Una de las actividades más interesantes del pasado XXI Salón del Manga de Barcelona fueron las exposiciones, que abarcaban desde shikishis, hasta mangas relacionados con la temática nuclear, maquetas de Tokio o ilustraciones y merchandising relacionadas con Star Wars, entre otras. Pequeñas muestras que permitieron al visitante, no solo ampliar sus conocimientos sobre el manga y sus autores, sino también sobre la cultura japonesa. Por ello, Ramen Para Dos ha hecho un recopilatorio de las exposiciones más interesantes, sobre todo para aquellos que no tuvieron la oportunidad de verlas en el evento.
Mangas atómicos
El 6 de agosto de 1945 el bombardero Enola Gay sobrevuela la ciudad de Hiroshima. A las 8.15h lanza la primera bomba atómica sobre población civil, al estallar provoca un desastre sin precedentes. El 9 de agosto ocurrió lo mismo en la ciudad de Nagasaki. Se puso fin a la Segunda Guerra mundial, debido a la rendición casi automática del gobierno japonés ante Estados Unidos. Los supervivientes, los hibakusha, tuvieron que luchar para que se les oyera y conseguir que sus horripilantes historias no cayeran en el olvido.
Todo esto llevó a una cultura post-apocalíptica que se ha visto reflejada en obras como Godzilla, Akira, Nausicaa… Las consecuencias de la bomba atómica se han impregnado en el ADN del país nipón. No son pocos los artistas que han expresado su particular visión a través de sus obras ya sea en el cine, en la animación o en el manga. En este caso, la exposición nos ofrecía una muestra representativa de mangas atómicos. Obras que de manera directa han tratado el tema de la bomba atómica. Con diferentes puntos de vista, muy instructivos y que llevan a una poderosa reflexión sobre la guerra y sus consecuencias.
El más inmediato, y que no podía faltar, es Pies descalzos (Hadashi no gen) de Keiji Nakazawa, que vivió en primera persona el desastre de la bomba atómica. Una obra que se puede leer en todas las bibliotecas públicas del país, además de ser una de las obras más representativas del desastre y utilizado como material didáctico en las escuelas.
Mientras tanto, La ciudad al atardecer, El país de los cerezos de Fumiyo Kouno, habla de las consecuencias y la vida de los supervivientes al desastre. A través de dos historias diferentes veremos la vida de los hibakusha y cómo les afectó física y psicológicamente, lo que sirve de reflexión sobre las consecuencias de los conflictos bélicos y una manera de comprender lo que se vivió en la ciudad después del lanzamiento de la bomba.
Y no podía faltar el genial Yoshihiro Tatsumi, fallecido este año 2015, que con su obra Infierno, muestra el horror de la guerra a través de un fotógrafo que llega a Hiroshima después del lanzamiento. Una muestra fidedigna de la condición humana. Algo que el autor quiso transmitir a lo largo de toda su obra.
Una exposición bien llevada que ofrecía las imágenes más conmovedoras e impactantes de los mangas más representativos sobre la bomba atómica y sus consecuencias. A través de las fotografías de ambas ciudades se podía ver cómo quedaron reducidas a escombros, dejando ver las graves consecuencias para la población japonesa.
Manga en construcción
La exposición “Manga en Construcción” ha querido poner en valor el importante trabajo que realizan los autores japoneses a la hora de contextualizar sus obras a través de la arquitectura y la construcción. Por ello, la muestra recoge distintas escenas en las que los fondos, repletos de detalles de entornos urbanos, cobran protagonismo y sirven como medio para comprender el mundo que rodea a los personajes.
Asimismo, se ha querido destacar el importante papel que cumplen estos fondos a la hora de hacer reconocible al lector japonés el mundo que se representa, pues sirven para mostrar tanto la arquitectura japonesa más cotidiana como las grandes urbes de Tokio o Kioto. La muestra recoge escenas de mangas conocidos como Solanin, Barrio Lejano, La chica a la Orilla del Mar o I am Hero, obras en las que es necesario mostrar el entorno que rodea a los personajes para dar intensidad a las escenas de cada capítulo. Especialmente, destacar las escenas de Barcelona de I am Hero, en las que el autor, Kengo Hanazawa, ha querido plasmar distintos elementos icónicos de la ciudad como la Sagrada Familia, L’Eixample o el parque Güell.
En definitiva, una exposición que ha querido mostrar la relación tan importante que existe entre la arquitectura y el manga en la actualidad, pero que a veces pasa desapercibida por el lector.
Kôsen: Tras el sueño oriental
Otra de las grandes protagonistas de este XXI Salón del Manga de Barcelona fueron Diana Fernández y Aurora García, el dúo de autoras que forman Studio Kôsen. Para este evento presentaban una de sus nuevas obras editadas en España por Ediciones Babylon: Windrose. Y por esta razón, se dedicó un espacio expositivo de varias ilustraciones de la obra, así como de otros títulos de las autoras.
Entre las ilustraciones expuestas de la serie Windrose, se encontraban portadas a color realizadas para la revista Sparkier Monthly, revista digital donde se publica originalmente, y algunas páginas interiores a tinta y plumilla.
