El XXII Salón del Manga de Barcelona tuvo como gran invitado a Junji Ito. El mangaka estuvo presente en el evento realizando distintas sesiones de firmas, encuentros con los fans y dando dos clases magistrales. Ramen Para Dos tuvo la oportunidad de conocer al creador de algunos de los relatos más terroríficos de la historia del manga.
Antes de la entrevista nos preguntamos cómo sería el creador de obras como Gyo, Tomie o Uzumaki. Historias donde el ser humano sucumbe ante las situaciones construidas arbitrariamente por el autor. ¿Se parecería a alguno de los personajes de sus obras? Aunque autor e historias suelen estar diferenciados, uno no podía evitar imaginarse a Ito como un auténtico Sôichi del manga.
Sin embargo, en cuanto tuvimos al autor frente a nosotros todas nuestras ideas preconcebidas se vinieron abajo. Lo primero que nos recibe es una humilde sonrisa, seguido de una actitud muy tranquila, mientras le poníamos el micrófono. Para nada podíamos imaginar que aquel hombre era capaz de hacer pasar el mayor de los tormentos a sus personajes. ¿Cómo aquel hombre tranquilo podía ser el creador de historias tan terroríficas?
“Con tan solo cinco años ya escribía mis primeras historias dramáticas”, afirmó al empezar la entrevista. Pero este particular entretenimiento infantil no era casual. “A mis hermanas les gustaba leer mangas y novelas de terror, fue gracias a ellas por las que descubrí el género”. Un género que le gustaba y que ponía en práctica en los ratos libres que le dejaba el trabajo de odontólogo.
“No solo participé con la motivación de ganar el concurso, sino también por demostrarme a mí mismo si valía para ello”.
Pero Ito no estaba contento con su trabajo. “Se trataba de un trabajo aburrido en comparación con lo que verdaderamente me gustaba: escribir historias”. Debido a esto probó suerte en un concurso de mangas de terror organizado por el autor Kazuo Umezu, uno de sus grandes ídolos. “No solo participé con la motivación de ganar el concurso, sino también por demostrarme a mí mismo si valía para ello”. Finalmente ganó el certamen.
Tras el certamen estuvo durante un tiempo compaginando su trabajo de odontólogo y el de escribir mangas, pero se acabó dando cuenta de que aquella situación no se podía alargar más. “Aunque el trabajo de odontólogo no estaba mal, dibujar y escribir historias era lo que verdaderamente me apasionaba”. Fue a partir de entonces cuando se empezó a dedicar en cuerpo y alma al oficio de mangaka.
Liberado de su antiguo trabajo, pudo centrar su mente al completo en sus historias de terror. A lo largo de casi 30 años carrera ha creado tantas historias con fantasmas, personajes desquiciados, espirales, peces antropomórficos…, que prácticamente no parecen tener fin. “Cuando escribo historias no pienso personajes concretos, sino en situaciones”. Y, aunque no lo parezca, muchas de estas surgen del día a día del autor. “Si te paras a pensar en el día a día, hay muchas situaciones que te pueden causar auténtico miedo”. Ito se confiesa un auténtico cazador de estos momentos, que considera su principal fuente de inspiración.
Otro ingrediente importante de sus historias son sus personajes, que tiende a manipular y hacer sufrir a lo largo de sus obras. “La locura es un aspecto de la psicología humana que me ayuda a crear las historias de terror». Pero no se considera el creador de la utilización de este recurso, pues según él, “siempre ha sido el elemento principal en este género”. Aunque esto no le ha impedido coger cariño a muchos de sus personajes, algo que considera problemático cuando tiene que dibujar la muerte de alguno de ellos. De entre todos los personajes creados, Ito no duda en elegir su favorito: Tomie.
«Si alguien quiere escribir historias de este género, tiene que leer y ver muchas obras de terror.»
Aunque obviamente, Junji Ito tiene sus referentes. Además del mangaka Kazuo Umezu, Ito confirmó sentir devoción por Lovecraft, algo que no debe de sorprender al lector habitual de ambos autores. En sus diseños también afirma inspirarse en los creados por H.R. Ginger para la franquicia Alien. Pero sobre todo destaca que se quiere distanciar del folclore japonés debido a que considera que está muy visto. “Por ejemplo, el fantasma Sadako de Ringu surge de la mitología japonesa y ha aparecido en multitud de obras”. Por eso él prefiere fijarse en Lovecraft.
Como no podía ser de otra manera, a Junji Ito le encanta ver y leer historias de terror, algo que considera imprescindible. “Si alguien quiere escribir historias de este género, tiene que leer y ver muchas obras de terror”. Aunque también destaca que no hay que copiarlas sino darles un toque personal. “Yo intento coger ideas de autores veteranos para luego imprimirles mi propio estilo”.
Como buen conocedor del género de terror, no podíamos concluir la entrevista sin preguntarle al autor por las historias de moda: los zombis. La pregunta no era casual dado que el mangaka participó en la antología 8 Tales of ZQN, basada en el universo de I am a Hero. “Nunca había realizado una historia de zombis, aunque siempre me gustaron las películas del género”. Sin embargo, al crear su historia quería aportar su mencionado toque personal. “Los zombis de mi historia son lentos como los de toda la vida. De esta manera, al ser más lentos el temor es más prolongado y, por tanto, se produce un terror más psicológico”.
Para concluir, le pedimos que nos firmará una shikishi para Ramen Para Dos a lo que él accedió encantado. En un par de trazos nos dibujó a su querida Tomie, y nos despidió con la misma sonrisa tranquila con la que nos había recibido y que mantuvo a lo largo de toda la entrevista. Una tranquilidad alejada del histrionismo y locura de sus personajes, y que solo existen en la mente del autor y en las viñetas de sus obras. Sin duda, una actitud que solo los auténticos genios como Junji Ito poseen. A partir de ahora, leer sus historias ya no será lo mismo.
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