El auge del mercado del manga en España, está patente de nuevo en la cantidad de novedades que aparecen cada mes en librerías especializadas. Este hecho me lleva a recordar, que hace casi 10 años la situación era similar o parecida y todo acabó en la denominada burbuja del manga. Esta burbuja hizo recapacitar a editoriales sobre el futuro de sus licencias. Durante unos años disminuyeron las novedades, hubo cancelaciones, pausas temporales o definitivas y los lectores vimos tambalearse las líneas editoriales. Con tanta novedad y viendo que todavía no hemos salido de la crisis me gustaría analizar la situación del manga y hacernos la siguiente pregunta: ¿Creéis que estamos ante una nueva burbuja del manga en nuestro país?
Unos números y echamos la vista atrás
Al menos el que suscribe, tiene la impresión que por mucho que amplíe su presupuesto mensual en mangas, no llega a todo lo que querría comprar e, ineludiblemente ha de dejar de lado muchas licencias, que me gustaría tener en mi mangateca personal. ¿También os pasa?
La opacidad de las cifras de ventas de las editoriales patrias no ayudan a profundizar en la situación actual del mercado. Pero gracias a la recopilación de algunas estadísticas, que realiza Marc Bernabé a título particular en su web desde hace unos años, nos ayudan a analizar e ir un poco más allá sobre esta posible ‘burbuja’ de manga. En cuanto a ‘novedades’ en 2017 estamos por encima de los años 2007 y 2008 que fueron los dos años que más ‘novedades’ salieron en el mercado, antes de que la burbuja estallara. A destacar, que esto significa un ritmo de publicación medio de 66 tomos mensuales nuevos en nuestras librerías especializadas… Mis previsiones bastante objetivas, antes del evento manga por excelencia como es el Salón del Manga de Barcelona, estaban en 52 tomos, pero con estos números que nos ofrecen las estasdísticas se han superado con creces. Con sólo estos números en la mano, todo apuntaría a que podríamos estar ante una situación similar a la de aquella burbuja en la que se publicaba por encima de las posibilidades del mercado y el consumidor no podía asumir tantas novedades.
Sólo me queda señalar que bastante lejos quedan aquellas 300 novedades de 2002 que suponían un salto cualitativo con respecto a los años 90. Estas novedades hacían presagiar que esto del manga no era una moda pasajera, como muchos aficionados al cómic pensaban, y que se establecía un mercado con un buen número de aficionados que habían llegado para quedarse.
Análisis del mercado del manga en España
Actualmente el mercado parece el idóneo e ideal para todos los públicos ya que tenemos una oferta rica y variada. Aunque no me gustan las etiquetas y menos las etiquetas demográficas, me basaré en ellas para no excederme en explicaciones. Así que permitirme esta licencia. El shonen es el rey indiscutible del mercado. El kodomo comienza a estar presente en la lista de novedades casi como uno más, pero también se recuperan bastante seinen y algunas obras clásicas, así como una aparente recuperación del shojo/josei confirman que el mercado español está en buena forma y que mucho de esto es consecuencia de la entrada de nuevos lectores, mientras que los que estaban hace 10 años han crecido y ahora demandan otras obras que no son el shonen de moda. Aún así nos queda mucho camino por recorrer.
A pesar de la variedad y la calidad de las series y licencias que llegan, quizás el problema pueda estar en la cantidad de novedades. Creo que ya hace tiempo que muchos de los aficionados ya se han dado cuenta de la cantidad de novedades y la poca capacidad que tienen de asumir todo lo que se publica en nuestro país. Sin tener en cuenta el espacio que haría falta para tener todo eso en la estantería de casa, se me antoja difícil que nadie pueda (ni quiera) comprar tal cantidad de novedades. Pero ese no es el tema…¿o sí?
Haciendo una selección cuidada y acurada de nuestros gustos, quizás podríamos llegar a 15 tomos mensuales y aún así estaríamos lejos de nuestro presupuesto mensual ¿no creéis? Quizás bajar a unos modestos 5 o 6 tomos mensuales (pero considerables) sería más realista (estaríamos hablando de casi 50 euros mensuales de presupuesto y sin entrar en tomos que pueden llegar a costar más de 20 euros). Me temo que es un presupuesto respetable y que mucha gente, no se lo pueda permitir y tenga que acabar seleccionando las obras más interesantes.
