“Un mayordomo que se precie tiene que ser capaz de encargarse de cosas así” ¿Qué pasaría si un demonio se convirtiera en el mayordomo de un conde en los años dorados de la época victoriana? Y, si para enrevesado más, ¿y si ese conde, de apenas 12 años, tuviera como máximo objetivo en la vida descubrir quienes mataron a sus padres y vengarse de ellos? Pues que llegaría a nuestras manos una de las obras más influyentes de los últimos tiempos: Black Butler.
Se cumplen ya más de 15 años del estreno de la obra en Japón, y si algo se puede decir tras tan largo bagaje es que la trama no deja de sorprender. Personajes muy bien definidos (en todos los sentidos de la palabra), una historia llena de tintes oscuros acaramelada de momentos entrañables y una evolución continua es lo que ha hecho de dicho manga un clásico vivo. Nos ponemos a las órdenes de la casa Phantomhive.
English Breakfast, los primeros sorbos
Black Butler empieza con un golpe en la mesa, un objetivo claro y unos personajes carismáticos como pocos. La historia se sitúa en el Londres de la época victoriana. Inglaterra se encuentra en su máximo apogeo, las familias burguesas viven rodeadas de lujos y diversiones. Entre ellas, una destaca especialmente, los Phantomhive. En su mansión a las afueras de la capital residen los condes con su hijo. Una familia feliz, amada por sus arrendatarios. O al menos, así lo eran hasta un fatídico día en el que todo cambió.
En el décimo cumpleaños de Ciel Phantomhive alguien terminó con la vida de los duques y secuestró al hijo. Este, en un acto de desesperación, tras sufrir la pérdida de sus padres, su honra y su libertad decidió que se vengaría de todo aquel que un día mancilló el nombre de su familia. Así pues, decidió realizar un pacto con el demonio, con Sebastian. Este se convertiría en su mayordomo, realizaría todo lo que su dueño le ordenase, con una condición. Una vez logrado su objetivo, Sebastián tomaría el alma del muchacho.
La trama, como poco, es llamativa. Tiene el tono perfecto de dramatismo con ese deseo sangriento de venganza que tan apetitoso suena para el lector. De hecho, la propia historia sabe jugar perfectamente con estos esbozos de thriller que se buscan uniendo, a la trama principal, pequeños casos a resolver. Porque, ¿qué mejor manera de descubrir a los asesinos de tus padres que convirtiéndose en el perro guardián de la Reina? De este modo, al mismo tiempo que se busca llegar al objetivo final se van llevando a cabo diferentes investigaciones que arrojan, a cuenta gotas, pequeñas pistas sobre el caso principal.
Pero, no solo eso. El hecho de que tanto Sebastian como Ciel vayan viviendo pequeñas aventuras a lo largo de la trama ayuda a crear un mundo repleto de figuras importantes. Conforme transcurren las diferentes tramas de la obra van apareciendo y desapareciendo personajes que, de una manera u otra, siempre vuelven. Yana Toboso, la autora, crea un mundo redondo donde todos los personajes son, a su modo, importantes. Hasta el que pudiera parecer más insignificante toma un papel fundamental para el desarrollo de los acontecimientos.
Cada arco aporta una perspectiva diferente sobre los personajes. Del mismo modo que el arco del circo, uno de los más importantes y famosos de la obra, muestra lo más oscuro de Ciel, el arco de la bruja verde muestra todo lo contrario, dando una visión más infantil del protagonista. Recordemos que, al fin y al cabo, apenas es un niño.
Lapsang Souchong, un sabor exótico
Black Butler está lleno de anacronismos. Sí, todo se centra en la época victoriana, y, en su mayoría, se consigue mantener ese espíritu tan propio de finales del siglo XIX. Aunque, no se puede negar, que tampoco es una obra 100% de acuerdo con la época en la que se encuentra. Y, leyéndola, realmente te das cuenta de que tampoco busca una exactitud máxima. De hecho, el no aferrarse por completo a la veracidad histórica le permite jugar con los puntos más fantásticos y asombrosos.
Esto puede verse especialmente en los últimos arcos, por ahora publicados, de la historia. En estos elementos como pueden ser ciertos avances tecnológicos o médicos ayudan a la propia historia a expandir sus ideas. El concepto de que los humanos, seres como los “shinigamis” y demonios puedan hacer pactos y relacionarse entre ellos se ve reforzado con este tipo de situaciones. Quizás puedan parecer, en una primera lectura, una completa locura, pero, conforme se va leyendo la obra, esta cobra cada vez más sentido.
Y es que, al igual que ocurre con los personajes, los hechos de tomos anteriores tienen peso en los futuros. Nada está cogido con pinzas, ni mucho menos. Toboso puede dar giros de guión que llegan a marear al lector, pero son completamente intencionados. Todo tiene un porqué, por muy loco que parezca. Cada pequeño detalle importa. Nunca vas a leer la obra de la misma manera. En la primera, por lo inesperado de cada arco, en la segunda por lo asombroso de cómo todo encaja.
Breakfast tea, el té de la reina
La obra aúna los puntos más oscuros de la sociedad inglesa con elementos fantásticos como los demonios. No es una historia amable, aunque pueda llegar a tener puntos entrañables. No se trata bien a los personajes, todos tienen un pasado oscuro, recuerdos de los que intentan huir y objetivos a los que se aferran con todas sus fuerzas. Los personajes, al igual que la trama, no son planos. Tiene puntos buenos y malos, ningún personaje es 100% puro, ni maligno.
El ejemplo perfecto de estas dinámicas egoístas se presenta con los dos protagonistas. Por una parte encontramos a Ciel que busca desesperadamente venganza por la muerte de su familia, y, por otro, Sebastian que ansía el alma del joven. El mayordomo no le ayuda porque deseé ayudarle, y el conde no se apoya en ningún momento en su sirviente. Ambos se utilizan para conseguir sus objetivos sin tener en cuenta las ideas del otro. Sí, son un muy buen equipo, pero porque la victoria de uno supone la del otro. Solo miran por su propio beneficio y no se ocultan lo más mínimo en demostrarlo.
De la misma manera funcionan las relaciones que se mantienen con Lao, un mercante chino, o la mayoría de los nombres con los que entabla conversación. En este sentido, Yana presenta una sociedad llena de dobles verdades, trapicheos y engaños. Aunque, entre estos mundos de la alta sociedad podrida se encuentran pequeñas joyas, personas que realmente no buscan su único beneficio y se preocupan por los demás. Así aparece la figura de Elizabeth Midford, la prometida de Ciel; o el príncipe Soma, proveniente de La India. En esta misma línea podrían, incluso, ser aceptados los sirvientes de la casa Phantomhive.
Este tipo de personajes tienen un comportamiento diferente al resto, buscan apoyar a Ciel en su lucha interna contra sus demonios y los que le rodean en el exterior. Quizás, si llevas la lectura de Black Butler al día puedas pensar de una manera diferente, no te culpo. Pero, sin tener en cuenta el último arco en el que nos situamos, donde todo ha dado un giro de 180º, no se puede negar que, de entre todos los personajes, estos podrían considerarse lo más inmaculados. Sin embargo, como ya adelanto al posible nuevo lector, la historia cuenta actualmente con 32 tomos publicados en Japón y eso, entre muchas otras cosas, permite una evolución de personajes más que considerable.
Té de Ceylán, un sabor fuerte y estimulante
El primer capítulo de Black Butler se publicó en Japón el 16 de septiembre de 2006, en la revista Monthly G Fantasy. Desde entonces cuenta con 31 tomos en su país de origen, 30 en el nuestro. Casi 16 años han pasado desde su debut, pensar que la obra no ha cambiado sería una locura. Y no solo en los trazos de su autora, ahora mucho más limpios, exactos y estilizados, sino en la manera en la que se trata a los personajes y la trama. La esencia del mayordomo oscuro no se ha perdido, ni mucho menos. Al contrario, como si de un buen té se tratase, con el tiempo ha conseguido infusionar y mostrar su máximo sabor.
A cada trama que se sucede, más y más profundos son los personajes, mayor la relación que establecen con su público y mayor el peso de estos en su universo. Tanto los que siguen formando parte de este como los que no. Los personajes que, por las circunstancias ya no se encuentran en el punto de mira de la historia siguen siendo relevantes. A la memoria de los protagonistas siguen llegando nombres de los primeros arcos, como es el caso de Book of Circus, uno de los más importantes a la hora de analizar la narrativa.
