Map of the Sounds of Tokyo, rodada en Barcelona y mayoritariamente en la capital nipona, nos muestra la vida de Ryu (Rinko Kikuchi), una chica solitaria de aspecto frágil que contrasta con la doble vida que lleva: de noche trabaja en una lonja de pescado en Tokio y esporádicamente recibe encargos como asesina a sueldo.
Asimismo la película nos desvela la imagen de un poderoso empresario, el señor Nagara, que llora la muerte de su amada hija Midori. Nagara culpa de esta tragedia a David, un hombre de origen español que posee un negocio de vinos en la ciudad. Un empleado del padre de Midori, Ishida, dolorido por la muerte de ésta y a quien amaba con locura, contrata a Ryu para que asesine a David a modo de venganza…
Un ingeniero de sonido obsesionado con los sonidos de la ciudad japonesa y con la figura de Ryu es el mudo testigo de esta historia de amor y drama, la cual se adentra en las sombras del alma humana allí donde sólo el silencio es elocuente.
La actriz japonesa que interpreta a Ryu, Rinko Kikuchi, es conocida por haber trabajado anteriormente en Babel y por haber dado voz a uno de los personajes de The Sky Crawlers, película de animación japonesa dirigida por Mamoru Oshii.
Según Coixet, su película es una historia de amor muy física y de una belleza trágica. Es una historia de amor entre dos personas muy diferentes y extrañas, que encuentran un nexo común en el sexo.
Os dejamos, para finalizar, unas notas de la directora sobre esta película que, sin lugar a dudas, será muy especial:
Las películas, como las melodías o los poemas nacen de extraños encuentros, de asociaciones a menudo incongruentes pero siempre mágicas. En el caso de Map of the Sounds of Tokyo, la historia se me apareció en el mercado de pescado de Tsukiji, en Tokio. Imagino que el olor de atún fresco y algas y ostras, los gritos de los subasteros, el fragor de los miles de cajas siendo arrastradas y la peculiar luz de los fluorescentes a las cuatro de la mañana, tuvieron mucho que ver. O quizás tuvo que ver, el desayuno de sopa de miso y makis de anguila. O el rostro pétreo de una chica, que manejaba con destreza una manguera y que se negó enérgicamente, con una decisión poco habitual en Japón, a ser fotografiada por mí.
Fuente: RTVE
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS