Uno de los ejes temáticos de esta edición del Expomanga 2012, que tuvo lugar a mediados de mayo en la Casa de Cristal de la Casa de Campo, era la efemérides del clásico de clásicos en lo que se refiere al manga: los 20 años de la llegada de Dragon Ball a nuestro país.
Huelga decir que es una serie insignia que probablemente ha marcado el devenir del manga y el anime en nuestras fronteras por lo que una celebración como ésa podría ser perfectamente un buen motivo por el que empujar temáticamente un salón. Sin embargo, a excepción de los facsímiles que se entregaban a la entrada que replicaban al número uno de la mítica serie blanca, el único rastro de Dragon Ball fue esta exposición. ¿Merecía la pena como para comentar que era el eje temático del salón del manga madrileño?
La exposición en sí estaba situada en la pared izquierda del evento, según entrabas tras bajar las escaleras. Se encontraba prácticamente al final, junto al escenario principal en el que sucedieron concursos de karaoke, de cosplay, sesiones de firma y conciertos. Por ello, tal vez no fuera el lugar más recomendable para permanecer un rato observando detenidamente el material expuesto.
Aunque lo cierto es que, pese a que sí había una cantidad y calidad que podía merecer la pena observar con un poco de detenimiento, tampoco estaba dispuesto de manera que se pudiera permanecer demasiado tiempo en la exposición, ocupando una pared de apenas diez metros, divididos en dos secciones.
En la primera, se sucedían versiones de los personajes realizadas por conocidos artistas nacionales que realizaron ilustraciones con una estética más manga como podían ser Nacho Fernández, Studio Kôsen o Xian Nu Studio que exponían un Goku en su nube Kinton, un Vegeta entregado a un “Over 9000!” o un grupal en el que destacaban Bulma y Yamcha.
Pero también había algunas figuras que nada tenían que ver con el manga, entre las que destacaría la curiosidad de ver al protagonista de la serie dibujado con el particular estilo de Azpiri o el espectacular lienzo de Bu realizado por Nacho Molina Parra.
Aunque, probablemente, la parte más tentadora para los seguidores de la saga, más allá de la curiosidad de los dibujos realizados por otros artistas, era lo que deparaba la otra sección de la exposición: material original de la serie.
En unas vitrinas en el centro, dejando un pasillo hasta la pared y dispuesto de una forma algo amontonada y desordenada, había expuesto desde lo que parecían gran cantidad de storyboards originales junto con objetos un poco aleatorios como con la edición Ultimate de Planeta DeAgostini, la caja de los DVDs, algunos facsímiles de los de la entrada y la edición de lujo del último videojuego de Spike sacado por Namco Bandai en un mogollón un poco desconcertante.
Pero lo que se llevaba sin duda la palma eran los originales del anime, con las anotaciones en japonés para su posterior trabajado hasta que se finalizaran en los fotogramas.
Una joyita muy muy llamativa que además había una gran cantidad de ellos, con más de 10 de ellos colgados de las paredes protegidos tras el cristal. Muy recomendable.
Ahora bien, la impresión final que daba la exposición era que, pese a que sí había material interesante que ver, la forma de exponerlo parecía un poco fruto del desdén. Y es que, para ser uno de los supuestos ejes del pasado Expomanga de Madrid, quedaba bastante poco lustroso, necesitando un poco más de trabajo y siendo un aspecto a mejorar sin duda en futuras ediciones.
Es más, me resulta difícil justificar que el Salón temáticamente tratara del 20 aniversario de Dragon Ball cuando más allá de esta exposición no hubo mucho más. En conclusión, una exposición interesante para los seguidores de la serie que podría haber quedado mejor con un poco más de cuidado y, probablemente, hubiera hecho falta alguna actividad más además de esta exposición para poner el foco del Salón en el aniversario.
Enlaces:
Especial Expomanga 2012
Galería de Fotos Expomanga 2011
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS