El mundo “gamer” o “de los jugones” es muy amplio si nos remontamos a esos primeros juegos de Spectrum o Amstrad. Por aquel entonces ya había cultura del vídeojuego que, antes del nacimiento de las consolas, quedaba reducido o bien a la gente que tenía mucho dinero, o bien a los salones recreativos.
Las consolas ya existían cuando estos salones recreativos estaban en la cresta de la ola, pero entonces una compañía que se dedicaba a hacer videojuegos lanzó un órdago al “jugón” y comercializó la Nintendo Entertainment System, o NES. Así comenzaría una nueva cultura en el universo de los videojuegos, los “consoleros”.
Con esto no se pretende enseñar a nadie la historia de los videojuegos, hay mucho ya escrito, pero lo que sí se debe remarcar es el punto de comienzo al que volvemos 31 años después cuando, esa misma Nintendo, nos vende una versión mini de aquella primera consola y que claro está, el “fan” compra religiosamente. Pero ojo, que aquí no termina la historia ya que a fecha de hoy, miles de personas están comprando su segunda gran consola, la SNES.
No podemos decir que esta idea venga originalmente de Nintendo, la increíble NEO GEO ya lo intentó hace no mucho con su Neo Geo X o Neo Geo X Gold Limited Edition. Sin embargo, pagar casi 200 euros por esta sí estaban justificados porque era una consola impresionante. Nintendo aprendió la lección y así, su departamento de I+D dio con la creación la NES Classic Edition y desde aquí, todo ha vuelto a hace 30 años.
Estas consolas no son solo versiones reducidas de sus hermanas mayores, también cuenta con mejoras en su apartado gráfico. Estas pequeñas joyas nos permiten jugar a un número finito de juegos de su catálogo y además, de una manera muy sencilla y práctica. Pero no deja de ser eso, consolas “vintage” por las que pagamos una buena suma de dinero.
Un punto en el que tampoco vamos a entrar a criticar, sino el hecho de lo que estamos dispuestos a pagar los adultos que en su día fuimos niños, o aquellos que descubrieron tiempo después estas pequeñas joyas. Pero suponemos que dentro de no mucho Sega lanzará al mercado su Master System o su Mega Drive con su diseño original. La cual también pagaremos religiosamente para poder tener esa dosis de nostalgia sin muchas complicaciones, porque el truco está en la simplicidad. Enchufar, encender y a jugar al Street Fighter 2.
Esa simplicidad es la que nos cuesta dinero; hay muchos métodos en el mercado para poder echarse unos “vicios” a los juegos más “viejunos” que podamos recordar, pero el problema viene dado por los innumerables ajustes a realizar: que si un “rom” de tal número, que si un controlador para que funcione un Joypad, que si un software para cada plataforma, el dinero que supone esa inversión… Es mejor pagar para jugar sin complicaciones.
Ahora bien, ¿nostalgia? ¿recuerdos? ¿timo vintage? eso ya es cosa de cada uno. Cada individuo ha de decidir si merece la pena la inversión en su historia, si vale el dinero que pide. Por el momento, todo agotado por todos lados, reventas, etc… parece que nos gusta el pasado, pues bienvenido sea.
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