadas más tarde como uno de mis primeros mangas para reseñar. Yo lo llamo destino, aunque algunos preferirán llamarlo correo postal.
The Death and The Strawberry
En el ficticio barrio tokiota de Karakura, Ichigo Kurosaki lleva una vida normal como cualquier estudiante de bachillerato. O al menos eso le gustaría decir, ya que para su desgracia este chico de 15 años ha tenido desde crío la capacidad natural para ver, conversar e interactuar con fantasmas. Algo que pondría los pelos de punta a cualquiera, sin duda, aunque él lidia lo mejor posible con el asunto, llevando una vida relativamente normal.
Esa rutina sin embargo no le dura mucho, ya que una noche recibe la visita de una misteriosa figura vestida de negro a la cual únicamente él parece poder ver. Ichigo aún no lo sabe, pero esa noche marcaría el inicio del camino para entender el mundo en el que vive y aún más importante, su propio pasado y sus orígenes.
Starter
Este primer volumen introduce dos pilares fundamentales tanto en el desarrollo de la obra como en el del propio protagonista: Su familia y amigos.
Los miembros restantes de la familia Kurosaki son Isshin Kurosaki, padre de nuestro protagonista, y sus hermanas menores Karin y Yuzu. A simple vista uno podría pensar que no hay nada llamativo en su presentación, pero sería un error. Y es que desde el principio se deja bien claro que los Kurosaki tienen fuertes vínculos con lo sobrenatural, ya que las mellizas también poseen en mayor o menor medida cierto grado de percepción extrasensorial, habilidad que no comparte el padre. Otro detalle a considerar es que la familia es propietaria de la Clínica Kurosaki, un centro médico privado de primeros auxilios. Este hecho es importante ya que establece la relación de los Kurosaki con la vida y la muerte, dos caras de la misma moneda con las que conviven a diario. El propio Ichigo reflexiona que tal vez ese trato constante es el causante de su don.
Por otro lado, tendremos al núcleo de amigos de Ichigo, el cual si bien todavía no se explora demasiado está compuesto por personas con una fuerte unión sentimental hacia el protagonista; uniones que a su vez representan temáticas que se tratarán durante todo el transcurso de la obra como la amistad, el amor y la lealtad.
Por último, tenemos a la que probablemente sea la pieza de dominó que pone en marcha todo y da un giro de 180º a la vida de Ichigo, poniendo en marcha toda una cadena de acontecimientos con consecuencias inimaginables para los personajes. Aquella figura negra que irrumpe en su casa desconocedora de su capacidad de percibir lo que otros no pueden ver. Su nombre es Rukia Kuchiki y es una shinigami, una mensajera de la muerte.
Why Do You Eat It
Si hay algo destacable de este volumen es sin duda el equilibrio entre la acción y la comedia. Ambos tipos de escena se intercalan de manera constante pero sin sobreponerse, marcando de manera muy clara al lector una frontera entre los momentos de tensión y distensión. Kubo nos brinda una trama relacionada con lo sobrenatural, algo que típicamente aparece representado en un tono siniestro y tétrico, como algo cómico y rutinario. Pero al igual que sucede con la vida y la muerte, también aquí tenemos la otra cara del mundo que Ichigo está por conocer, un lugar oscuro lleno de peligros y criaturas que amenazan su vida y la de los que le rodean.
Bleach tiene un comienzo muy suave, presentándonos a un elenco de personajes común y corriente (en su mayoría) con los que es muy fácil llevarse bien. El vínculo de Ichigo con sus amigos y familiares, sus diálogos y los escenarios donde transcurren normalmente facilitan que cualquier persona se sienta cómoda e incluso llegue a empatizar desde el primer momento con algunos de los personajes.
Tristemente a mi parecer este balance que lo caracteriza se pierde un poco en la adaptación animada, cuyos 3 primeros capítulos comprenden lo transcurrido en este primer tomo. Varias de las escenas con carga cómica se pierden y otras tantas transcurren con ligeras modificaciones o en un momento distinto, lo cual cambia notoriamente el ritmo del capítulo haciendo que la acción se aglutine más a lo largo del anime y el espectador sienta más la tensión. A destacar el plano de Rukia frente a la luna en la primera escena del anime, que no está presente en el manga y ha quedado en la historia como una de las tomas más reconocidas de la industria y también como uno de los mejores salvapantallas para ordenador.
Microcrack
Ponerle el ojo encima al primer tomo de Bleach es echar la mirada hacia atrás en una historia de más de 15 años de publicación en la cual Kubo desarrolló un estilo más refinado. Aquí regresamos al inicio, a unos trazos que en ocasiones se pueden percibir toscos, con unas facciones muy cuadriculadas que a veces incluso pueden parecer poco realistas y unas caras de aspecto plano. Para compensar, el mangaka hace un uso inteligente del sombreado cuando requiere que el personaje muestre un determinado tipo de emoción en el rostro.
