Continuamos una semana más con la review de Orange 1×06, un nuevo capítulos del anime que se basa en el manga homónimo de Ichigo Takano. Este anime pertenece a la temporada de verano y retrata la vida adolescente de Naho, quien recibe una misteriosa carta de su “yo” del futuro. Avisamos que puede contener spoilers.
Kakeru se lanza preguntando quién le gustaría a Naho que se le declarase. Y en respuesta, ésta no sabe qué decir, pero sus amigas acuden en su rescate preguntándole a quién preferiría él.
En este capítulo se avanza tanto en los sentimientos como en la madurez de los personajes. Kakeru tiene muchas dudas sobre Naho realmente porque no quiere arrepentirse y tampoco quiere hacerle daño a nadie. Le pregunta a Suwa si no le importa que vaya ver los fuegos artificiales con Naho y éste le animará, a pesar de conocer sus sentimientos hacia ella.
Las circunstancias intentan parar el momento en que los dos ven juntos los fuegos artificiales, pero se produce hacia la mitad capítulo. Y con toda la confianza que parece tener ese día Naho le cuenta a Kakeru que le gustaría que fuera él quien se le confesase. Toda una sorpresa inesperada para un personaje tan exagerado.
Así comienzan momentos felices, avanzando algo en el tiempo. Continuando con planos fijos que no aportan nada. Pasamos al momento en que Naho termina leyendo la situación más trágica que aparece descrita en la carta de su “yo” futuro: “El accidente de Kakeru, no fue un accidente. Kakeru se suicidó y nos arrepentimos de haberlo dejado morir”.
Un jarro de agua fría porque pasamos al flashforward, justo al momento en el que todos le preguntan a la abuela de Kakeru sobre el accidente. Ésta les muestra la última carta de Kakeru en la que se disculpa por hacerle sufrir y confiesa que quiere reunirse con su madre. Este tema es muy delicado porque suponemos que la carga de la muerte de su madre es demasiado para él, pero aún nos faltaría mucho contexto para llegar siquiera a entenderlo.
Vemos a todos los amigos en un festival de verano en el que dejarán solos a Naho y Kakeru para que puedan disfrutar de tiempo solos, dado que a pesar de las palabras de “me gustaría que fueses tú quien se confesase”, ninguno de los dos ha dado el paso. Pero los confunden con una pareja cuando van a un stand a comprar una bebida.
Tras este momento, van al templo para rezar y pedir buenos deseos. Kakeru no le quiere confesar a Naho que le ha enviado un mensaje a su madre. Pero finalmente le dice a Naho que está arrepentido de no haber salvado a su madre porque el primer día de la escuela, volvieron todos juntos, por lo que él le envió un mensaje a su madre comentándole que no podría acompañarla al nuevo hospital y ese mismo día se suicida. Mucho para digerir para unos adolescentes.
Después de eso, Kakeru se marchará del festival y al día siguiente Suwa aparece de improviso en casa de Naho. “Yo también he recibido las cartas” será el final de este capítulo clave en la trama. Entre reír y llorar, este episodio está muy bien hilado aunque tal como está contado es incluso más trágico que en el manga, condensando muchísima información que debemos asimilar.
Suwa también conoce la verdad, ¿podrán salvar a Kakeru?
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