El General de los Tres Reinos, Kongming luchó durante toda su vida combatiendo innumerables batallas, lo que le convirtió en el estratega consumado que era. Así pues, en su lecho de muerte deseaba renacer en un mundo pacífico… y acabó siendo enviado directamente a la central de las fiestas modernas, ¡Tokio! ¿Puede adaptarse un brillante estratega como Kongming a los ritmos salvajes y más aún, a los fiesteros más asalvajados?
Ficha
Título: Paripi Koumei
Género: Musical, drama
Fecha de estreno: 31-03-2022
Episodios: 12
Dirección: Osamu Honma
Diseño de los personajes: Kanami Sekiguchi
Música: Genki Hikota
Duración: 25 minutos aprox.
Estudio de animación: P.A.Works
Página web: https://paripikoumei-anime.com/
La sorpresa más divertida (Por Pirita)
Antes de continuar con esta reseña me gustaría recomendar al lector que eche un vistazo al opening de Paripi Koumei. Tras verlo cualquier persona con sangre en las venas tendrá dos preguntas: “¿qué?” y “¿cómo me quito la canción de la cabeza?” Paripi Koumei es una mezcla que no debería funcionar y, sin embargo, no solo funciona sino que probablemente sea una de las mejores series del año.
Surrealista es quedarse corto al hablar de la premisa de Paripi Koumei. Zhuge Liang, un famoso estratega chino de la época de los tres reinos, desea en su lecho de muerte vivir en una época más tranquila. Y su deseo se convierte en realidad al verse transportado al Japón actual donde conocerá a la joven cantante Eiko. Ambos formarán una amistad donde Zhuge Liang, conocido como Kongming, ayudará a Eiko a alcanzar la fama.
Para ayudar a Eiko, Kongming usará todas sus habilidades estratégicas. Pero mientras otras series se hubieran quedado en el tópico del estratega perfecto, Paripi Koumei nos muestra como Kongming investiga a los rivales y usa los recursos a su alcance para llegar a la victoria. Estas soluciones van desde fingir problemas técnicos en una actuación, hasta preparar una bebida para arreglar la garganta a un cantante. Por otro lado, el personaje de Eiko es muy interesante. Es alguien que, aunque ama la música y es muy habilidosa, todavía duda de si misma. Afortunadamente la amistad va poco a poco quitando sus complejos y haciendo que Eiko sea más segura de sí misma. Por supuesto, el resto no se queda a la zaga y complementan perfectamente a la pareja protagonista.
Paripi Koumei es una serie que a través de una premisa absurda es capaz de contar una historia sobre la superación, la amistad y el amor por la música. Cada episodio nos enseña con todo lujo de detalles, a través de los planes de Kongming, cómo funciona el mundo de los cantantes amateur. Además la serie no duda en mostrar momentos emotivos, como la depresión de Eiko o la ansiedad crónica del rapero Kabetaijin. Estas escenas contrastan perfectamente con todo cómico de la serie creando un conjunto maravilloso.
Técnicamente, la serie es soberbia y uno de los mejores trabajos de P.A. Works. La animación es espectacular y la serie no duda en cambiar el estilo cuando quiere acrecentar algún punto cómico. Obviamente el apartado sonoro es excelente y las canciones son espectaculares y muy pegadizas. Mención especial para el maravilloso opening que captura la esencia alocada , pero divertida de la serie.
Quizá el mayor problema de Paripi Koumei es haberse emitido a la vez que Spy x Family, porque si no perfectamente podría haberse convertido en la serie del año. Comedia, algo de drama, un argumento loco pero muy bien llevado, convierten a esta serie en la revelación de la temporada y quizá del año.
Valoración
- General: 5
- Guion: 5
- Animación: 4
- Diseño: 4
- Música: 5
Chiki Chiki bam bam (por Cooperlynch)
Los animes musicales son una de mis auténticas debilidades, pero sólo si estos son capaces de llegarme a la patata, transmitirme algo especial. Si a esto además se le añade originalidad, buena música y personajes con carisma ya tenemos una combinación absolutamente ganadora. Y es que a primera vista, mezclar la historia de los Tres Reinos con la vida de unos artistas que parecen haber perdido el rumbo parece una tarea casi imposible, pero esta serie lo logra. Es fascinante ver cómo la sabiduría de un personaje como Kongming, y sus consejos de estratega militar, se abren paso en el Shibuya del siglo XXI para lograr que una artista con talento como Eiko logre la fama.
