El mes de noviembre, aunque no es el último del año, si que nos puede servir de retrospectiva de lo que llevamos de año. A falta de terminarlo, no quiero dejar de dedicar este mes a una autora, que si bien no tiene muchas obras publicadas en nuestro país, es un claro ejemplo de saber crear historias que llegan al corazón así como de superación y trabajo constante en su obra.
Dentro de nuestra iniciativa de Doce meses, doce autoras, quiero rendir el homenaje que se merece a Ichigo Takano, una prometedora creadora de historias con un dibujo bonito, pero a la vez simple que, con el paso del tiempo, seguro que será recordada más allá de su manga Orange.
En busca de un sueño
El camino de mangaka profesional no es un camino de rosas, son muchas las personas que con el sueño de poder vivir de sus historias se van quedando en el camino y tienen que desistir de alcanzar su sueño. Muchos de ellos cuentan que la inspiración les vino bien de pequeños y pocos los que a esa temprana edad consiguen un premio o un galardón, pero eso tampoco les garantiza el éxito. En el caso de Ichigo Takano, el sueño de dibujar manga le vino bien pronto y estando en secundaria.
Ichigo Takano nació el 11 de enero de 1986 en la prefectura de Nagano, Japón, Capricornio y su tipo de sangre B (dato al que les resulta muy interesante a los japoneses, pero no tanto en Occidente). Actualmente reside y trabaja en la ciudad de su vida, Matsumoto, de la cual está muy orgullosa.
Su primer hito en su camino para convertirse en una gran autora llega en 2002 cuando cursaba segundo de secundaria, al ser publicada su historia corta START nada más y nada menos que en las páginas de la revista Bessatsu Margaret de la editorial Shueisha. Este momento marcaría un punto importante en su floreciente carrera, ya que le abrió las puertas a una de las principales revistas manga shôjo del mercado japonés.
La siguiente oportunidad llegó dos años más tarde, en 2004, con la publicación de la historia Ookami Shounen en la revista que le dio su primera oportunidad. Se trata de un recopilatorio de historias cortas, entre ellas la que le da nombre a la obra, publicadas entre 2003 y 2004 en el magazine Margaret Delux y en el que también se incluyó su obra debut, START. Durante los años 2005 y 2006 Takano continuó con la publicación de historias cortas publicadas entre la revista Margaret Delux y la revista hermana mayor Bessatsu Margaret. Entre estas surgiría la serialización de Itoshi Kingyo, obra que daría título al segundo recopilatorio de historias de Ichigo Takano. Estos años le sirvieron a la autora para dar forma a su estilo de dibujo, el cual resultaba en ese momento decididamente moderno, a la par que pop e innovador, pero también ‘fashion’.
Ese mismo año 2006 la redacción de la revista Bessatsu Margaret le dio otra oportunidad de seguir publicando con ellos. El 25 de diciembre de 2006 publicó la historia titulada Shooting Star, que junto a dos historias más, sería recopilada en un tomo único. Ya en julio de 2007 Takano daría vida a una idea que tenía en la cabeza tiempo atrás. De su amor por las mascotas (por aquel entonces tenía como avatar a un oso panda), publicó en la revista en la que debutó la historia de cuatro capítulos Bambi no Tegami. Tal fue la buena aceptación de la obra que se llegó a rumorear la posibilidad de adaptar la obra a una película. Rumor que acabó siendo eso, un mero rumor. Pero para nuestra autora marcaría un punto de inflexión.
Dreamin’Sun y Orange, dos obras cumbres
No tardó mucho tiempo en ponerse con su siguiente obra, ya que en octubre de 2007 comenzó la que sería su serie más representativa hasta Orange. Ichigo Takano publicó durante casi 4 años Yume Miru Taiyô, más conocido en Occidente como Dreamin’ Sun (Sol Soñador), un slice-of-life de género shôjo protagonizada por Shimana, una estudiante de secundaria que ha estado luchando consigo misma desde la muerte de su madre. Incapaz de encontrar su lugar en su nueva familia, decide huir. En el camino, conoce a un extraño joven que le ofrece alquilarle una habitación en su casa, pero sólo bajo tres condiciones: explicar los motivos de su fuga, encontrar las llaves perdidas de la casa y, sobre todo, revelar su sueño. La obra fue recopilada por Shueisha en 10 tomos, colocando varios de los volúmenes en las listas de los más vendidos. Cabe destacar, que con el cambio que realizó Ichigo Takano de editores, de Shueisha a Futabasha, Dreamin’ Sun fue re-dibujada y publicada por su nueva editorial entre diciembre de 2012 y abril de 2017.
