El British Museum de Londres ha realizado una de las mayores exposiciones de manga fuera de Japón (y casi me aventuro a decir que también dentro de Japón). Pocas veces se ha podido ver una recopilación de originales de páginas e ilustraciones de autores japoneses fuera de Japón, pero hacerlo con tanta cantidad, calidad y variedad es algo bastante complicado, pero los británicos lo han conseguido. Comisariada por Nicole Rousmaniere, es una puerta abierta para el visitante al mundo del manga, una oportunidad de ver la calidad y variedad artística de este medio. Una oportunidad única para conocer y que podáis disfrutar, los que no hayáis podido acercaros a la capital británica a disfrutar de esta maravillosa exposición.
Un manga para todo el mundo
La exposición es una oportunidad de tener un pedacito de la historia del manga en 200 años que muestran que el manga es un medio artístico al mismo nivel que otras disciplinas y que tiene una capacidad de atracción para todo tipo de personas. El tópico ‘un manga para cualquiera’ se pone de manifiesto en la exposición y creo que consigue mostrar la riqueza y variedad.
La exposición navega por la historia del manga tal cual ola de Kanagawa. Y después de una breve introducción a través de la serialización y editores en revistas, nos meten de lleno en materia. A través de las páginas originales de todo tipo de autores, nos sumergimos en una variedad y riqueza sorprendentes. El propósito de esta exposición es dar a conocer la calidad incuestionable del manga y sus autores, pero es una oportunidad única de poder disfrutar de esos originales, que se elevan a obras de arte, y bajo mi punto de vista, tal y como se merecen.
El manga como arte
Un viaje de placer por los sentidos para el visitante que irá desde la gran cortina del teatro de kabuki Shintomiza, que data de 1880 hasta la influencia del manga en anime, videojuegos y cultura popular a través de multitud de ejemplos. Una exposición grande en el espacio y espíritu que se podría dividir en varias secciones algo apabullantes que nos darán un visión muy completa de todo lo que representa el manga dentro de Japón pero, mucho más si cabe, la influencia en el resto del mundo. Ante todo hay que remarcar que el manga se produce en revistas impresas y cuál es el papel de los editores, aunque sea vagamente, que aconsejan a los autores en sus publicaciones.
Como no podía ser de otra manera los autores y sus ‘personajes’ son los protagonistas de la exposición. Pasando por autores históricos e icónicos del manga como no podía ser de manera espectacular y visionaria la figura de Osamu Tezuka, pero es un punto de partida, pues no faltan autores como Akira Toriyama, Katsuhiro Otomo, Yoichi Takahashi, Eiichiro Oda, Masashi Kishimoto, Fujio Akatsuka, Hirohiko Araki y un largo etcétera, destacando, para mí personalmente a Takehiko Inoue, que realizó expresamente para la exposición tres originales de su obra Real. Cabe decir que la presencia de la mujer era más que notable, como no podía ser de otra manera, con obras originales de Moto Hagio, Keiko Takemiya, Kanata Konami, Hikaru Nakamura, Akiko Higashimura. Sé que no nombro a muchos otros masters del manga que estaban en la exposición, pero la lista sería bastante larga.
En definitiva, una exposición que sigue elevando al manga a la categoría de arte como no se había visto antes. El poder ver tantos originales tanto modernos como antiguos, de obras que son historia del manga como Astroboy, Ashita no Joe, Dragon Ball, Jojo’s bizarre Adventure,… es un privilegio y una delicia ver originales corregidos, páginas dobles, etc,… tanta calidad y riqueza artística junta en una misma sala. Con las imágenes que os dejamos a continuación, esperamos que os hagáis una idea de lo profundo, rico y variado que se ha podido ver en esta magna exposición.
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