Milky Way Ediciones finalizó el pasado mes de febrero el manga A silent voice, con la publicación de su séptimo tomo. El manga de Yoshitoki Oima parece haber cautivado a miles de lectores y su final no ha dejado indiferente a nadie, llegando incluso a disgustar a muchos de los seguidores de la serie. Por ello, algunos redactores de Ramen Para Dos, seguidores de la obra, hemos querido ofrecer nuestra opinión sobre la serie y su desenlace.
Nota: ¡CUIDADO! La siguiente entrada puede revelar partes esenciales del final de la serie. Si aún no la has acabado, quizás es preferible que no sigas leyendo.
Charles Nibal opina…
Empecé A silent voice atraído por la temática. El tema del acoso escolar se toca en muchas series pero no conocía ninguna que hiciera de este su eje vertebrador. Y lo confieso: me producía curiosidad saber lo que tenían que decir los japoneses sobre este tema. Ahora, terminados sus siete tomos, me alegro de haberla leído.
Tuve que superar en el primer tomo la barrera que me supuso el dibujo (muy diferente a lo que estoy acostumbrado a leer), pero conseguí zambullirme de lleno en una historia diferente a lo que había leído hasta el momento. No tardé en sorprenderme a mí mismo esperando con impaciencia a que se publicase cada nuevo tomo. Y eso no me pasa con muchas series. Yoshitoki Oima ha conseguido engancharme gracias a la inteligente idea de hacernos empatizar no sólo con los acosados, sino también con los acosadores.
Respecto a su final, me gustaría destacar la humanidad que destilan los personajes en el último tomo. Prueba de la facilidad de la autora para diseñar personajes vivos (al menos los adolescentes) y clave del éxito de esta obra allá por donde pasa. Personajes que interpretan a la perfección su papel en un final algo edulcorado pero con giros y momentos memorables que construyen un cierre perfecto (aunque no apoteósico) para esta obra que sin duda releeré varias veces.
Creo firmemente que A silent voice debería ser de obligada lectura para todo adolescente. Es entretenida, sincera, a ratos divertida y lo más importante, muestra a la perfección que las personas no somos tan diferentes los unos de los otros. Incluso que acosadores y acosados comparten más similitudes de lo que se podría esperar. Un ejercicio de reflexión que, de hacerse más a menudo, evitaría muchos conflictos escolares.
Sergio opina…
Bien está lo que bien acaba, es lo que suele decirse, ¿no? Y sí, A silent voice ha acabado bien, aunque eso no significa que el trayecto haya sido un camino de rosas. Llegó el momento de compartir la odisea de Ishida y Nishimiya con todos vosotros.
Lo reconozco, cuando empecé a leer este manga me sentí enormemente contrariado por la forma en que se trataba un tema tan serio como es el acoso escolar. Me parecía que se había optado por dotar de naturalidad a dicho comportamiento, sin censurarlo en modo alguno. No obstante, todo cambió al percatarme que esa manera de ver los hechos era la propia de un niño despreocupado, sin consciencia de la repercusión que podían tener sus propios actos.
Tras esto, llegó la cruda realidad. No se es niño para siempre, y cuando te da por echar la vista atrás y afrontas esos actos desde una perspectiva más adulta, todos esos momentos adquieren una dimensión bien distinta. Eso mismo le ocurrió a Ishida, quien avergonzado por sus actos, tendría que cargar con una enorme losa para el resto de sus días.
Esta losa será evidente a lo largo de toda la historia, por más que Nishimiya intente hacer ver a Ishida que todo lo ocurrido fue cosa del pasado. En cada gesto, en cada mirada al suelo, en cada silencio, la losa siempre sigue ahí, tan pesada como siempre.
Pero como he empezado diciendo, esta es una historia que acaba bien, y esto es porque, volviendo a tirar de refranero, el tiempo todo lo cura. No es un final sorprendente, ni memorable, pero sin duda es el adecuado, un final humano. Y es que si la losa permanece inalterable, ¿qué mejor forma de reducir su carga que llevarla entre dos?