Tras la finalización de Dreamin’ Sun, la artista publicó dos historias cortas en 2011. La primera de ellas es Haruiro Astronaut, una historia de cinco capítulos protagonizada por dos hermanas gemelas que comparten todo lo que tienen hasta que se dan cuenta de que hay cosas que no se pueden compartir, especialmente cuando es algo extremadamente raro y único como un extraterrestre. También en ese mismo año participó en Party! – Hana – Higashi Nihon Daishinsai Charity Mangabon, una colección de extras que realizaron varios autores de las revistas manga shōjo Margaret y Ribon de Shueisha para recaudar fondos para las víctimas del desastre del Gran Terremoto del Este de Japón.
Habría que esperar a marzo de 2012 para que Ichigo Takano regresara a las páginas de la revista Bessatsu Margaret de Shueisha con una nueva historia. Se trató de la serie Orange, quizás su obra más reconocida en la actualidad fuera de Japón tras Dreamin’ Sun. Se trata de una serie con elementos de drama y romance que comienza cuando su protagonista Naho, una estudiante de 16 años, recibe una carta de su yo de 26 años en la que le pide que no cometa los mismos errores que cometió su yo del futuro. Tras un principio en el que no hace caso a las instrucciones de la carta, poco a poco se agarrará a la carta de su yo del futuro con el temor de no tener remordimientos. Una historia donde la amistad y el primer amor están muy presentes y que la autora desarrolla de manera magistral, siendo todo un éxito.
Tras la buena aceptación, Takano se animó a crear una secuela titulada Orange Mirai, en el que se muestra la historia de Orange desde una perspectiva completamente nueva, a medida que el destino de las líneas de tiempo presentes y futuras se desarrolla desde el punto de vista del personaje Suwa Hiroto. Este tomo único pasó a ser el sexto tomo de la serie. Pero esto no supone el final de Orange, ya que en agosto de 2019 se anunció que la obra contaría con un séptimo volumen que contendrá el verdadero final de la historia. Una obra en la que la autora nos pide valorar cada día, el ahora y cada instante de nuestra vida.
No sería todo tan bonito con Orange, ya que la obra marcó la ruptura con Shueisha. En mitad de la publicación, la autora dejó la que fue su revista de toda la vida y cambió de editorial pasando la serialización de la obra a la revista Monthly Action de la editorial Futabasha. Este cambio provocó que la nueva editorial publicará la obra desde el primer tomo de la serie, pero para diferenciarlo de la edición de Shueisha, incluyó al final de los cinco primeros tomos un capítulo extra de la historia Astronauta de primavera.
Una de las peculiaridades de Orange, es que la autora plasma en ella su amor por su ciudad natal de Matsumoto. El manga se desarrolla en esa misma ciudad, donde reside la autora y en la obra introduce lugares y localizaciones que le encantan y suele visitar, como por ejemplo el restaurante 5 Horn, que está dentro del Parco. También las portadas de la obra tienen de fondo localizaciones reales de la ciudad de Matsumoto.
La historia de Naho, Kakeru, Hiroto, Takako y amigos no se quedó solo en el manga. Ichigo Takano llevó la trama a la novela ligera y entre junio de 2015 y marzo de 2018 trasladó la obra a tres novelas, publicadas por la editorial Futabasha bajo su sello Junior Bunko. Además del papel, Orange también contó con una adaptación a serie anime para televisión de 13 episodios, emitidos estos en verano de 2016 bajo la producción animada de TMS Entertainment con Hiroshi Hamasaki y Naomi Nakayama en la dirección. No acabó ahí el anime de Orange, ya que en noviembre de 2016 se proyectó en salas japonesas la película Orange: Future, que adapta el sexto manga de la serie. Aunque no fue la única aventura de la obra para la pantalla. Un año antes del anime, se proyectó en salas de cine japonesas una adaptación a imagen real del manga con Kōjirō Hashimoto como director del filme y Tao Tsuchiya en el papel de Naho Takamiya, Kento Yamazaki como Kakeru Naruse y Ryo Ryusei como Hiroto Suwa, entre otros papeles del casting. La cinta fue número uno en su primer fin de semana de estreno y llegó a convertirse en una de las diez películas japonesas más taquilleras de 2016.
