La mente de las personas puede tener la capacidad de conducirlas a un abismo sin salida. ¿Qué ocurre cuando aquello que te rodea no te causa sino incomprensión? La sociedad está llena de hipocresía, el mundo es cruel y confuso, y vives cargando con la culpa de tus actos sabiendo que no pueden ser perdonados. Esta es la historia de Yōzō Ōba y de cómo su tormento psicológico lo conducirá a una auténtica pesadilla existencial.
El terror psicológico es un tipo de género que hiela la sangre, inquieta al lector y le hace sentir una angustia especial ante algo que sabe que no puede controlar… Y es que a la hora de jugar con las obsesiones de la mente, Junji Itō es, sin lugar a dudas, uno de los expertos más representativos de este juego.
El maestro del horror japonés ofrece de nuevo una dosis efectiva de paranoia y terror, pero en esta ocasión lo hace de una forma distinta a lo que estamos acostumbrados. Este manga conforma la adaptación de una obra literaria a lo largo de tres volúmenes, y es quizás el motivo por el que su contenido no se centre exclusivamente en el miedo. Entre las páginas de Indigno de ser humano, Itō relata una historia con diferentes matices de horror, tragedia y biografía.
De la novela al manga, Osamu Dazai
Una de las principales características presentes en un autor como Junji Itō es precisamente la creatividad de sus argumentos, ya que su estilo se desarrolla entre historias bizarras cargadas de originalidad. Sin embargo, esta obra rompe con el catálogo del autor. Itō demuestra a través de este manga que sabe elegir con precisión qué historias puede convertir en viñetas.
El punto de partida recae en Shūji Tsushima, más conocido bajo el pseudónimo de Osamu Dazai, destacado escritor japonés del siglo XX y autor de la novela original Indigno de ser humano cuyo contenido está cargado de elementos autobiográficos. Cabe señalar aquí que, entre otros datos históricos, es considerada la obra maestra de Dazai y fue publicada en 1948, que fue el mismo año en el que su escritor terminaría por suicidarse.
Itō aprovecha desde las primeras páginas del manga para empezar a construir una narración in extrema res, mezclando realidad con ficción para hacer que destaque precisamente ese componente biográfico y desesperanzador que envuelve a la novela. El manga comienza con la muerte del autor, para enlazar acto seguido con la infancia de Yōzō Ooba, sin pausas.
A partir de ahí, el protagonista empezará a contar los sucesos de su vida que lo llevaron a sufrir una existencia angustiosa. Ooba es una persona preocupada por su imagen en la sociedad, es incapaz de comprender al resto de personas y centra sus esfuerzos en construir una fachada basada en las bromas. Condenado a vivir en la mentira y con deseos de morir, marcha a Tokio bajo el pretexto de continuar sus estudios, pero la supervivencia en la ciudad acaba llevándolo una vida de tormento y temor al ser humano.
A lo largo de los tres volúmenes, el desarrollo narrativo se convierte en un elemento bien trabajado en estructura, que funciona ensamblando con sutileza todas las partes: la real, la ficticia y la terrorífica. A pesar de que la historia es, en términos generales, fiel a la novela, el contenido rompe con el molde original dando lugar al delirio. De esta forma Itō consigue una mezcla equilibrada entre elementos originales de la obra y otros de cosecha propia conforme te sumerges entre las páginas.
La culpa y el miedo
La lectura se vuelve intrigante pero intermitente, donde una narración de tintes más dramáticos se va compaginando con los delirios paranoicos de la vida del protagonista. En los momentos en los que se va desarrollando la historia toma un ritmo calmado, mientras la intensidad crece de forma puntual en las escenas más introspectivas.
A medida que conoces la historia de Yōzō vas comprendiendo sus debilidades y sus traumas, las desgracias que le atormentan en su vida y el peso de sus acciones. Es en los momentos de crisis cuando Ito se toma mayores libertades narrativas, dando énfasis a lo verdaderamente importante: señalar cómo la psicología del protagonista se convierte en su mayor pesadilla.
Dentro del desarrollo de este thriller narrativo, Junji Itō juega con tres temas fundamentales que son los pilares en los que se sostiene la tensión en los acontecimientos de Indigno de ser humano: El suicidio y la muerte, el síndrome de abstinencia causado por el alcohol y la relación que Ooba sostiene con diferentes mujeres.
De esta manera, se hace evidente que la intención que se esconde en cada panel está centrada en sumergir la atención del lector en el abismo de temor existencial que vive su protagonista.
El arte de la locura
La mayor seña de identidad del autor, como siempre, va a establecerse en su arte. El estilo de dibujo es inconfundible incluso en una obra como esta, que se sale un poco del contenido general de Junji. A nivel narrativo, además, el apartado artístico es verdaderamente imprescindible para establecer una línea entre el mundo externo e interno de Ooba.
En general, el arte es neutral en los sucesos que hacen avanzar la historia, aquellos en los que se muestra al protagonista interactuando con su entorno. Aunque las formas y estilo son reconocibles, el dibujo es en estos casos un simple medio para ubicar personajes y conversaciones.
En los momentos de introspección, así como en los que guardan relación con los tres temas predominantes, todo se vuelve onírico y pesadillesco. Es cuando la mente del personaje se desborda que los trazos toman conciencia propia y transforman la historia en algo mucho más oscuro y aterrador.
El estilo de las ilustraciones en estos escenarios también se mantienen fielmente en la línea del autor. Los trazos se vuelven más marcados y todo adquiere textura y contrastes. Está repleto de formas orgánicas, que se deforman y se descomponen a medida que los fondos se vuelven siniestros. Sin ser suficiente todo esto, la sangre y los desnudos son motivos abundantes en la obra, normalmente desencadenando episodios de arrepentimiento.
Hay escenas en las que ambos estilos chocan de frente utilizando como recurso la producción artística de Ooba. Los cuadros que pinta reflejan un interior oscuro, una creatividad manchada y el reflejo de una realidad marchita. Llega a ser impactante la manera en que los demás alaban su potencial artístico en una situación aparentemente tranquila, mientras se muestran retratos de figuras fantasmagóricas, oscuras y retorcidas.
Junji Itō
Junji Itō, el maestro del horror japonés, es un reconocido mangaka nacido en 1963 en la prefectura de Gifu. Comenzó a interesarse por el manga desde temprana edad, cuando empezó a dibujar inspirado por las obras de terror de Kazuo Umezu (El chico de los ojos de gato) y Shinichi Koga. Entre otros de sus referentes se encuentran también Hideshi Hino (El niño gusano, Panorama infernal), Yasutaka Tsutsui (Paprika, La chica que saltaba a través del tiempo) y H. P. Lovecraft.
Se graduó en 1984 como protésico dental de modo que en un principio dibujaba manga cuando podía debido a su trabajo. Su debut vendría dado en 1987, al ganar una mención honorífica en los Premios Kazuo Umezu a raíz de la publicación de Tomie en la revista Gekkan Halloween. Al comenzar la década de los 90 dejaría el trabajo para dedicarse al manga de manera profesional, hasta convertirse en el autor de culto que es en la actualidad.
Junji Itō llegó por primera vez a España en 2004 de la mano de la editorial Planeta DeAgostini, que publicó Uzumaki en una serie de 6 volúmenes. La siguiente editorial que probaría a publicar algo de este autor fue La Cúpula, aunque publicó únicamente dos volúmenes de Tomie siendo una serie de tres, dejándola inconclusa durante años.
Fue en 2014 cuando ECC Ediciones recupera la obra de Itō mediante las licencias de Black Paradox y Gyo, manteniéndose en la actualidad como la editorial con más obras editadas del mismo. En este último período, Tomodomo también se unió a la corriente del terror en 2015, empezando con la publicación de uno de sus mangas más peculiares: El diario Gatuno de Junji Ito.