Por otro lado, otra parte del protagonismo se lo llevó la serie Monstruo busca monstruo, publicada íntegramente por Diana Férnandez Devora. Se trata de una serie de novelas que se publica de forma online y totalmente gratis. Además, la autora también ofrece ilustraciones y cómics sobre la serie, entre otro tipo de material. A las ilustraciones expuestas sobre este título, también la acompañaron portadillas y bocetos de Lettera #3 y Saihoshi.
Shikishi
Los shikishi son unas láminas que se han convertido en las preferidas por los autores japoneses para firmar sus autógrafos, ya sea con una simple firma o un dibujo más o menos elaborado. Están hechas de papel de arroz con un refuerzo de cartón que las hace más resistentes y duraderas, además están adornadas con una franja dorada. Esto hace más fácil su almacenamiento y su transporte. Es difícil ver originales de estas láminas por lo que algunos coleccionistas han prestado sus originales para poder mostrar la variedad de este tipo de recuerdos que ofrece el artista al fan.
Algunas shikishis muestran ilustraciones de más elaboradas a menos, algunas coloreadas como el Son Gokuh de Tadayoshi Yamamuro o con tramas originales que completan las ilustraciones como es la de Toshio Maeda.
Se podían ver shikishis firmados por autores míticos y reconocibles por cualquier aficionado como Leiji Matsumoto, Yoichi Takahashi o Hiroshi Hirata por remarcar algunos. Hay que realizar un especial inciso en las dedicatorias de los malogrados Yoshihiro Tatsumi, Satoshi Kon y Yoshito Usui, por motivos más que obvios.
Destacar el vídeo con el making of de algunas de las láminas que grabaron en ese momento, que se podía disfrutar en la exposición. Una exposición que estuvo bastante concurrida para lo que es habitual. Y cómo dicen que ‘una imagen más que mil palabras’ os dejamos con algunas instantáneas de los shikishis que se podían disfrutar durante los días que duró el evento.
Star Wars Japan
Aprovechando el próximo estreno de Star Wars VII: El despertar de la fuerza, Ficomic reservó un pequeño espacio en el XXI Salón del Manga de Barcelona para una exposición dedicada a la franquicia creada por George Lucas.
La exposición se encontraba en el primer piso del Palacio 4, donde había figuras limitadas de la franquicia, algunas exclusivas del país nipón. Cabe destacar aquellas que unían los diseños de los stormtroopers y Darth Vader con los guerreros samurais, haciendo explícita la relación entre ambos mundos y que el propio Lucas nunca negó. Otro de los platos fuertes de la exposición eran ilustraciones realizadas por Tsuneo Sanda, ilustrador oficial de Star Wars e invitado del Salón. Aquí se podían ver retratos de personajes principales de Star Wars, así como otras promocionales del Episodio I, II y III. El propio Tsuneo Sanda tenían un puesto en el que realizaba ilustraciones a los visitantes a cambio de una cantidad mínima destinada a fines benéficos.
También había un photocall donde los visitantes podían hacerse fotos con sus personajes favoritos de la franquicia, así que como otros stands relacionados con la saga. En definitiva, una muestra para que los fans calentaran los motores con vistas al próximo estreno del Episodio VII.
Exposición de sake
El sake es una de las bebidas alcohólicas más famosas provenientes del país del Sol Naciente, por lo que qué menos que tener un hueco en el Palacio 1 del XXI Salón del Manga de Barcelona. Localizado en una esquina de dicho pabellón, frente a la zona de juegos de Nintendo se reunía una gran gama de botellas de todo tipo de sake.
A parte de su organización decorativa, que era muy estimulante a la vista, conjugado con la colocación de las botellas, la exposición también ofrecía a los visitantes un paseo por los orígenes de esta bebida. También se podían ver los distintos tipos que existen actualmente, habiendo algunos diluidos con agua, otros hechos a partir de arroz o pasteurizados.
Además, en ese entorno recreado para la ocasión se celebraron actos como catas de sake, y conferencias impartidas por Roger Ortuño y Miss Sake, y no menos especial la mención del manga culinario del que todo el mundo habla: Oishinbo. Dicho manga dedica un tomo a esta bebida por la que hay mucho afán en Japón y que gracias a esta exposición pudo conocer más en profundidad el visitante.
Maqueta de Tokio
Scòpic Miniatur Barcelona realizó para el evento dos maquetas de dos de los sitios más emblemáticos de Tokio: el famoso cruce de Shibuya y el parque de Yoyogi. Dos reproducciones escala 1:87 (Ho) en la que el visitante podía visitar la ciudad desde el propio Salón.
Ambas reproducciones gozaban de un detallismo sorprendente. Mientras una destacaba por la abundancia de gente, las formas geométricas de los edificios con sus vallas publicitarias, la otra lo hacía por el colorismo de los cerezos en flor que, junto a la sinuosa marcha del río transmitían esa tranquilidad tan característica del parque de Yoyogi.
Asimismo, toda esta perfección, paz y detallismo, parecía estar a punto de venirse abajo con la presencia en la maqueta de Godzilla y Mazinger Z. Así que los visitantes tenían que darse prisa para ver las reproducciones antes de que los dos personajes se encontrasen en el famoso cruce de Shibuya.
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