Lo que es también interesante es que a veces Kongming no interviene directamente para ayudar a Eiko, sino que simplemente le proporciona sutilmente las “herramientas” para que esta pueda vencer sus miedos y demuestra su gran talento. Lo mismo hace con otro gran personaje como es Kabetaijin. Digamos que Kongming sabe tocar las teclas adecuadas para sacar el potencial de cada uno. Paripi Koumei sabe manejar perfectamente el ritmo entre drama y comedia, y si bien tiene muchos momentos disparatados y surrealistas, también sabe tocar nuestra fibra sensible, por lo que el equilibrio es perfecto.
Técnicamente la serie tiene un nivel muy alto. El acabado y los efectos de luz están perfectamente logrados, por lo que la ambientación es perfecta. A esto se tiene que añadir un acertadísimo diseño de personajes, que desborda personalidad, sobre todo el de Kongming, que rezuma dignidad y autoridad, aunque también bondad. En cuanto al apartado musical, siendo la piedra angular de la serie, solo puedo decir que es sobresaliente. El electro pop convive con temas pop muy bonitos, pasando por el rap y el hip hop, así como diversos ritmos urbanos. Y por supuesto es imposible pasar por alto uno de los openings más vistosos y pegadizos que he escuchado jamás. Se te queda grabado a fuego.
Paripi Koumei es una de las joyas recientes del mundo del anime. Es una serie que os emocionará y os hará sonreír a partes iguales. No os la debéis perder.
Valoración
- General: 4
- Guion: 5
- Animación: 4
- Diseño: 4
- Música: 5
Un plan sin fisuras (por Corj)
No son pocos los isekai que se estrenan en cada temporada de anime y que nos cuentan una y otra vez prácticamente la misma historia. Esto no quiere decir que todos sean iguales, por supuesto los hay mejores y peores. Pero la sensación siempre suele ser la misma: esto ya lo he visto antes. Pues bien, para sorpresa (más bien sorpresón) de todo el mundo, este año ha llegado Paripi Koumei para darle una pequeña vuelta al subgénero y hacer que nos divirtamos como hacía tiempo que no ocurría.
Es cierto que, aparte de por los spokon, también tengo mucha debilidad por las series y películas centradas en el mundo de la música, por lo que esto hace que Paripi Koumei sume muchos puntos. Sin embargo, esta no es su única virtud, sino que puede que lo que haga que la serie resulte tan entretenida y divertida sean sus personajes. Todos ellos son carismáticos a más no poder, destacando sobre todo a la pareja protagonista formada por Zhuge Liang y Eiko. Resulta muy interesante ver como un estratega tan importante del período de los Tres Reinos se adapta tan rápidamente a una época tan alocada como la que vivimos actualmente y, encima, ayuda a una cantante a intentar alcanzar su sueño.
Si bien el camino hacia lo más alto no es nada fácil, Eiko puede dar gracias de tener a su lado a gente como Zhuge Lang o Kobayashi, el dueño del bar en el que trabaja. Las estrategias del primero son primordiales para que la joven alcance ese éxito que tanto desea, que también se merece, pero que parece que no crea que puede llegar a obtener. Y del segundo, qué decir, literalmente le salvó la vida y la hizo encontrar un propósito por el que seguir hacia adelante.
Además de todo esto, Paripi Koumei no solo destaca en lo que respecta a su historia o a sus personajes. La serie también cuenta con un apartado técnico que está a un nivel por encima de la media. Tanto el dibujo, como la animación son espectaculares, pero si hay algo que sobresale es su apartado musical. Todas las canciones que suenan durante el anime son tremendas y pegadizas, en especial ese opening del que tanto se ha hablado desde que se estrenó.
Así pues, puede que Paripi Koumei pasara un poco desapercibida cuando se lanzó el calendario de estrenos de la temporada de primavera, se ha convertido por mérito propio en una de las series del año. Lo tiene todo: es divertida, emotiva, entretenida y, además, su apartado sonoro es excelente. No hay mucho más que se le pueda pedir a un anime para querer devorarlo.
