El 8 de agosto es el Día Internacional del Gato, o más bien, uno de los tres días con los que se conmemora al año tan increíble animal que conquista todo lo que mira. Además del conocido 20 de febrero y del 29 de octubre, el 8 de agosto se estableció en 2002 por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal para concienciar sobre los derechos de los félidos.
Ante estas tres festividades, queda patente que el gato es un ser adorado por todo tipo de comunidades y sociedades, pues ya sabemos que en la antigüedad fueron venerados como a Dioses, y actualmente, ninguno lo ha olvidado. Además de ser los reyes de los vídeos de Youtube o de TikTok, en Japón son auténticas celebridades: desde los conocidos CatCafé hasta la famosa isla gatuna en Aoshima, pasando por todo tipo de merchandising kawaii con orejitas o la pantalla LED situada de Shinjuku, en Tokio, que ofrece escenas en 3D de una preciosa felina tricolor. Sin duda, el gato es el Rey del País del Sol Naciente.
Así que es totalmente lícito que el manga sea una extensión más del reinado felino, y son muchos los mangakas que se dedican profesionalmente a dibujar mininos en todas sus variantes. No obstante, si tenemos que hablar de la gran artista de referencia a la hora dibujar pelitos y plasmar ronroneos, ella es Konami Kanata. Y es por eso que este mes le dedicamos un especial en nuestro ciclo de 12 Meses, 12 Autoras.
La ailurofilia como profesión
Podemos considerar a Konami Kanata la mangaka de los gatos por excelencia, pues toda su obra gira entorno a los gatos. Desde su debut en los años 80, Kanata ha hecho de la percepción felina su firma. En todas y cada una de sus obras retrata el ingenio y el desparpajo de los gatos mediante historias de a pie, con situaciones cotidianas, humor y mucho ronroneo de por medio.
Como la mayoría de los mangakas, es reacia a dar detalles de su vida privada, por lo que se tiene muy poca información. Nació en 1958 en Nagano, Japón, y se sabe que cursó sus estudios en el instituto femenino Futaba-Kôtô, en Suwa, en la prefectura de Nagano. Más allá de estos datos, es difícil conocer sus pensamientos o aficiones, pues no es muy asidua a las redes sociales. Pero sí que tenemos la oportunidad de saber de ella misma a partir de sus historias, especialmente, por su amor por los felinos.
Kanata debutó en 1982 en la revista Nakayoshi con el relato autoconclusivo Puchi Neko Jamu Jamu, protagonizado por un gato. Seguidamente inició su carrera como mangaka y nos presentó a Gordita en 1986 con Fuku Fuku Fu-nya~n. Publicó de manera periódica viñetas de esta entrañable historia de una anciana y su gata gordita para la revista BE Love, de Kodansha hasta finalizarla en 2004. Ese mismo año, lanzó Fuku Fuku Fu-nya-n New en la misma revista, que no era otra cosa que un lavado de cara del manga, pero con los mismos personajes y un dibujo un poco más esmerado, y continuó hasta finalizar en 2013. Pero el amor de la artista por Gordita no acabó aquí, pues la mangaka siguió trabajando para traernos nuevas aventuras de esta oronda felina. Sin ir más lejos, en 2015 lanzó el spin-off de dos tomos de Gordita con Fuku Fuku Funyaaan Koneko da nyan, donde narraba sus primeros años de convivencia con su anciana dueña. No obstante, no deja de ser curioso el pensar que Kanata ha hablado de Gordita durante más de 30 años.
No obstante, el manga que le otorgó la fama mundial y la convirtió en todo un referente es Chi’s Sweet Home, obra que creó en 2004 en la revista Morning, también de Kodansha, y estaba protagonizada por la pequeña gatita callejera Chi. Esta minina pizpireta pronto enamoró al mundo entero a golpe de ronroneo y sonrisa de colmillos afilados. Es que la historia de cómo la familia Yamada encontró a Chi y se convirtieron en un solo corazón traspasó fronteras, idiomas y banderas. Prueba de ello es que, además de los 12 tomos que componen la obra principal, cuenta también con dos series de anime, una de ellas de animación 3DCG, y varios OVAs, además de todo tipo de merchandising oficial. Es más, pese a que Chi terminara en 2008, el amor que siente el mundo entero por esta gatita de rayas sigue perdurando en el tiempo, y Kanata ha tenido siempre muy presente a esta entrañable minina. Es por eso, que en 2016, publicó Kyou no Koneko no Chi, una nueva serie de 4 tomos que adapta las historias originales recogidas por el segundo anime de animación 3DCG.
Actualmente, la autora sigue hablando de félidos y demostrando que su ailurofilia, o amor por los gatos, sigue presente como el primer día. Su última obra es Sue to Tai-chan, que publica desde 2017 en la revista BE Love, de Nakayoshi, y nuevamente protagonizada por gatos, Sue y Tai.
En España hemos disfrutado de casi toda la obra de Kanata, dado que tenemos editoriales muy amantes de estos peludos. Para empezar, contamos con El dulce hogar de Chi, si bien no se puede negar que se trata de una publicación más que accidentada: la extinta Glénat se hizo con los derechos y llegó a publicar los nueve primeros tomos, pero tras su quiebra, el manga de Chi quedó en el limbo. Por suerte, en 2016 la recuperó Planeta Cómic, quien se aseguró de publicarla de manera íntegra. No obstante, la editorial no se ha hecho con Kyou no Koneko no Chi, aunque esperamos que sea solo cuestión de tiempo.
Después, también conocemos la historia de Gordita casi al completo, pues la misma Planeta Cómic trajo Fuku Fuku Fu-nya-n New, que bautizó como La abuela y su gato gordo. Posteriormente, también licenció el spin-off, bajo el título La abuela y su gato gordo. La gatita chiquitita.
La autora y sus gatos
¿Qué hace tan especial la obra de Kanata? Curiosamente, no destaca por poseer un dibujo de gran impacto o minucioso en el trazo, sino que más bien encandila al público por todo lo que transmite en sus viñetas, y esto es el slice of life más catlover que podamos imaginar. La artista dedica sus obras a hablar de la convivencia pacífica y entrañable de humanos con animales, en este caso, gatetes, mediante el costumbrismo más placentero y divertido. Tanto si la familia es numerosa como si se trata de un único componente, la mangaka se esfuerza en hacernos llegar las maravillas de vivir con un felino, y lo hace con auténtica precisión, pues tal y como ha mencionado en algunas entrevistas, plasma con tanta exactitud la mente afilada felina porque convive con varios mininos y suele reproducir las anécdotas que vive con ellos.
Así, sus mangas están repletos de capítulos que plasman esos deleites que sentimos todos los amantes o dueños de gatos, como el poder del placer de acariciar sus atigrados pelajes, de verles mover frenéticos los bigotes cuando juegan a cazar un juguete o de sentir contra nuestro pecho la reverberación del ronroneo, entre otros muchos placeres. En definitiva, una representación real, adorable y entrañable del mundo del felino doméstico que encandila a todo el mundo y en el que se palpa puro amor por los félidos, pues ella es la primera que deja constancia de ser una amante de estos intrépidos guerreros.
En adición, los mangas de Kanata no solo hacen que exudes corazones por cada poro, sino que también te arrancan más de una sonrisa o carcajada. La pluma de la artista suele estar cargada de momentos divertidos e ingeniosos, protagonizados por felinos, los mejores cómicos. Como hemos comentado, el trazo no destaca por ser delicado o perfeccionista, sino que tiende a mostrar personajes dados a la caricatura, siempre con el objetivo de crear historias amenas y graciosas. En sus viñetas abundan grandes muecas de sorpresa o expectación, cuerpos menudos, decorados simples y personajes felinos con expresiones muy elocuentes.
En adición, Kanata se permite la licencia de humanizar en muchos aspectos a sus personajes peludos, añadiendo gran expresividad y efusividad en sus gestos y acciones, a veces incluso con la capacidad de verbalizar pensamientos. Aunque sea entre los de la misma especie, consiguiendo que transmita con una mirada ceñuda o una mueca de disgusto todo lo que podría decir un humano en un bocadillo de diálogo. Algo que crea, a fin de cuentas, una historia más que simpática y con la que congeniar rápidamente pues, ¿quién no cree a pies juntillas que su mascota es más lista que ella? Si es que ya lo dice el refrán: “Un gato podría hablar si quisiera. Pero no quiere”. En definitiva, Kanata siempre busca agradar al espectador y retrata una realidad placentera y reconfortante donde los personajes disfrutan de sus felinos, y viceversa. Sitúa sus historias en el presente, para que todo tipo de lectores puedan disfrutar de estas mascotas de papel como si fueran propias, y alegrarse con cualquier monería felina. Pero, por encima de todo, ofrece narrativas alegres y optimistas donde el hilo argumental lo protagoniza un félido, y no se necesita nada más, pues ver a un gato pulular por un manga ya es un auténtico placer literario.
El dulce hogar del ronroneo
A la espera de saber si algún día podremos leer más de las vidas de Chi, Gordita, Sue, Tai o de los próximos gatos que esperamos que cree Kanata, podemos darnos con un canto en los dientes con una obra exclusiva que realizó la autora para España: la mangaka ilustró el cartel oficial del XXI Salón del Manga de Barcelona en 2014, donde retrató a cuatro simpáticos gatos que se erigían entre las torres de la Sagrada Família, de Barcelona. Esta ilustración es única en su especie, pues el certamen escoge a un artista local mediante concurso y no realiza encargos a autores extranjeros.
Y es que Kanata ha conseguido labrarse un camino con obras cándidas, sencillas, pero divertidas, donde sabe cómo alegrar un corazón atribulado o demostrar que los gatos, pese a que nos consideren esclavos, son unos seres maravillosos y reconfortantes para el día a día. No busca tramas electrizantes o increíbles acertijos imposibles de descifrar, sino que conquista mediante una realidad agradable y cercana. Y teniendo en cuenta el competitivo mundo editorial en el que es difícil que un manga perdure años en la memoria de los lectores, es más que loable su grata posición y su labrada reputación, quedando claro que se trata de toda una autora mangaka a la que admirar y seguir.
“Un maullido es un masaje al corazón”, dice el refrán, y justamente esto nos transmite ella con cada una de sus mangas: historias encantadoras llenas adorables gatetes que traspasan tus fronteras y conquistan tu corazón.
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