Es complicado estar en el punto de mira de todo el mundo. Sobre todo, cuando un reinado intenta encontrarte para eliminarte y una minoría de población tiene la esperanza puesta en ti para que les liberes de la tiranía demoníaca. Algo parecido sucede con Arus, un chico que tiene un importante papel que cumplir para bien o para mal en el fantástico mundo de Dragon Quest: Emblem of Roto.
Magia y caballería
Fue en el ya lejano XXIII Salón del Manga de Barcelona cuando la editorial Planeta Cómic anunciaba que había adquirido la licencia de la franquicia Dragon Quest. Poco a poco, se han ido lanzando diferentes títulos de esta saga, desde el artbook Dragon Quest ilustraciones y Dragon Quest Enciclopedia de monstruos hasta los mangas Dragon Quest Monsters y Dragon Quest VI, los reinos oníricos. Aunque próximamente saldrán al mercado más títulos de la franquicia.
La saga Dragon Quest surge en Japón en 1986 como uno de los primeros videojuegos RPG de la mano de Yuji Horii como programador, Akira Toriyama como diseñador de personajes y Koichi Sugiyama como compositor de la banda sonora. Tras infinidad de títulos y spin offs y llegando a ser una de las sagas más populares en Japón, estaba cantado que surgirían adaptaciones a manga, anime y todo tipo de merchandising.
Dragon Quest: Emblem of Roto se sitúa 100 años después de los hechos del primer y tercer videojuego de la franquicia. Este manga, publicado originalmente entre los años 1991 y 1997 en la revista Shônen GanGan de la editorial Square Enix, consta de una película animada y acumula más de 18 millones de copias vendidas solo en Japón.
Hace mucho tiempo en un lejano reino…
Han pasado muchos años desde que Loran y Karmen, los herederos del héroe legendario Roto, triunfaron sobre las fuerzas del mal. Llevando consigo un fragmento del mítico emblema de su abuelo, los dos hermanos han fundado su propio reino: el de Loran al norte y el de Karmen al sur. Pero después de cien años de paz y prosperidad, el mundo se ve amenazado de nuevo… Los malvados ejércitos están sitiando los últimos bastiones humanos, que caen uno tras otro.
Poseído por un demonio, el rey de Karmen lleva su reino a la ruina. Los únicos supervivientes de esta tragedia son el Príncipe Arus, heredero del héroe Roto, y Lunafrea, hija del general en jefe de los ejércitos de Karmen. Durante diez años, la joven cría al pequeño Arus en secreto, a salvo de sus enemigos.
Pero, enloquecidos por una tropa de monstruos, nuestros dos héroes y sus compañeros deciden tomar el camino para contrarrestar el aumento de la oscuridad. Especialmente como en el reino gemelo de Loran, el heredero del trono nació a su vez. Bautizado Jagan, se ha aliado a las fuerzas del mal y ha jurado que será el fin de los humanos…
El estilo shônen noventero
La primera impresión al leer Emblem of Roto, es lo deudor que es el dibujo de Chiaki Kawamata de los diseños de Akira Toriyama. Reproduce fielmente el estilo del creador de Dragon Ball (sobre todo en sus trabajos de finales de los ochenta). No tanto en los rostros de los personajes humanos como sí en las posturas, ropas, poses, especialmente de las criaturas fantásticas y demoníacas. Los fondos y escenarios también nos trasladan irremediablemente a emplazamientos muy similares a los bosques, desiertos y castillos de la primera parte de Dragon Ball.
En cuanto al guion, obra de Kamui Fujiwara, nos encontramos con el típico shônen de aventuras y fantasía. Tenemos a un héroe con un enorme potencial en el exilio que tiene a su alrededor a todo un elenco de secundarios clásicos: el mentor, el amigo con el que competir, la chica guerrera, la figura del anciano sabio, etc. Así como los dilemas morales sobre el bien o el mal y la libertad de elegir un destino o no, que ya viene determinado. En cuanto a la caterva de villanos, por ahora nos encontramos con seres con poca profundidad, que son malos porque sí, ya que son demonios. Eso sí, el diseño de estas criaturas es bastante chulo y efectivo.
Autores
Kamui Fujiwara es el que toma los lápices en Dragon Quest: Emblem of Roto. Graduado en la escuela de diseño Kuwasawa, obtuvo una mención honorífica en 1979 en los XVIII Tezuka Awards por su manga debut Itsu mo no Asa junto con Toshio Nobe. Está influenciado notoriamente por Katsuhiro Otomo, creador de Akira. Es un autor bastante prolífico, aunque destacaremos el manga que estamos reseñando y Dragon Quest VII: Fragmentos de un pasado olvidado, obra que publicará en breve Planeta Cómic.
Chiaki Kawamata es el guionista de esta obra. Crítico y escritor de novelas de ciencia ficción ha ganado el premio Seiun y el premio Nihon TF Taisho. Aparte de escribir Emblem of Roto, único manga en el que ha estado involucrado, escribió en 2012 el libro Death Sentences.
Edición
Planeta Cómic ha puesto mucho mimo en la edición de Dragon Quest: Emblem of Roto al traer una edición kanzenban con formato 148×210 (A5) en rústica con sobrecubierta de tapa blanda.
La colección está conformada por 15 tomos, habiendo salido a la venta a fecha de publicación de esta reseña 6 volúmenes. Cada tomo contiene alrededor de 300 páginas e incluye páginas a color a un precio de 16,95€ cada volumen. Además, la edición contiene una colección de imágenes promocionales aparecidas en la revista Shônen GanGan de la editorial Square Enix. En Japón se recopiló en 21 tomos tankoubon en una primera edición y posteriormente en 15 con la edición kanzenban que nos traemos entre manos. Como curiosidad, Planeta Cómic obsequiaba un marcapáginas de la espada de Arus con el primer tomo.
De limos y demonios
En definitiva, he disfrutado bastante con este manga a pesar de no tener una experiencia previa en el mundo de Dragon Quest, cosa que de primeras me daba bastante pereza al no tener amplios conocimientos del lore más allá de los limos y los difusos recuerdos del anime de Las aventuras de Fly. No obstante, a pesar de ser un shônen típico que lo ves venir desde el minuto uno, es muy ameno y tiene potencial para todos aquellos que gocen de la fantasía heroica o de los RPG de mazmorras, hechizos y monstruos.
Entiendo que indudablemente, es una obra básica para los fans de la franquicia y que tienen una buenísima oportunidad de hacerse con este manga. La edición de Planeta Cómic está muy cuidada y se agradecen los extras. A pesar de los 16,95€ que cuesta cada tomo, creo que la edición lo merece y que la relación calidad/precio está justificada.
Sin nada más que añadir, espero que le deis una oportunidad a esta obra y nos comentéis qué os ha parecido cuando la leáis.
Lo mejor
- Shônen noventero perfecto para nostálgicos de la época
- La edición está muy cuidada
- Perfecto para introducirse en la franquicia Dragon Quest
Lo peor
- A priori, no aporta nada que no hayamos visto antes
- Puede que el precio no esté al alcance de todos los bolsillos
Dragon Quest Emblem of Roto
Editorial: Planeta Cómic
Formato: Tomo A5 (148x210) rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Tomos: 15 (Finalizada)
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