Tras más de 40 años en la industria de los videojuegos, Square Enix sigue apostando por el género que revitalizó su compañía y la salvó de la quiebra alrededor del año 1987. En 2016, se anunció la creación de un estudio llamado Tokyo RPG Factory, cuyo propósito iba a ser el desarrollo de títulos clásicos e indies del popular género de rol japonés pero con una perspectiva diferente.
El estudio debutó en PS Vita y PlayStation 4 con I am Setsuna en julio de 2016 y gracias a la buena acogida que tuvo en su primer año, se convirtió en uno de los títulos que estrenaron la nueva consola híbrida Nintendo Switch el 3 de marzo de 2017. En apenas dos años, Tokyo RPG Factory publicó su segundo título, Lost Sphear, que no tiene nada que envidiar a su predecesor y del cual hablaremos en este análisis.
Lost Sphear debutó en 2017 en su país de origen y llega a Europa en 2018 para las plataformas Nintendo Switch, PC y PlayStation 4, tanto en formato físico como en digital, versión que reseñamos en este artículo. Este juego revoluciona la jugabilidad del clásico rol japonés metiéndonos en la piel de Kanata, quien junto a sus compañeros tratará de salvar el mundo a través de los recuerdos.
A pesar de las peticiones de los jugadores, esta segunda entrega de Tokyo RPG Factory llega a Europa traducida únicamente al inglés y con voces en japonés, una práctica que, por desgracia, se está volviendo muy habitual en este tipo de títulos. Persona 5, I am Setsuna, Ys VIII Lacrimosa of Dana, Danganronpa, Cyberdimension Neptunia… son solo algunos ejemplos de la larga lista de títulos que optan por este sistema.
Por suerte para los menos versados en el idioma inglés, la profundidad de la historia no abusa en exceso de diálogos complejos ni tampoco dentro de las relaciones interpersonales, por lo que es posible seguir la historia sin mucha dificultad.
El mundo perdido en la niebla de las memorias
La historia nos traslada a la pacífica aldea de Elgarthe, donde viven el trío de protagonistas principales Kanata, Lumina y Locke. Un día deciden ir al lago del bosque a pescar algunos peces para la cena y cuando regresan a la ciudad se dan cuenta de que ha sido envuelta en una especie de niebla blanca y ha desaparecido por completo.
Desconcertados por este extraño fenómeno bautizado como Lost, Kanata descubre que tiene el poder para recuperar las cosas que han sido perdidas utilizando pequeños fragmentos conocidos como memorias. Estas proceden de un cúmulo de sentimientos, emociones y pensamientos que guardan las personas en el interior de su mente, pero también se encuentran en objetos que guardaban una relación importante con aquello que se ha perdido. Tras despertar su nuevo poder, decide embarcarse en una aventura para restaurar el mundo a su estado original.
Al principio de la aventura muchas de las zonas del mapa estarán completamente perdidas y no se podrá acceder a ellas, pero a medida que el jugador recupere las memorias suficientes, podrá ir restaurando las diferentes zonas del mapa. La acción de restaurar será crucial para la aventura, pues muchas de las zonas que se han perdido son artefactos especiales que otorgan ventajas del mundo como mayor velocidad de movimiento en el mapa, así como también bonificaciones y mejoras para las habilidades físicas y mágicas durante los combates.
A primera vista nos encontramos ante un argumento que calificaríamos de predecible, cuyo único punto fuerte es evocar la nostalgia de los jugadores de la vieja escuela con el sistema de combate y los gráficos más clásicos. No obstante, a medida que avanza la historia los desarrolladores intentan sorprender y dar una vuelta de hoja a la trama desvelando algunos secretos y atando cabos pendientes que consiguen aportar una mayor sensación de profundidad.
Pero es importante señalar que durante las primeras horas de juego no veremos estas estrategias argumentales, ya que reservan su aparición para la extensa recta final. El adjetivo extenso se aplica porque dicha recta final perfectamente puede durar un total de diez horas o más.
En mi opinión, Tokyo RPG Factory no ha sabido encontrar el equilibrio argumental y narrativo al concentrar todas las sorpresas y revelaciones para la recta final. Al principio es cierto que esta táctica consigue captar toda la atención del jugador y aumentar sus ganas de seguir adelante y completar la historia, pero tras varias horas viajando de un lado para otro, es difícil abandonar la sensación de que pudiendo bordar el final, se ha optado por complicarlo y sobre extenderlo más de lo necesario.
Un sistema de combate clásico con muchas estrategias y tácticas
Como ya he mencionado anteriormente, los jugadores más veteranos del género RPG encontrarán la joya de Lost Sphear en el sistema de combate. Este sigue un formato clásico por turnos, pero cuenta con algunas características especiales que le añaden un toque de dificultad para aquellos que busquen la maestría en la batalla.
A la hora de atacar los jugadores podrán elegir la posición del personaje, algo que será especialmente útil para ataques con área de efecto o que puedan golpear a más de un enemigo. Aunque ojo, ya que de la misma forma que los jugadores pueden utilizar la localización de los enemigos a su favor para maximizar el daño de los ataques, los enemigos también pueden usarla en nuestra contra, así que el correcto posicionamiento de los cuatro personajes que podemos llevar con nosotros en el equipo es un elemento clave.
Adicionalmente se ha añadido un sistema de Momentum, una especie de indicador que va acumulando cargas a medida que causamos daño. Estas cargas pueden utilizarse a la hora de atacar para activar un nuevo movimiento o una bonificación, que vendrá dado por el Spiritnite asignado a cada ranura de ataque. Esta metodología recuerda mucho al sistema de materias de Final Fantasy VII y, por supuesto, al mismo que ya vimos en I am Setsuna.
Por si todo esto no fuese suficiente, en un determinado momento del juego entrarán en juego los Vulcosuits, una especie de trajes mecánicos o exoesqueletos que aportan poderosos ataques combinados y nuevas tácticas tanto defensivas como ofensivas.
El único problema es que cada ataque consume una importante cantidad de puntos de magia y estos trajes no tienen ataque normal, por lo que cuando se nos agoten los MP o bien usamos un objeto para regenerarlos, gastando un turno para el personaje que usa el objeto, o bien desequipado el traje, también gastando un turno. Saber utilizar y economizar las habilidades de los Vulcosuits en el momento adecuado será vital en los enemigos más poderosos.
Llegados a este punto, considerando la relativa complejidad del sistema de combate, es interesante hacer una mención especial al nivel de dificultad de Lost Sphear. El juego cuenta con tres niveles de dificultad, desde el más sencillo al más difícil, pero donde realmente se perciben las diferencias entre los tres modos es durante los combates contra jefes finales.
En muchos de estos combates, bien sea por alargar la batalla o añadir un componente estratégico mayor a la partida, algunos jefes finales muestran un desequilibrio desmesurado de poder, que hará pasar un mal rato incluso a los más veteranos. Sin llegar a entrar en detalles, un ejemplo de este desajuste serían los ataques de muerte instantánea, que cuando los utiliza un jefe con una elevada agilidad, puede provocar la muerte de 2 o 3 miembros del equipo en su turno de ataque, independientemente de los puntos de salud del personaje, limitando las opciones del jugador a adoptar una estrategia defensiva y atacar durante pequeñas aberturas del jefe.
No obstante, el juego permite cambiar la dificultad en todo momento, así que mi recomendación es que sea el jugador quien vaya ajustando el nivel que mejor se adapte a sus habilidades. Si ni siquiera el modo difícil supone un reto, recordad que Lost Sphear es un sistema de combate ATB (Active Time Battle), y por defecto está configurado en modo semi-activo, que nos permite meditar bien las decisiones que tomamos sin estar preocupados por el tiempo. Sin embargo, en el menú configuración es posible cambiar el modo a activo, donde el reloj no se detendrá y estará corriendo siempre, lo que se traduce en una reducción considerable del tiempo de respuesta que tendrá el jugador.
El juego permite guardar la partida en cualquier momento a través de las opciones, y esto es altamente recomendable hacerlo para no llevarse alguna sorpresa desagradable, ya que los puntos de guardado son bastante escasos y en alguna ocasión hemos tenido que repetir toda una mazmorra entera por olvidarnos de guardar.
La estética y el encanto visual por encima de la potencia gráfica
El apartado gráfico de Lost Sphear es simplemente precioso. En los últimos años nos hemos acostumbrado a las cinemáticas espectaculares y efectos especiales, pero Tokyo RPG Factory nos demuestra que a veces la belleza gráfica no proviene de la potencia del motor gráfico que se utiliza, sino del encanto visual y la estética que pueden transmitir los escenarios.
Donde no destaca especialmente es en la poca variedad de animaciones de ataques podrían haber intentado desarrollar un poco más la variedad, ya que en general son bastante idénticos entre sí. Asimismo, considerando lo bonito que es el mundo de Lost Sphear, es una pena que algunas de las mazmorras cuenten con diseños básicos que renuncien a la originalidad y la personalidad. Quizás este sería un aspecto a revisar para futuros títulos.
Por último, no podemos acabar el análisis sin hacer una mención de honor a la banda sonora creada por el compositor Tomoki Miyoshi, que nos acompaña en todo momento durante nuestra aventura y es una auténtica delicia para los oídos. La melancolía que transmiten las melodías en los lugares perdidos, o la tensión que consiguen crear en las mazmorras, lo convierten en el mejor apartado de todos.
Conclusión
Lost Sphear es un título que trata de rememorar la esencia clásica de los títulos RPG de la vieja escuela. Gracias a un sistema de combate por turnos con cierta complejidad, la espectacular banda sonora y la belleza visual del apartado gráfico que hace una clara referencia al sistema los 16 bits, podemos decir que es un título que cumple con este objetivo nostálgico y no dejará indiferentes a los más veteranos del género.
Sin embargo, la historia previsible y los diseños de algunas mazmorras, que parecen recicladas de su predecesor I am Setsuna, hacen pecar a Lost Sphear de falta de originalidad y esto lo sitúa en una posición difícil para captar la atención de un jugador que quiere iniciarse en el RPG, quién perfectamente podría encontrar en la misma Square Enix otros títulos capaces de proporcionarle una experiencia más completa.
Lo mejor
- Es un homenaje al RPG clásico y a su jugabilidad.
- La banda sonora.
- El sistema de combate es bastante completo y permite multitud de estrategias.
Lo peor
- Historia predecible y con poca originalidad.
- Algunas mazmorras cuentan con diseños básicos y repetitivos
- Está únicamente en inglés
Reseña realizada por Siphon
Lost Sphear
Plataforma/s: Nintendo Switch, PC, PlayStation 4
Desarrollo: Tokyo RPG Factory
Jugadores: 1
Audio/Textos: Inglés y Japonés / Inglés
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