Literalmente hablando, quienes llevamos leyendo la obra de Toboso desde hace un tiempo hemos visto crecer a los personajes. Ciel es, en la actualidad, algo más que un simple niño resentido con el mundo y con demasiado poder en sus manos. Sebastian es mucho más que una mente oscura y perversa. El elenco de secundarios ha tomado un peso casi principal y se han desvelado los secretos más oscuros que uno podría imaginar. Sin duda, la obra maestra de Toboso ha cobrado vida propia y llama al lector a tomarle de la mano para averiguar qué quiere contar
Earl Grey, el más popular
Uno de los mejores comentarios que se le puede hacer a un artista de manga es decirle que su arte es fácilmente reconocible. Tener un estilo único, una marca de identidad, es uno de los puntos más difíciles de conseguir en el mundo del manga. Y, sin embargo, Yana Toboso lo consigue y supera las expectativas con creces. Hace ya un tiempo yo misma fui la encargada de realizar la reseña sobre los artbooks de la autora publicados también por Norma editorial. Por ello intentaré no repetir mucho mis palabras, y os invito a leer un análisis mucho más en profundidad del estilo.
Aunque, también tenemos que tener en cuenta un factor muy importante: el tiempo. Los artbook que tenemos disponibles en España, los dos primeros, se publicaron, respectivamente, en 2015 y 2017, pero la obra ha ido avanzando. De hecho, en Japón, el tercero de los recopilatorios de arte de Toboso se publicó en septiembre del año pasado y el cuarto tiene planeada su salida en julio de este año. En nuestro país, a fecha de esta reseña, aún no se tiene noticia de si llegarán a publicarse o no.
Ahora, retomando el manga original, a una trama que no deja de evolucionar se le suma un arte que avanza a pasos agigantados. El mejor ejemplo de esa mejora se puede observar con las portadas de los tomos 6 y 27. En ambos se presenta una composición muy similar, Ciel sentado en una especie de trono. Los notos, la ropa y la mayoría de los elementos son idénticos por lo que la comparación es obvia. Los trazos del primer tomo, en comparación con el segundo, hacen parecer al personaje mucho más “estilizado”. Es un estilo de dibujo más típico de principios de los 2010s, personajes al más puro estilo bishonen, que beben del BL. Mientras que en el segundo la línea es más redondeada, los bordes mucho más sutiles y se centra más en la expresión de la cara que en la del cuerpo.
Otro elemento en el que la autora mejora son los sombreados. En el tomo 27 se consigue una sensación tridimensional gracias a los volúmenes y los detalles que con el primero no se alcanzaban. El trazo es más suave, los colores mucho menos saturados y los tonos, gracias al juego de luces, definen los límites de los elementos sin necesidad de bordes. El dibujo anterior no era, ni mucho menos, uno malo, por ello, el desarrollo de sus capacidades como dibujante son aún más destacables.
© 2007 Yana Toboso / SQUARE ENIX CO., LTD.
Darjeeling tea, sabor único y ligero
Yana Toboso debutó en Japón en 2004 con el manga “9th”. Dos años más tarde, en 2006 y gracias a su obra Rust Blaster, de tomo único, publicada por Square-Enix, la autora ganaría notoriedad en el país del sol naciente. Ese mismo año, empezaría también la publicación de su obra más conocida Black Butler, la cual sigue publicándose a día de hoy. Norma Editorial publica en España Black Butler desde 2011, contando con 30 tomos recopilatorios. Sin embargo, Yana también es también conocida por usar el sobrenombre Yanao Rock, bajo el cual publica obras auto conclusivas BL.
En sus obras, Yana Toboso se dibuja a sí misma como un demonio cabezón con un cuerpo negro con cuernos, y una cola puntiaguda. Aunque, recientemente aseguraba que no era un demonio, sino una especie de hongo de moho. Cabe destacar que nunca ha mostrado su imagen, por lo que nadie conoce su verdadero aspecto. De la misma forma, su firma también es un nombre artístico.
En la actualidad, Toboso colabora con Disney como diseñadora de los personajes del videojuego para móviles Twisted Wonderland. El juego de ritmo se basa en un mecanismo de recolección de cartas y mini batallas con una historia interactiva. De momento, solo se encuentra en Japón y Estados Unidos. Además, en su país de origen, también cuenta con un manga con 2 tomos recopilatorios por el momento.
Herbal Tea, el té que no es té
Una obra de la calidad de Black Butler no es extraño que consiga diferentes adaptaciones. De hecho, la historia cuenta con gran cantidad de estas, y en formatos muy variados. Así, se pueden encontrar desde obras musicales de teatro, un juego para NDS en 2009 o películas de imagen real. Aunque, si entre todas estas versiones hay una que destaque, esa es la serie animada, y por extensión, las películas y OVAS. El universo animado de la obra, es, en una sola palabra, variopinto. ¿en el buen o en el mal sentido? Eso ya depende de a quién se le pregunte. Black Butler cuenta con tres temporadas de anime, tres series de OVAs y una película. En nuestro país, la ya extinta Yowu Entertainmet llegó a adquirir los derechos de la tercera temporada y se emitió en su plataforma.