Entre los últimos lanzamientos del autor editados en el país a lo largo de 2021, podemos encontrar las ediciones flexibook de Tomie, Black Paradox y Fragmentos del mal (siendo la segunda edición en este formato) así como el sexto y último volumen de Rasputín, el patriota. El 27 de mayo salieron a la venta Lo mejor de Junji Itō, una recopilación de 10 historias entre las que se encuentra La silla humana, otra adaptación de la literatura japonesa basada esta vez en un relato de Edogawa Ranpo. Más adelante, el 13 de julio estará disponible una segunda edición de Junji Ito: Estudios desde el abismo del terror. Todas estas ediciones corren a cargo de ECC Ediciones.
Por último, y bajo el mismo sello editorial, el trabajo artístico de este autor puede disfrutarse en el recopilatorio de ilustraciones Junji Ito Artwork: Mundo Grotesco, que se elaboró como conmemoración de sus primeros 30 años dedicados al manga.
Edición
Indigno de ser humano es una serie de tres volúmenes publicados en España por ECC Ediciones entre octubre y diciembre de 2019. La editorial ha editado la colección en formato tankoubon de 13x18cm, en una encuadernación rústica con sobrecubierta. El precio de cada tomo es de 9,95€ y contienen 2016, 200 y 208 páginas respectivamente.
Las portadas son bastante llamativas y respetan la edición japonesa. Cada una se compone por una de las ilustraciones de Yōzō como fondo, acompañada de una imagen del protagonista en sus diferentes etapas. Las cubiertas interiores le dan un toque bonito a la edición, mostrando alguna ilustración del interior de cada volumen con los contornos del dibujo en tinta blanca y un acabado con brillo metalizado.
El trabajo interior tiene también un acabado de buen nivel, con una impresión de calidad y una traducción sin errores destacables o que entorpezca la lectura. Todo el contenido está impreso en blanco y negro y cabe mencionar que en cada volumen se reservan algunas páginas finales para publicitar otras obras de Junji Itō que pueden encontrarse en el catálogo de la editorial.
Resulta interesante el detalle de incorporar las ilustraciones de portada en la contraportada, enmarcadas bajo la sinopsis haciendo referencia a la condición de artista del protagonista.
Como información de interés, se incluye una pequeña biografía de Itō en las solapas de los tres volúmenes. Además, al final del tercer tomo aparece la bibliografía utilizada para la realización del manga.
Conclusión
En definitiva, es un título diferente, de esos que merece la pena echarles un vistazo para tomarse un respiro de otras lecturas. Resulta accesible debido a que no es una serie extensa y merece la pena si se está interesado en ampliar la visión sobre las otras publicaciones de este autor.
La mezcla de diferentes temas engarzados en una narración bien construida lo hacen un manga recomendable. Parte de su atractivo se basa en que narra la historia de un tormento muy humano que el lector puede entender, incluso llegar a identificarse con él (salvando las distancias). Así, por un lado ofrece un poco de drama y realidad social, mientras que, por otro, también cumple con la promesa del terror paranoico y lo grotesco.
Tras lo dicho, es una serie atractiva pero sin pretensiones, que mantiene la línea del autor y se aleja de lo común en varios aspectos. Además, acerca al mundo occidental una obra que goza de renombre en el país nipón aunque no deje de ser una interpretación.
Lo mejor
- La forma en la que el arte verdaderamente transmite la psique del personaje principal consiguiendo el objetivo de sumergirte en ella.
- En un sentido cultural, da a conocer la obra de Osamu Dazai al lector.
Lo peor
- Es posible que algunos detalles no puedan apreciarse al 100% si no se conoce previamente la obra original o su contexto.
Indigno de ser humano
Editorial: ECC Ediciones
Formato: Tomo B6 (128x180) rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Tomos: 3 (Finalizada)
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