Durante la publicación de Orange, Takano también tuvo tiempo de publicar en la revista Monthly Action la historia Re: Collection, una serie de tres capítulos que acabó cancelándose en el que se narraba la historia de Natsume Kanade, quien se despierta con un terrible dolor de cabeza del día anterior sin poder recordar quién es y que tiene delante de ella a un hombre extraño con anteojos de montura oscura que se hace llamar «Dios». Más extraño aún es que todos parecen saber lo que sucedió el día anterior, menos él.
Posteriormente, en 2018, casi un año más tarde de finalizar Orange, Ichigo Takano regresó a la revista Monthly Action con una nueva obra. Se trata de Kimi no Nare, un drama juvenil que continúa publicando a día de hoy en la revista de Futabasha y en la que nos narra la historia de Taiyou, un músico de secundaria que sueña con llegar a ser una estrella, pero cuando sus compañeros de la banda renuncian para concentrarse en los estudios, parece que los sueños de Taiyou se rompen. En un acto de desesperación, Taiyou obliga a su compañera de clase Hikari a formar una banda con él. Los dos chicos son totalmente opuestos, pero juntos podrían llegar a crear algo asombroso. Actualmente la obra cuenta con un tomo recopilatorio.
Mientras se concentra en su actual obra, Ichigo Takano ha tenido tiempo de retomar dos de sus obras y publicó en 2020 el crossover Orange x Dreamin’ Sun, una serie de 10 episodios que la autora publica a través de su cuenta personal de Instagram (@ichigotakano111).
La presencia de Takano en España
De toda su obra, a España solo ha llegado el manga de Orange, quizás su obra más representativa. En 2015 Ediciones Tomodomo sumó esta serie a su todavía corto catálogo manga por aquel entonces y lo hizo con una edición cuidada y con mimo, en el que incluyó una postal de regalo con cada volumen en su primera edición. Con el quinto y último tomo también añadió un cofre de regalo para guardar todos los tomos publicados hasta 2016. Sin duda fue una serie exitosa en ventas para la editorial, que decidió completar la colección trayendo en 2019 el sexto volumen bajo el título de Orange: Futuro y respetando la numeración con el número 6.
No solo llegó el manga, sino también la serie animada para televisión. El servicio de anime en streaming Crunchyroll ofreció el simulcast con la emisión japonesa en 2016. Actualmente están disponibles los 13 episodios de la serie, tanto en versión original con subtítulos al español como doblada al español latino.
Agradecida y soñadora
Sin duda Ichigo Takano ama dibujar y contar historias. Ella misma comentó que “lo que me mueve a dibujar manga no es hacerlo por mí misma, sino para los lectores que tengo el placer de que me acompañen y para mis editores”. Es una autora muy agradecida tanto por sus asistentes y editores como por sus lectores por todos los mensajes de apoyo y agradecimientos para seguir dibujando. Ella misma dice que “para sacar un libro no basta con las fuerzas y el esfuerzo de uno mismo, sino de todo un grupo de personas en el que apoyarse”.
Todos tenemos uno o varios sueños por alcanzar y el de esta autora es el de llegar a ser una gran mangaka, sino lo es ya. Pero no quiere conseguir este sueño a cualquier precio. Da importancia a los tiempos y a cuidarse. Por suerte durante la serialización de Orange no tuvo grandes problemas de salud.
También aprovecha a unir sus dos aficiones, el manga y la fotografía. No duda en escaparse con cámara en mano para buscar localizaciones para los fondos. Todo vale, hasta un banco de un parque cualquiera le sirve de inspiración. El amor que dedica a su obra y el disfrutar de su trabajo es percibido por el lector en cada viñeta y portada. Takano-sensei tiene muy claro lo que quiere y desea, y no es de extrañar que sigamos disfrutando de su arte y sus historias en un futuro, ojalá más pronto que tarde.
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