Gack, el más esperado
Este concierto era muy esperado. Gackt es uno de los artistas más demandados desde hace muchos años por los fans españoles, que finalmente vieron cumplidos sus sueños. Una clara muestra del fervor que despierta este artista en nuestro país, es lo rápido que se acabaron las entradas, en poco más o menos de una hora volaron las aproximadamente 800 entradas que se pusieron a la venta. Algo nunca visto para otro cantante o grupo japonés. Otro muy claro y revelador, fueron los cinco días que estuvieron haciendo cola unas chicas turnándose en la puerta de la sala Salamandra 1 de Barcelona, para lograr ser las primeras en entrar al concierto. Sí, cinco días.
En Ramen Para Dos también pudimos hacer el sueño realidad de un par de lectores, dos chicas que no habían conseguido su entrada pudieron conseguirla, en uno de los concursos con más éxito de lo que hemos organizado. Sin lugar a dudas, el fenómeno Gackt es algo nunca jamás visto en España.
Llega el día esperado
Finalmente el día 20 de julio llega el día tan esperado por cientos de fans, que religiosamente desde primera hora de la mañana se había ido acercando al recinto para poder entrar de los primeros y posicionarse lo más cerca posible del escenario. A eso de las 19:00 de la tarde la sala abría sus puertas y los primeros fans comenzaron a entrar. Nosotros, que decidimos tomárnoslo con más calma, entramos una vez las colas y agobios acabaron. Estábamos mentalizados que luchar contra una horda de fans de Gackt era inútil, la derrota era clara, y decidimos ver tranquilamente la actuación de Gackt desde la parte final de la sala, cerca de la barra para poder refrescarnos y combatir el intenso calor que asolaba la ciudad condal esos días.
Poco antes de las 20:00 comenzó una voz en off en inglés avisando a todos los asistentes que estaba totalmente prohibido grabar y sacar fotos, de hecho fueron bastante convincentes con palabras como “motherfucker”, y otros tantos adjetivos igual de “bonitos”. Obviamente, estas palabras iban en consonancia con el estilo del concierto que estábamos a punto de disfrutar, con un Gackt, que como todo buen extranjero, lo primero que se aprende a decir en un nuevo idioma son palabrotas (XD).
El escenario era sobrio y sin ninguna escenografía especial. Lo único destacable, a parte de una gran pancarta que anunciaba el nombre de la gira, era un podio que estaba estratégicamente colocado en el centro. En esos momentos, a pocos minutos del concierto, los aficionados que no estaban ya bien colocados en las primeras filas de la sala, estaban haciendo cola para acceder a la tienda de merchandising, donde se vendían camisetas, corbatas, abanicos, pegatinas, y el CD del álbum que se presentaba en la gira: “Are You Fried Chikenz??”.
Gackt, la ‘fucking’ estrella de la noche
De pronto, la sala de merchandising se queda vacía, signo de que el concierto está a punto de comenzar, los asistentes gritan a la mínima que parece que el grupo va a salir del backstage y casi antes de que Gackt pueda hacer su salida triunfal, katana en mano, pantalones negros y camisa blanca de tirantes ajustada a lo ACDC, volaron un par de prendas interiores femeninas a causa de un momento de desvarío fangirl. Esto no parece importarle a nuestro idol, acostumbrado a exhibirse ante el público; algo que demostró a lo largo de todo el concierto.
El grupo siguió casi en orden los temas del disco Are You Fried Chikenz, comenzando con temas más duros como “斬 ~Zan~” o “Dybbuk”, de corte más punk. Gackt sabe cómo deleitar a su público y se pavoneaba por el escenario gritando “what are you see?”, a lo que el público respondía al unísono “Gackt”.
Pero este no es el momento más destacable, el momentazo fue el ademán de quitarse la camisa, primero se insinúa, las chicas gritan, se vuelve a insinuar, las chicas siguen gritando…Gackt se quita la corbata y la lanza al público, caos y destrucción fangirl siguió con la lucha por un trozo de su camisa. Desde la barra, temíamos que alguna no saliera viva en esa frenética batalla, mientras Gackt exhibía su cuerpo semidesnudo.
Con el público ya entregado a Gackt, el solista siguió recorriendo los temas del disco pasando a los más comerciales del disco, llegando al primer momento donde la sala vibró al unísono con el “LU:NA”, grandiosa canción que se convirtió en un tú a tú de Gackt con el público coreando toda la sala el estribillo. En esta canción el público disfrutó además de uno de los mejores solos del concierto con el bajista Chirolyn luciéndose como sólo él sabe.
Más tarde vinieron otros temas como “君が待っているから” o el “Mind Forest” logrando la transformación del Gackt duro del principio a uno más sentimental y entregado a su público, con baladas rockeras. Aún así, aún tuvimos momentos para botar con alguna canción como “Jesus” o “Flower”, verdaderos temazos de los que el público coreo al unísono los estribillos, contestando así a las peticiones de Gackt de que la gente le siguiera. Aún retumban en nuestros oídos el “Take me out” de “Jesus”.
Tampoco faltaron los últimos temas el disco, como la balada “Kagero”, o experimento entre rock y techno “Uncontrol” que volvió a levantar al público poco antes de que el concierto llegara a su fin.
Y llegó la despedida
Nadie quería que se terminara el concierto después de una hora y media largas sin descanso, pero todo lo bueno se acaba, aunque no la ilusión de los asistentes cuando Gackt prometió volver y deleitar a su “fucking family” con “Vanilla”, una de las míticas más esperadas, que fue la gran ausencia del concierto. Y así, entre aplausos, un Gackt derrochando palabras de amor por su público (incluyendo un “os quiero”), se despidieron cada uno de los miembros del grupo a su manera.
El Staff dice…
Almu ‘Railindae’:
Desde una visión fangirl, tras varios años de espera, llegó uno de los grandes de la JMusic: Gackt. El concierto fue una maravilla de principio a fin, saltando y cantando en todas y cada una de las canciones, además de disfrutar de una buena bebida fría y para qué mentir, de unas buenas vistas (XD). Gackt apareció con una katana nada más empezar el concierto, y también debería haberla lanzado, aunque entonces el caos y la destrucción hubieran sido mayores, pero él sabe cómo atraer al público, y me hizo mucha gracia cuando Batto me comentó que me fijara en el pelo de Gackt, con la parte derecha suelta y la otra mitad recogida en trencitas, no era un peinado sin más, sino estudiado al milímetro para los momentos más rítmicos mover la parte suelta del cabello, y para las poses con la intención de encandilar con sus gestos, Gackt se aprovechaba de su parte recogida para mirar al público con “carita de niño bueno” y derretir a los presentes.
Al principio, Batto parecía venir sólo a tomar algo, pero enseguida se vio su modo fanboy para terminar comprándose la camisa y el CD como recuerdo del concierto (y bailar con más de una canción).
Cabe decir, que Gackt nos dejó a todos con la miel en los labios al prometer que volvería de nuevo y no sucumbir a las súplicas de los fans para que cantara “Vanilla” en el bis, o una de mis favoritas, “Mizerable”. Aún así, escucharemos sus canciones para ir con todas las letras aprendidas en su próxima cita.
David J. ‘Batto’:
He de admitir que nunca fui un gran fan de Gackt. Lo conocía desde hace mucho tiempo, y algunas de sus canciones como Vanilla son fijas en mi iPod, pero poco más. Siempre me fascinó la devoción de sus asociaciones de fans que iban por salones y jornadas promocionando al artista y con recogidas de firmas para que visitara España.
Hoy, casi una semana después de su primer concierto en España he de admitir que este «fucking brother» se ha ganado un fan más. No creo que a partir de ahora me tire cinco días en la puerta de una sala esperando a ponerme en primera fila o me tire a pelearme por un jirón de su camiseta, pero sí le seguiré más de cerca, por que si algo tiene Gackt, es un directo brutal.
Gackt es un crack sobre el escenario. Sabe moverse, sabe gesticular y poner según que caras, sabe cuando hay que animar al público, o cuando hay que mantener una pose para que las fangirls se vuelvan locas. Si algo se le vio, es que este tío sabe moverse en un escenario, y ganarse al público.
Nos quedamos con las ganas de escuchar el “Vanilla”, tema aclamado por todo el público durante la recta final del concierto en varias ocasiones, a lo que Gackt contestó con el ya comentado “…os prometo que volveré y cantaré Vanilla”. Pero no podemos quejarnos, temas como el “Lu:na”, “Flower” o “Jesus” consiguieron hacerme botar, cantar y aplaudirle como el que más, por que el tío se lo merecía.
Sin lugar a dudas, un gran concierto, de uno de los “divos” de la música japonesa, que si bien su fama puede ser parecer exagerada, os puedo asegurar que está bien cimentada con una gran puesta en escena y un espectáculo en directo digno de verse.
“¡Gackto te esperamos!”
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