Para los más jovenzuelos del lugar comentar que el «tráfico de fotocopias» fue una práctica habitual cuando aún no existía internet ni oportunidad de hacerse con merchandising del país del sol naciente. Es por ello que ante el boom de Dragon Ball en televisión se desató una auténtica locura entre la chavalería que coleccionaba fotocopias de imágenes inéditas de la serie como si fuesen grandes tesoros.
Una de las grandes anécdotas del nacimiento del fandom en nuestro país. Vale la pena echarle un ojo.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS