Que el mercado chino haya estado plagado de copias de todas las dimensiones posibles a lo largo de los años no pilla a nadie por sorpresa. Lo curioso llega cuando a día de hoy siguen saliendo a luz algunos plagios que parecían estar enterrados en el pasado. Este es el caso de Dragon Bowl, un curioso arcade que plagiaba, literalmente, dos cosas a la vez: el juego de Ninja Gaiden y la serie de Dragon Ball.
En un pasado remoto donde aún no existían juegos sobre la famosa saga de Toriyama, una empresa china llamada Nics decidió hacer un videojuego basado en Dragon Ball a partir de la placa base del conocido Ninja Gaiden. Lo curioso de Dragon Bowl es la forma en la que plagiaba el juego original, donde se sustituían los sprites del título por otros de Dragon Ball. La copia era tan descarada que en la propia intro se sustituye, de una forma bastante precaria, al protagonista de Ninja Gaiden por un Goku de diseño bastante cuestionable.
Quitando algunos errores de ciertos objetos del escenario o de algunos enemigos, el juego funcionaba bastante bien a la hora de jugarlo. Si que es cierto que los enemigos se repetían hasta la saciedad y que el diseño general de todo el juego no estaba muy pulido, pero por aquel entonces esto fue una gran sorpresa para todos los pequeños seguidores de la serie.
Fuente: El Blog de «The Punisher»
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