Cooperlynch opina…
A silent voice es una de esas obras que cuando se terminan dejan huella. Es entonces cuando se echa la vista atrás y se empieza a ser consciente del viaje que hemos realizado junto a la autora y sus personajes. Sin duda ha sido un viaje muy intenso, emotivo y sobre todo duro y veraz. No obstante, la propia autora ha reconocido que parte del argumento se basa en vivencias personales.
En A silent voice asistimos a una historia de redención grupal y de camino hacia la madurez en toda regla, una historia capitaneada por Shoya y Nishimiya. Él, un gamberrete total y ella una chica con sordera que sufre el abuso tanto de él como de otros compañeros. Sin embargo, no hay que desmerecer al resto de personajes, puesto que son secundarios de lujo con todas las de la ley.
El viaje que nos propone la autora tiene varias etapas. Con la inmadurez inicial somos testigos de todo un recorrido de sentimientos y evolución personal que pasa por el miedo, la incertidumbre, los celos, la inseguridad, el amor, la ilusión, la incomunicación o la desesperanza. Todo ello forma parte de la evolución de los personajes hasta que finalmente aceptan sus errores. Todos tienen defectos y todos tienen virtudes. Es impresionante la facilidad con la que su autora logra que empaticemos prácticamente con todos los personajes. Por último cabe destacar un final en el que se abre paso la experiencia adquirida, la madurez, la comprensión, la esperanza y sobre todo: el perdón.
A silent voice es una joyita que no debe faltar en cualquier biblioteca manga. Y como dice la canción: Ama, ama y ensancha el alma.
Annie opina…
A silent voice es una de esas obras que hay que leer alguna vez en la vida. Una historia que transmite la más pura realidad del ambiente escolar, más aún si hablamos de Japón, donde la actitud más reprimida de las personas desencadena en actos fatales para su crecimiento personal.
Este manga, de tan solo siete tomos, no trata de convertir a sus personajes en meras víctimas del acoso escolar, sino que trata de hacerlos crecer en un ambiente hostil para que logren superarse a sí mismos. Un mensaje que Yoshitoki Oima parece enviar a los que se puedan sentir más identificados, intentado mostrarles que lo importante es tener unas ideas claras para poder seguir adelante.
Sin duda, una obra redonda con un final redondo. Tengo que reconocer que me esperaba una tragedia, viendo el desarrollo del quinto tomo, y la verdad, creo que no me hubiera disgustado que fuera un final trágico. Sin embargo, este final, bien cerrado pero que da rienda suelta a la imaginación del lector, la hace especial y una obra muy completa de principio a fin. Algo que es muy difícil de conseguir cuando una historia empieza tan fuerte, tal y como hizo A silent voice.
Serra opina…
Por fin llegó el final de A silent voice, una de las historias que quizás más me han conmovido últimamente y que más recomiendo. Tenía ganas de leer el final, dado que había leído que mucha gente estaba descontenta con él. Pero tengo que reconocer que a mí me ha gustado. Porque a fin de cuentas, bien está lo que bien acaba, ¿no?.
A lo largo de la obra hemos visto como el acoso escolar, por desgracia tan habitual en la actualidad, es una losa que mina a la persona que la sufre. Pero poco a poco, hemos visto como Ishida y Nishimiya han logrado ver la luz al final del túnel. Aunque no ha sido un camino fácil debido a la desconfianza, la inseguridad o el miedo de los personajes nacido del maltrato que tan bien refleja Yoshitoki Oima.
A pesar de todo, han sido los amigos los que han conseguido salvarles. Amigos con sus diferencias personales, pero que al final han podido establecer una fuerte amistad. Y eso que al principio podía ser imposible.
Sí, ha sido un final feliz que quizás defraude a quien esperara algo más trágico. Pero no creo que Nishimiya, Ishida, o alguien que sufriera acoso escolar lo mereciera. De esta manera, se cierra una etapa oscura y se abre otra a la esperanza, al optimismo y a la felicidad.
A silent voice parece ser una obra que no nos ha dejado indiferente a ninguno… ¿qué decís vosotros? ¿os ha gustado la serie en general? ¡Dejad vuestras opiniones comentando en esta entrada!
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