Todo esto hace pensar que las ventas sustentan todas esas novedades y, en cierta manera, son rentables para las editoriales en mayor o menor medida, que huyen de tener licencias que den pérdidas. En su momento, Joan Navarro, editor de la extinta EDT (anteriormente conocida como Glénat España) comentaba y publicaba datos en su blog viñetas, que Naruto había llegado a más de 1.500.000 tomos vendidos en global (llegando a 150.000 tomos en un año), Bleach a 400.000 tomos, Death Note a 327.000 tomos, pero que la famosa Inu Yasha que llegaba en ventas acumuladas a 330.000, en 2011 sólo vendía 2.500 ejemplares. Unos datos reveladores del potencial que hay en el manga en España pero también de la posibilidad de que no se venda mucho.
En los últimos años han irrumpido varias editoriales que hace unos años no estaban o no publicaban manga, con lo que también podemos pensar que el pastel es algo más grande y siempre hay un hueco para pequeñas (y grandes) editoriales que ven que publicar manga puede dar beneficios y que no es sinónimo de ‘cubrir costes’ y por qué no, siempre hay posibilidad de conseguir un Naruto o un One Punch Man en sus filas. Evidentemente estas editoriales más modestas y recientes han hecho un trabajo encomiable de encontrar un nicho de mercado que las ‘grandes’ no cubrían, no querían o no podían… pero no podemos quitarles el mérito de empezar.
¿Mercado seguro o volátil?
Tampoco tenemos estadísticas de ventas y no sabemos si las tiradas son de 1.000 o 10.000 tomos iniciales y cabe señalar que algunas editoriales enfocan sus ventas en ofrecer un producto muy cuidado y con cierta calidad editorial (no hablamos de la obra en sí misma) pero mientras unas optan por tener unos precios elevados, otras ajustan los precios esperando que las ventas sean propicias. Por otro lado, algunas editoriales optan por obras de autores reconocidos más allá del país de origen y otras arriesgan con obras poco conocidas por el fandom, pero seleccionan calidad (ahora sí de la obra propiamente) y hacen ver que sus obras cumplen unos mínimos que van a gustar a un buen número de lectores.
Así que no podemos decir que haya una fórmula única para que un manga sea rentable, pero creo que hace que sea otro punto a tener en cuenta de cara a la supuesta burbuja del mercado español y estas editoriales se mantengan en el mercado durante mucho tiempo. Lo que está claro es que las editoriales no apuestan sólo por tener un determinado volumen de novedades y que las buenas ventas sustentan todo el entramado, si no que la buena selección de licencias contribuye a que sea sostenible y rentable.También cabe señalar que los precios de venta en los últimos tiempos están ascendiendo y esto provoca que con el mismo presupuesto podamos comprar menos.
Conclusiones
A pesar de la falta de información cualitativa y cuantitativa de ventas, que creo que las editoriales patrias, no van a estar nunca por la labor de ofrecernos dicha información. Y eso que en otros países no hay problema en ofrecer estos datos abiertamente. No obstante, cualquier análisis que podamos o podáis hacer del mercado acaba en una visión positiva u optimista actual del mercado… Así que prefiero y opto por quedarme con esa visión. Creo que actualmente hay suficiente fandom del manga para comprar todas esas novedades en su conjunto y que son lo suficientemente rentables para las editoriales. Aún así el tiempo nos dirá, ¿qué opináis?
Postdata irónica
No creo que el hecho de que no podamos alcanzar a comprar o adquirir esas novedades sea sinónimo de burbuja, simplemente es que a muchos aficionados nos gustaría comprar todo lo que nos gusta y las ‘editoriales’ se empeñan encarecidamente en que no podamos hacerlo… Además creo firmemente en que hay una ‘conspiración’ de ciertas editoriales que licencian con cadencia mensual. Esto no hace más que acrecentar esta sensación de impotencia, ante las posibilidades de ciertas licencias que se escapan de nuestras estanterías para mantener nuestro presupuesto mensual.
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