Siguiendo con nuestra iniciativa 12 meses 12 autoras, el mes de marzo está dedicado a una autora que, hasta no hace mucho tiempo, sus obras estaban inéditas en España. En esta ocasión vamos a hablaros de Moto Hagio, una de las mangakas que está dando mucho qué hablar gracias la editorial Tomodomo quien, hasta el momento, ha publicado sus obras en nuestro país. Además, de ser considerada una de las fundadoras del shôjo moderno es una pionera en la industria del manga.
Una camino difícil hacia el éxito
Moto Hagio nació el 12 de mayo de 1949 en Oomuta, situada en la prefectura de Fukuoka de la isla de Kyushu. Pertenece a la generación del baby boom japonés de la postguerra. Desde pequeña se interesó por el dibujo gracias a que tuvo acceso al cómic en las librerías de alquiler, así como las donaciones de libros de otros alumnos de la escuela. Sus padres eran muy reticentes y se oponían totalmente a un medio que consideraban vacío y vulgar. Mientras aún se encontraba en el instituto la obra Shinsengumi de Osamu Tezuka tuvo tal impacto en ella, que decidió convertirse en dibujante. Además del Dios del Manga, la autora ha reconocido la influencia de otros autores como Shotaro Ishinomori e Hideko Mizuno.
La continua presión paterna para que abandonase su trabajo no hacía más que agravar su situación en casa, por lo que sus historias fueron una vía de escape donde refleja sus sentimientos a través de diversos personajes. Pero sin rendirse en el sueño de su vida, en 1969 debutó como dibujante a los 20 años de edad publicando su primera historia corta titulada Lulu to Mimi en la revista mensual de corte shôjo Nakayoshi, perteneciente a la editorial Kodansha. Siguió trabajando con ellos durante un tiempo, a pesar de que no estaban muy contentos con el tipo de historias que ella realizaba.
Posteriormente, conoció a su futura compañera de profesión y de piso Keiko Takemiya. Esta la presentó ante su editor Junya Yamamoto, quien decidió publicar todos aquellos trabajos de Hagio que Kodansha había rechazado. Estos fueron publicados en la recién creada revista Shojo Comic. Pocos años después de su comienzo, vio la luz la historia corta Juichigatsu no Gimunajiumu (The November Gymnasium), en la que se trata de abiertamente una historia de amor entre dos chicos en un internado. Esta publicación se enmarca dentro de un gran movimiento realizado por mangakas mujeres que fueron las pioneras del shonen-ai, un género dirigido hacia el público femenino sobre historias amorosas entre hombres.
En 1974, la autora decidió retomar dicha historia, creando para ello más contenido en lo que acabaría siendo Thomas no Shinzo. Un par de años más tarde le fue otorgado el Premio de Manga de Shogakukan por sus historias de ciencia ficción ¿Quién es el 11º pasajero? y El Clan de los Poe. En 1981 publicó la antología A-A’, una colección de tres relatos cortos donde ahonda en los temas de identidad personal y de género, así como sobre la memoria en un futuro cercano en el que la manipulación genética ha acabado creando a seres con una inteligencia superior. A pesar de ello tienen problemas para comprender las emociones humanas debido a la clonación, un hecho bastante común.
Siguiendo el camino del sci-fi entre 1985 y 1987 publicó Marginal, su primera serie larga en la revista Petit Flower de Shogakukan, donde muestra una distopía futurista donde las mujeres han desaparecido excepto una que es la Madre de todos los hombres que habitan el planeta en ese momento. Dentro de este género también se encuentra Barbara ikai (Barbara, el otro mundo, 2002-2005), obra por la que obtiene en 2006 el galardón Nihon SF Taisho. que es el Gran Premio de Ciencia Ficción de Japón. El último manga que recibió dicha conmemoración antes del de Hagio fue Pesadillas de Katsuhiro Otomo en 1983.
Entre sus principales influencias se encuentran autores literarios como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke y Robert Heinlein, ejemplos que se notan a primera vista en sus obras más famosas pertenecientes al mismo género. También admira a Ray Bradbury (que conoció en persona), a quien adaptó al manga en historias cortas como en varios de sus relatos del compendio R is for Rocket.
