Nombre: Albafika
Constelación: Piscis
Nacionalidad: Groenlandesa
Técnicas:
- Piranha Rose: rosa negra que devora todo poder que se le opone.
- Bloody Rose: rosa blanca que absorbe la sangre del contrincante hasta que éste muere.
- Crimson Thorn: es su propia sangre envenenada, proyectada al rival en forma de finísimas e innumerables agujas.
Biografía: Un ejército de espectros comandado por el Juez Minos de Grifo se dirige a un ataque directo al Santuario, encontrándose en el camino con un basto manto de rosas rojas a sus pies. Creyéndolo inofensivo, dos de los espectros pisan las rosas siendo condenados a la muerte al poco rato, pues dichas plantas están altamente envenenadas. El espectro Niobe de la Profundidad pronto reconoce las rosas como el mortal ataque de uno de los 12 santos de oro: Albafika de Piscis. En ese momento, el santo dorado hace su acto de aparición frente a la avanzadilla de intrusos.
En un interesante combate, Albafika resulta finalmente ganador contra Niobe siendo su próximo encuentro con el propio Minos que no duda en comenzar usando su letal Cosmic Marionettion dejando al santo completamente indefenso y a su merced. Pero la voluntad de Albafika es grandiosa, y consigue impresionar a Minos lanzando un ataque contra los espectros que le seguían, pese a permanecer inmóvil. La pelea torna cruel y despiadada, pues Minos no tiene remordimiento alguno en machacar a sus adversarios, trasladándose posteriormente al pueblo cercano. Shion de Aries aparece en auxilio de su compañero de oro, pero éste se lo impide, pues su honor le obliga a terminar él mismo el combate.
Pese a no poseer cualidades sociales, Albafika es un santo honorable, valiente y decidido a arriesgar todo lo necesario para salvar la villa cercana al Santuario de la que tanto ha cuidado.
Curiosidades: El nombre de Albafika proviene de un juego de palabras entre la griega «Alba«, que significa blanco, y «Ficus«, como tipo de planta venenosa originaria de Japón.
Pocos santos pueden presumir de tener una jovencita seguidora como él tiene, que le venera por encima de todas las cosas.
Una de las razones de su frialdad con las personas sea posiblemente en que él mismo sea un portador andante de veneno. Tantos años conviviendo y entrenando con sus rosas envenenadas le han hecho fortalecerse hasta el punto de que su cuerpo tiene asimiladas dichas sustancias tóxicas. El contacto con su sangre podría ser mortal.
Comparativa con Afrodita: Belleza, pelo azulado, y rosas como ataque. Se podría decir que esos son los únicos datos que tienen en común, pues si Afrodita poseía el don de la belleza desde un punto de vista bastante afeminado y refinado, Albafika sabe de su bello rostro, pero no hace apología contínua a que sea lo más importante para él sino todo lo contrario. La protección del Santuario y de la villa cercana al mismo es todo lo que necesita para sentirse lleno y con una razón para seguir día a día.
Mientras Afrodita siempre poseyó un toque de maldad del que Albafika carece, éste demuestra que es una persona altamente bondadosa pese a su frialdad con los aldeanos.
Ambos son muy determinados a la hora de luchar y como es obvio, comparten técnicas, pero la nobleza de uno con los fines ególatras del otro nada tienen que ver.
En el apartado de diseño podemos recordar cómo a Afrodita se le podía confundir perfectamente con una mujer de ondulado cabello azul y finos labios decorados con carmín, mientras que Albafika posee un porte mucho más varonil y un pelo completamente liso y lacio.
Enlaces:
Especial Saint Seiya: The Lost Canvas
Guía de Personajes de Saint Seiya: The Lost Canvas
Texto: Marta ‘Lirin‘
Ficha: Juan José C. ‘chibisake‘
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