Hoy viernes 17 de noviembre se estrena en varias salas de cine de España, Hacia la luz, la cinta más reciente de la directora Naomi Kawase, conocida por su labor en Una pastelería de Tokio y Aguas tranquilas. En esta ocasión gracias a BTeam Pictures podemos disfrutar de este bello largometraje.
Misako es una apasionada guionista de películas para invidentes. En una proyección cinematográfica conoce a Masaya, un fotógrafo mayor que ella que está perdiendo su vista lentamente. Misako pronto descubrirá las fotografías de Masaya, que la transportarán a algunos recuerdos de su pasado. Juntos aprenderán a ver de manera resplandeciente el mundo que antes era invisible a sus ojos.
Esta película ofrece una preciosa historia, aparentemente algo «irónica», ya que ofrece una doble visión de lo que se tiene alrededor y de la capacidad de imaginar. Lo primero que destaca ya con ver el póster, el tráiler o simplemente los primeros planos de la película, es la belleza que irradia el film. En los escenarios, en los personajes y en la historia.
Por una parte, esta película hace reflexionar acerca de lo que es perder la vista, sobre todo cuando afecta a alguien cuya pasión, en este caso la fotografía, se desvanece para siempre sin solución. Se muestra ese miedo que provoca no poder volver a ver a tus seres queridos o la simple belleza del mundo, quedando únicamente el poder de la memoria.
¿Seremos capaces de recordar lo que hasta entonces hemos visto? ¿Podré recuperar la vista? ¿Podré volver a recuperar todo lo que amaba? Estas son solo algunas de las pocas cuestiones que las que nos invita el protagonista, interpretado por Masatoshi Nagase (Paterson, Una pastelería en Tokio) cuyo papel es brillante. A pesar de ser rudo y a veces antipático, no puede evitar mostrar frustración ante lo que le ocurre, ya que su vida no volverá a ser igual tras este dramático percance.
Su contrapartida en esta historia es Ayame Misaki (Ataque a los titanes), la cual interpreta a Misako. Ella tiene una labor muy importante en la historia, ya que se preocupará por comprender y ayudar a Masaya en todo lo que pueda. A pesar de que en un principio se niega a ser ayudado, terminará cediendo para poder salir adelante.
Naomi Kawase juega con ese contraste de luz y oscuridad, invitando al espectador a experimentar por medio de la imaginación con los ojos cerrados, de forma que empaticemos en parte con el protagonista, y nos pongamos en su lugar y situación.
Otra lección que nos da la directora japonesa, es que el cine no es solo visual, sino que también juega un papel fundamental el oído. De hecho podríamos denominar a Radiance como una referencia al «metacine», donde explora más allá de ver una película. El hecho de evocar sentimientos y escenas en la imaginación tienen una función bastante conmovedora.
Además Hacia la luz cuenta con una banda sonora impresionante y preciosa, que le aporta un mayor valor cinematográfico. La recomiendo encarecidamente, además que es llevadera por su duración. Una película que no debería faltar en ninguna sala de cine.
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