
Las especulaciones al respecto no se han hecho esperar. A las suposiciones de un posible error por parte de la compañía, que pudiera haber anunciado la fecha sin tener un total acuerdo interno, se suma la opción de que sea una estrategia comercial para evitar que su llegada al mercado no se vea eclipsada por la aparición del mini-iPad que Apple tiene previsto lanzar a finales de este mismo año. Esta situación sería similar a lo que ocurrió durante el lanzamiento de su última portátil, que coincidió con la llegada del iPad 2.
En todo caso no hay ningún pronunciamiento oficial por el momento, con lo que no se puede afirmar con rotundidad que estas especulaciones tengan más peso que el de un rumor. A la espera de acontecimientos, todas las informaciones vertidas no hacen más que crear más expectación en torno a la próxima apuesta de la gran N en cuanto a la próxima generación.
Hasta la fecha, toda la información que ha visto la luz sobre esta nueva plataforma parece indicar que Nintendo continúa con la filosofía que ha seguido en los últimos años. La búsqueda del entretenimiento y la reescritura del concepto del videojuego se sitúan por encima de la apuesta por un hardware más potente que el de sus principales competidoras. Con una identidad muy marcada y un creciente entusiasmo por las posibilidades de la conectividad a Internet, el rumbo de la compañía parece muy definido.
Fuente: Gamerzona
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