Es por la tarde, vuelvo corriendo del colegio, pongo la tele en Telecinco…¡Casi no llego, Pokémon acaba de empezar!…Estamos ya en el año 2000, pero el anime en la televisión es mucho anterior. Toda una generación vivió en los 90 el auge de lo que hoy conocemos como clásicos: Los Caballeros del Zodíaco, Dragon Ball, Ranma ½, Sailor Moon…¿Por qué no podemos volver a sentarnos con nuestro bocata de Nocilla delante de la televisión?
Las costumbres, como la tecnología, cambian. Pero los buenos hábitos deberían promoverse y parece ser que en las televisiones esto no importa. Hablamos de la escasez de programas pensados para niños y no tan niños, la telebasura completa la parrilla sea el canal que sea ¿Esto es cultura? No lo tenemos muy claro, el anime al menos sí lo es. Quizás no todo pueda ser considerado apto a ciertas horas. Sin embargo, precisamente para ello existen franjas horarias de emisión en abierto.
Nos hallamos en una época en la que parece que por medios legales es complicado facilitar un medio que mueve miles de personas en toda España y ni siquiera hay una oferta televisiva mínima. De hecho, casi podemos considerar un logro que haya llegado al cine obras como Dragon Ball Battle of Gods. Pero, ¿por qué no se ha emitido por televisión?
Porque nadie la ha comprado. Pero ni en abierto, ni de pago; dejando a un lado Doraemon, Shin chan…¿Qué nos queda?
Hay una salida al mundo digital, movimientos legales que son una realidad. No obstante, el instrumento, por nuestras costumbres, continúa siendo sentarnos frente al televisor. Si ponemos por caso a los menores, de media los españoles dedican más tiempo a ver la televisión, en concreto dos horas y media, por encima de la media europea (2 horas y 14 minutos), o bastante lejos de Alemania (una hora y 33 minutos), según el estudio “Kids TV Report 2013” de la consultora Eurodata TV Worldwide.
Y las asociaciones que presionan por la no emisión de este tipo de contenido, quizás deba preocuparse por todo lo que se emite a cualquier hora en los grandes canales privados. No es necesario mencionar nada en concreto, a la mente vienen los “grandes programas con audiencias desorbitadas”. Tampoco juzgaremos estos programas, pero en lo que nos compete aquí: el anime; sí creemos en la diversidad cultural y en promover el multiculturalismo.
Si mencionamos datos concretos de lo que ha habido en los últimos años, podremos llegar a una simple cuestión: ¿No es suficiente para considerar que funcionaría? Hablamos de las cuotas por ejemplo de Canal Super 3 con el ciclo Ghibli. Según Kantar Media, Mi Vecino Totoro obtuvo un 3,4 de cuota o Laputa, castillo en el cielo un 2,1. Mientras que Dragon Ball La leyenda del dragón Shenron quedó segunda en cuanto a audiencias en el canal con un 2,8 ¿Y no podría obtener los mismos resultados Dragon Ball Battle of Gods?
Incluso si nos remontamos años atrás, entre el 2005 y el 2007 en Cuatrosfera se llegaron a emitir unos cuantos animes que superaban la media del canal y además con una franja de edad muy amplia, algo que permite pensar en un gran público objetivo. Niños y no tan niños podrían volver a disfrutar frente al televisor de grandes obras, antiguas y nuevas.
No tenemos una varita mágica para saber qué sucederá, pero tenemos claro que desde hace más de 20 años el anime ha formado parte del crecimiento de más de una generación y debería perdurar en el tiempo. La televisión sirvió como instrumento para dar a conocer esos “dibujos chinos” en tierras españolas.
Ramen Para Dos ya se ha sumado a la petición creada en Change.org ¿Y vosotros?
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