Valoración
- General: 4
- Guion: 4
- Animación: 4
- Diseño: 4
- Música: 5
Música para conseguir la paz mundial (por Marina)
Más allá de tener el mejor opening de la temporada de primavera, Paripi Koumei es un tesoro, al igual que su protagonista, Kongming, uno de los estrategas militares chinos más conocidos de la historia. Tras su muerte en el año 234 d.C., Kongming desea renacer en una era más pacífica y así es como, de repente, aparece en el Tokio moderno, en pleno Halloween, con su túnica taoísta y su icónico abanico de plumas de grulla.
Su primera interacción real es con la joven camarera y aspirante a cantante Eiko en un club nocturno. Después de descubrir su habilidad poco apreciada, Kongming jura asegurar su éxito y, a pesar de la apariencia de cosplayer a tiempo completo, o de friki de la historia china, Eiko le acoge y acepta su ayuda. Lo que ella no sabe es que sus antecedentes le han preparado para ser el mánager perfecto, logrando urdir varias estratagemas para atraer al público y mantenerlo enganchado a todo lo que Eiko les tiene que ofrecer.
Kaede Hondo, a quien muchos conocerán por interpretar también a Sakura en Zombieland Saga, hace un trabajo fantástico de nuevo como Eiko. De hecho, es justo decir que Paripi Koumei hace por la música de clubes nocturnos japonesa lo que Zombieland Saga hizo por la música de las idols: insuflar vida a un género ahogado en el que los cantantes no son nada atractivos. A lo largo de su sinuoso camino hacia el éxito, Eiko y Kongming conocen a otros aspirantes a raperos y cantantes, quienes resultan indispensables para enriquecer la historia y quienes terminarán asimilando el mensaje de Kogming de “conseguir la paz mundial” a través de la música.
De hecho, cada canción que aparece en cada episodio deja con ganas de más. Ni la historia ni el guion resultan forzados, en parte porque los músicos adquieren destreza con la práctica y ninguno de ellos comienza como una fuerza imparable. Eiko empieza con la tarea de encontrar su voz, mientras que sus compañeros deben superar los remordimientos del pasado y la ansiedad por la actuación. Por su parte, Kongming es un estratega, un genio capaz de realizar hazañas que superan las capacidades humanas. La lógica que rodea a sus estrategias no es precisamente hermética, y eso está bien porque el anime no tiende a tomarse muy en serio a sí mismo, y tú tampoco deberías hacerlo.
No obstante, lo que más me ha impresionado es cómo Eiko y sus compañeros se enfrentan a la necesidad de conformidad de la industria musical. Los antagonistas son descritos como empresarios desalmados que valoran el beneficio por encima de la integridad y tratan a los músicos como herramientas para ganar dinero. Los villanos imponen el statu quo y nuestros héroes luchan contra él, añadiendo una capa de profundidad al conflicto que se cierne sobre el arco final de la serie. El elemento de sátira en juego expone poderosamente cómo la industria musical japonesa obliga a los artistas a comprometer su libertad de expresión y su moral para triunfar en un mercado que valora el beneficio por encima de la creatividad.
A nivel técnico, las actuaciones son lo más destacado del anime: coloridas, melódicas, energéticas, maravillosamente excesivas y ocasionalmente psicodélicas. Lo que diferencia fácilmente a Paripi Koumei de sus contemporáneos es la fabulosa producción de P.A. Works. Hacía mucho tiempo que no veía representaciones escénicas de anime hechas en 2D. Además, creo que sería difícil encontrar un anime reciente que preste más atención a los detalles que Paripi Koumei, desde las lecciones de historia china incorporadas al principio de cada episodio hasta las pequeñas formas en que cambian los créditos al final.
En definitiva, Paripi Koumei es una combinación ganadora de música sobresaliente, una presentación dinámica, comedia y un desarrollo de personajes consistente, con una premisa única. Sobre el papel, parecía que no podría hacer que la magia durara toda una temporada, pero llegó hasta el final y superó las expectativas. Habría sido ingeniosa, entrañable y perspicaz incluso sin la música, pero es ésta precisamente la que hace que este anime sea verdaderamente especial.
Valoración
- General: 4
- Guion: 4
- Animación: 4
- Diseño: 4
- Música: 5
VALORACIÓN FINAL:
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