Parte de las escenas de diálogo carecen de un fondo, lo cual podría parecer un problema estéticamente a priori, pero el hecho es que en cada página se alternan de manera eficiente escenas con fondo y sin él, logrando un equilibrio homogéneo. Esta particularidad es más notoria durante las escenas de acción, en las que la mayoría de viñetas cambian el fondo por líneas de movimiento o radiales que enfocan la atención en personajes o elementos determinados. Otra particularidad muy perceptible es la exageración del tamaño de las onomatopeyas, que pueden llegar a ocupar fácilmente el encuadre entero de la viñeta.
If A Lion Could Speak, We Couldn’t Understand
Noriaki Kubo, conocido profesionalmente como Tite Kubo, es un mangaka japonés nacido en 1977 en la prefectura de Hiroshima. Influenciado por el manga Saint Seiya de Masami Kurumada, tuvo claro desde muy joven a lo que quería dedicarse. Su primera gran oportunidad se presentaría en 1999 con la publicación de Zombie Powder en la Weekly Shōnen Jump de Shūeisha, que continuaría durante un año hasta su cancelación con solo 27 capítulos, recopilados posteriormente en 4 volúmenes tankōbon. Fue poco tiempo después que Kubo concibió la que sería su obra maestra, Bleach: La historia de un estudiante de secundaria que se convierte en shinigami y combate horribles criaturas conocidas como Hollows.
Desafortunadamente, su idea no gozó de la aprobación de la Weekly Shōnen Jump, que desechó la historia. El concepto original de Kubo llegó a oídos del gran Akira Toriyama, que decidió escribir una carta al mangaka para darle su apoyo y pedirle que no dejara de intentarlo. En agosto de 2001 la revista dio el visto bueno y comenzó la publicación del manga, inicialmente previsto para durar unos 5 años, pero finalizando nada más y nada menos que 15 años más tarde con más de 600 capítulos y 74 volúmenes recopilatorios.
No es de extrañar que una obra como esta fuera elegida para dar el salto a la animación. Fue el estudio Pierrot, bajo la dirección de Noriyuki Abe, el encargado de dar vida a las viñetas de Kubo en el año 2004, que finalizaría 8 años más tarde con 366 episodios y un final abierto que dejó a muchos seguidores con sabor agridulce en la boca. A este anime lo acompañaron 4 películas, un live-action, novelas ligeras, videojuegos, musicales y la tan esperada continuación que se ha estrenado recientemente.
Bleach llegó a España originalmente en 2006 gracias a Glénat/EDT, que publicó 51 volúmenes en castellano y 40 en catalán hasta la pérdida de los derechos de la obra, que pasó a la editorial Panini Cómics. Desde entonces, ha sido reeditado y se publica en diversos formatos, tanto en su edición original como en la Maximum que unifica dos tomos en uno y la más reciente edición Bestseller, lanzada a un precio más económico.
En 2018, para celebrar el 50º aniversario de la Weekly Shōnen Jump, Kubo regresó para publicar Burn the Witch, un one-shot que fue posteriormente seguido por 4 capítulos más recopilados en un único tomo tankōbon. En 2020, Studio Colorido se encargó de producir una adaptación en forma de película animada que también se emitió como una serie de 3 episodios en plataformas digitales.
La nueva edición
Panini Manga comenzó a publicar la llamada Edición Bestseller en julio de este año. Se trata de una versión económica lanzada a un precio reducido de 6,00 € en contraposición a los 7,50 € de la edición original. Además como oferta especial, este primer tomo cuesta únicamente 1,95 €. Ambas ediciones se publican en formato rústico de 11,2 x 17,5 cm y 192 páginas en blanco y negro. La principal diferencia entre las dos es que la edición económica no cuenta con sobrecubierta.
Tanto la traducción como la adaptación son idóneas. No se aprecian errores de coherencia ni gramática y el trabajo de localización plasma los diálogos de manera perfecta, cotidiana y entendible. Su versión homónima oficial en MangaPlus se redacta de manera correcta pero con una enunciación que agradará más al público latino. No obstante, debo destacar la molestia que se han tomado en la plataforma de subtitular las onomatopeyas, algo que si bien puede parecer nimio también puede resultar de gran ayuda para los que estén empezando en el mundo del manga, ya que así es más sencillo encontrar su significado.
Conclusión
Bleach es y siempre será un imprescindible para cualquier persona que se sienta mínimamente atraída por la acción o lo sobrenatural. Conecta de manera sencilla con el público y crea un mundo profundo, con un lore vasto que aún hoy en día da para hablar en foros. Al mismo tiempo tiene la capacidad de enganchar, presentando una premisa sencilla que ya se torna compleja a las pocas escenas.
Antes de cerrar hay que dejar aviso a navegantes, pues esta fantasía que plantea Bleach se torna oscura en el futuro, dejando a un lado la comicidad, centrándose en el conflicto y explorando sus propios límites, teniendo como resultado una trama más densa.
Lo mejor:
- El cuidado equilibrio en el inicio de la historia.
- Un elenco de personajes simpático.
- La adaptación de Panini es fantástica.
Lo peor:
- Un dibujo algo tosco.
Bleach Bestseller
Editorial: Panini Comics
Formato: Rústica de tapa blanda sin sobrecubierta 11,5 x 17 cms.
Tomos: 74 (En publicación)
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