Es cierto que la categoría de «tifón» era una exageración, una forma de hablar, una manera de explicar que la climatología y la poca previsión de la organización se había llevado por delante un evento que esperaban todos los asistentes como «agua» de mayo. Es cierto que muchas voces claman contra la organización, que a todas luces parecen culpables de todo lo ocurrido, pero nosotros preferimos esperar y hablar con ellos antes de cargar las tintas.
Aún así al staff de Ramen Para Dos no lo detiene ni una tormenta tropical, por lo que aquí estamos, y algo haremos, aunque sea visitar la isla. Tranquilos que estamos vivos.
No podemos olvidarnos de Miguel Ortega de Dolmen Ed. que nos haya «apadrinado» y nos ha ayudado a buscar alojamiento y a sobrevivir con la «tormenta» que aquí se ha gestado.
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