La premiere montada por la Warner en los cines Kinépolis de Madrid nos guardaba la sorpresa de poder ver de cerca una réplica del Mach 5, el coche de Speed.
El fotocall montado con el Mach 5, que normalmente es usado por la prensa rosa para sacar esas entrevistas que luego son ridiculizadas por el Se lo Que Hicisteis de La Sexta, realmente nos interesaba poco. Afortunadamente llegamos con el tiempo suficiente para poder ver el coche y sacarle fotos sin problemas, antes de que llegaran los buitres del corazón y los famosillos de turno.
Como podéis ver en las fotos, el coche tiene una pinta genial y se han mantenido todo lo fiel posible al original de los años 60. Todo un acierto, en general en toda la película, de los hermanos creadores de Matrix.
A las 21h de la noche comenzaba la película en la conocida sala 25 del Kinépolis, la sala digital. La impresión general que nos ha dejado la película es de sentimientos encontrados. Por un lado tenemos un producto orientado prácticamente a un tipo de público infantil y familiar, la típica película en la que los padres llevan a sus hijos pequeños. Por otro lado los Wachowsky han vuelto a superarse en el terreno artístico de la película.
Argumentalmente la la película es algo sosa, no nos dará mucho que pensar y tampoco llega a sorprender en ningún momento. Hasta a los personajes más misteriosos se les ve venir de lejos y los giros argumentales brillan por su ausencia. Se nota bastante que es una película para críos. Incluso en momentos llega hasta aburrir, en serio.
Pero no todo es malo, puesto que la faceta artística de la película es insuperable. Se nota en los Wachosky cierta influencia de Sin City y 300 de Frank Miller. El aspecto de dibujo y cómic animado está plasmado de forma espectacular, pero con una diferencia con las adaptaciones de Miller, el color. El estilo ochentero de la película con los juegos de luces, colores, zooms, bullet-times es realmente atractivo y todo un derroche de imaginación.
Comentario aparte merecen las «peleas» entre coches, a cada cuál más espectacular. Lejos de parecer fantasmadas, el estilo de «cartoon animado» que tiene la película hace que no nos replanteemos mucho si eso es real o no, sino que sencillamente nos agarramos al asiento y disfrutamos con los saltos, golpes y adelantamientos imposibles. Quizás lo peor en este sentido, el excesivo uso en ocasiones del bullet-time, haciendo en ocasiones que sea imposible seguir la acción de forma detallada.
Sinceramente creo que la película ha sido pensada para un público infantil, con cierta dosis de espectacularidad y efectos para que al menos los más mayores disfrutemos.
Para los otakus que hayamos visto la serie animada de Meteoro no quedaremos muy defraudados por la «adaptación» puesto que el trabajo de los Wachowsky es bastante fiel al original. Empezando por el Mach 5 y el aspecto de los personajes, y acabando con la banda sonora de la película, con claras reminiscencias de la serie original de los años 60.
Resumiendo, es entretenida aunque no es una montaña rusa de emociones. Argumentalmente, plana pero espectacular y entretenida en las carreras y escenas de acción. Una película perfecta para pasar el rato sin comernos la cabeza, que tiene un valor añadido al estar muy bien ambientada y basada en un manga clásico, que muchos hemos disfrutado de pequeños bajo el nombre de Meteoro.
Por último, os dejamos con las fotos que hemos tomado:
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