Hagio no solo se dedicaba a la ciencia ficción, también tocó temas realistas como hizo en Zankokuma Kami ga Shihai Suru (Reina un dios cruel, 1992-2001), una historia donde un adolescente asesina a su padrastro para vengarse de los abusos sexuales que sufrió. Accidentalmente mata también a su madre, lo que levanta sospechas de su hermanastro, quien decide investigar por su cuenta. Esta serie además de ser la más larga con 17 tomos destaca en su carrera por su complejidad narrativa y psicológica. En 1997 obtuvo el Premio de excelencia Cultural Osamu Tezuka, uno de los más importantes en el mundo del manga.
Otro ejemplo a destacar es Queen Margot (Ohi Marugo) su obra más larga hasta la fecha, que comenzó en 2012 y finalizó en 2019. Esta obra trata la vida de la reina Margarita de Valois en la Francia del siglo XVI, enmarcándose en uno de los temas principales que tenían en común las autoras del grupo del 24: la pasión por Francia. También tuvo una época en la que se acercó al mundo del ballet con una colección de relatos cortos.
Por otro lado, hasta escribir la historia autoconclusiva de Iguana no Musume, Hagio no había ambientado sus trabajos en el Japón contemporáneo, lo que supuso un cambio a partir de entonces en las obras de la autora. Años más tarde participó en la película Domotama no Shi con un personaje propio. En 2009 se celebró una fiesta para conmemorar sus 40 años como mangaka. También ha sido profesora invitada en la Universidad Joshibi de Arte y Diseño. De cara a los años actuales en 2015 acabó otra serie de ciencia ficción, Away.
El Grupo del 24
Aunque cada vez más nos encontramos con obras firmadas por autoras en nuestro mercado del manga, el número es realmente bajo comparado con todos los mangakas masculinos que se publican tanto dentro y fuera de Japón. Pero en este apartado nos gustaría centrarnos en una etapa donde las mangakas tuvieron un protagonismo esencial para la historia del manga tal y como la conocemos.
El conocido como Grupo del 24 o del 49 es el nombre con el que se conoce al grupo de mujeres mangaka nacidas alrededor del año 1949, o en otras palabras: el año 24 de la Era Showa. Varias de ellas ya se conocían como es el caso mencionado anteriormente de Hagio y Takemiya. No se sabe con exactitud cuantas autoras pertenecen a este grupo, pero algunas de ellas son Riyoko Ikeda (La Rosa de Versalles), Yumiko Oshima, Yasuko Aoike (Eroica yori Ai wo Komete), Toshie Kihara (Mari to Shingo), Minori Kimura (Okurimono), Yumiko Oshima (Wata no Kuni Hoshi), Keiko Takemiya (La balada del viento y los árboles), Mineko Yamada (Sogen no Okami) y Ryoko Yamagishi (Arabesque). Por otro lado, se habla de un segundo grupo conocido como el post 24, formado por Aiko Ito, Yukiko Kai, Wakako Mizuki, Yasuko Sakata, Shio Sato y Michi Tarasawa.
Este grupo supuso una revolución para el manga, concretamente para el shôjo, ya que a partir de este movimiento se desarrollaron los diferentes subgéneros que conocemos actualmente. Y no solo eso, ya que es una fecha clave que permitió la entrada de bastantes mujeres artistas a la industria del manga. Gracias a esto se revolucionó la forma de crear mangas, ya que el estilo evolucionó y se alejó de la distribución tradicional de las viñetas. Se comenzó a usar una configuración distinta que se centraba más en las escenas de acción, por ejemplo, quitando los bordes a las viñetas.
Como se ha recalcado anteriormente uno de los temas más habituales en este grupo era el realizar obras basadas en personajes históricos de la realeza francesa o simplemente ubicados en escenarios de este país, destacando de esta manera una francofilia entre las diversas autoras que a día de hoy sigue latente en Japón. Ejemplos de ello son La balada del viento y los árboles o La rosa de Versalles, obra que recibe además en 2008 la Legión de Honor por la difusión de la cultura francesa.
A pesar de compartir temas como los ya mencionados shojo y shonen-ai, cada autora tiene su propio estilo de dibujo y varían las temáticas de sus obras. Ryoko Yamagashi al haber estudiado ballet de pequeña vuelca esta influencia en sus obras como Arabesque, donde trata la vida de una bailarina soviética. Por su parte, Yumiko Oshima se aleja de los géneros tradicionales y es considerada la creadora de los nekomimi (humanos con atributos de gato). Aunque son muchas autoras las que habría que estudiar para comentar este apartado, se puede decir que el grupo se caracteriza sobre todo por realizar historias cortas que mezclan temas realistas y ficticios. Un claro ejemplo es el que nos encontramos en Catarsis de Moto Hagio que comentaremos a continuación.
Sus obras en España
Moto Hagio era una autora desconocida para muchos e inédita en España hasta el año 2016, cuando Ediciones Tomodomo publicó su primera obra ¿Quién es el 11º pasajero?. Considerada una de las obras clásicas del manga de ciencia ficción, nos encontramos con una historia donde los candidatos a ingresar en la Universidad Estelar tienen que superar una prueba para ser elegidos por la institución. En uno de los grupos formados por diez personas tienen que sobrevivir encerrados en una nave a la deriva de un planeta deshabitado. Pero cuando entran en la nave se dan cuenta de que allí hay alguien más…
Esta es la primera obra de ciencia ficción de la autora, algo que llevaba años queriendo realizar desde joven por la influencia de los autores que leía por entonces que ya hemos comentado (Asimov, Bradbury, K. Dick…). La autora profundiza en las distintas civilizaciones y culturas que hay en el universo, así como explorando con los diferentes personajes la identidad de género. Además recordemos que, junto a El clan de los Poe, le permitió ganar el premio Shogakukan de 1976.
Un par de años más tarde, en 2018, llegó un nuevo tomo único publicado por la misma editorial. Catarsis es un compendio de historias cortas seleccionadas por la propia autora a lo largo de su carrera. A lo largo de 12 historias nos encontramos con relatos que oscilan entre 1971 y 1998. Van desde historias más costumbristas y adorables hasta historias oscuras y lúgubres con elementos ficticios. Aunque la más llamativa es la que da título al tomo, ya que hace un análisis de temas bastante duros como la muerte, el suicidio o lidiar con los familiares. Por otra parte ahonda en los matrimonios japoneses o presenta alguna historia donde la clave se encuentra en la fórmula humorística. Algo muy raro respecto a sus demás historias ya que cambia totalmente de tema frente al que estaba habituada.
Finalmente El Clan de los Poe, es una de las obras más famosas de la autora llegó a nuestro país recientemente, cuyo segundo y último tomo se publicó el pasado mes de febrero. Esta es su serie más larga hasta la actualidad (cronológicamente hablando), ya que desde hace unos años retomó dicha obra para desarrollar nuevas historias relacionadas con el universo que creó entonces. Tomodomo está haciendo una gran labor trayendo las historias de la autora, así que todos aquellos interesados en la autora están de enhorabuena, ya que están trabajando en la licencia de Thomas no Shinzo. Y esperemos que lleguen más títulos.
Cualquier persona amante del manga, así como de las historias de ciencia ficción, principalmente ya tiene tarea pendiente si no ha leído aún a Moto Hagio. Aunque esto son solo unas líneas muy generales, las obras que tenemos disponibles en España se centran en dicha temática. En definitiva, estamos ante una autora que es muy importante para la historia del manga, tanto de forma individual como en conjunto con su grupo, que marcó una época para las mujeres en una industria llena de obstáculos y dificultades. A pesar de que sus historias ya tienen bastantes años a sus espaldas nunca es tarde para que nos sigan llegando series que hace años nunca pensaríamos ver publicadas en España. Todo un acierto y una apuesta segura con la que gracias a Tomodomo podamos ver más mujeres mangaka, tanto clásicas como modernas con obras, editadas en nuestro país.
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