Cuando se habla del anime, se tiene que tener en cuenta que, en su mayoría, estos funcionan como un producto promocional más, una manera de atraer la atención de la audiencia. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la adaptación no es fiel a la obra original? Y es que gran parte de la primera temporada y la segunda al completo son una historia original. Y es ahí donde se encuentra el principal problema.
Como anteriormente comenté, si por algo se caracteriza la trama es porque todo, absolutamente todo, tiene un sentido. Los arcos se entrelazan entre ellos, los personajes ganan o pierden importancia dependiendo de la situación y el contexto. En cambio, cuando se presentan personajes, tramas e ideas nuevas, como es el caso de la mitad de la obra animada, este hilo conductor se rompe. El final de la primera temporada es el mejor ejemplo de ello. Se da un final cerrado, y, sin embargo, la segunda temporada empieza como su continuación. Y, tras ello, la tercera temporada, que debería de encontrarse cronológicamente mucho antes ya no solo de la segunda, sino de la mitad de la primera, pierde el sentido.
El visionado, en sí, no es incómodo, tiene una buena animación, teniendo en cuenta que la primera temporada se estrenó en 2008. Y precisamente por ello, el anime es tan confuso. Debemos de ser conscientes de que la obra original se empezó a publicar en 2006 y de manera mensual. No había contenido suficiente para una serie de 24 capítulos. El “relleno” era necesario. En cuanto a la segunda temporada, se estrenó dos años después, en 2010 y contó con 12 episodios. Si bien en la primera adaptación se contaba con las bases del manga, esta es completamente original. Una manera de, intentar al menos, encarrilar aquel extraño final que se le dio a la primera.
A partir de este mundo, la historia vuelve a sus cauces, la narrativa despega. La calidad del anime llega a sus máximos. La tercera temporada, Book of Circus, se estrenó en 2014 y contó con 10 capítulos, abarcando todo el arco. En comparación con las anteriores temporadas, esta es claramente superior, no solo por los avances de la animación, sino por la calidad narrativa. Tras esta el orden de visionado serían los OVAS que adaptan el arco de Book of Murder, de ese mismo año, y la película Book of Atlantic del 2017. Cada una de estas adaptaciones empiezan y terminan con sus arcos homónimos. Esta nueva manera de tratar la obra hace que su visionado sea mucho más cómodo y placentero.
Té Oolong, el sabor oriental
Os seré sincera, el manga de Black Butler me encanta. Llevo leyéndolo años, y los que me queden. Es una obra con la que he crecido. Mi primer contacto con la mansión Phantomhive fue cuando tenía 13 años recién cumplidos, de hecho, mi regalo aquel cumpleaños fueron los tres primeros tomos. El manga es muy bueno, una completa locura para quien se adentre en su mundo y que deja muy buen sabor de boca. El anime ya si que juega otra liga, y es una que, al menos en sus dos primeras partes, yo no quiero jugar más de lo necesario (pero no me malinterpretéis, Alois me sigue pareciendo un personaje super carismático).
Black Butler fue el motivo por el que empecé a tomar té porque me parecía lo más chulo del mundo, aunque yo he sido siempre más de café (¿Cómo de pretencioso es eso?). Y dejando de lado mis opiniones sobre bebidas, este manga es realmente como un buen té. Un té negro, lleno de diferentes matices, que aúna culturas, recuerdos de grandeza y sabores exquisitos. Un té que debe dejarse reposar para que dé su mejor sabor y que puede acompañarse de mil y una maneras diferentes.
Si aún no conoces esta aclamada obra, te invito a hacerlo con un buen té. Te he dejado varias recomendaciones, por si no sabes cuál pedir. Siéntate y disfruta, con suerte un buen mayordomo te lo preparará con destreza. Al fin y al cabo, ¿qué tipo de mayordomo sería si no?
Lo mejor:
- La trama evoluciona con el tiempo.
- El dibujo es espectacular.
Lo peor:
- La periodicidad de la obra es un tanto lenta.
- El anime no le hace ningún favor.
- Algunos tomos están pendientes de reimpresión.
Black Butler
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica con sobrecubierta 11,5 x 17,5 cm
Tomos: 33 ()
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