Hay vida en el género de los SRPG más allá de Fire Emblem o Final Fantasy Tactics. Al menos eso es lo que pretende demostrar Nippon Ichi al distanciarse por completo de la seriedad de estos títulos, ofreciendo el sistema de combate y los personajes más alocados de todo el género con su serie de videojuegos más emblemática, Disgaea. Ahora nos llega para PC el primer juego de la saga en una versión que intentará volver a encandilar a los fans.
Desde su fundación, la desarrolladora japonesa Nippon Ichi Software ha concentrado todos sus esfuerzos en llevar el género del rol táctico a las mayores cotas de calidad posibles, con títulos tan emblemáticos como Phantom Brave, Z.H.P. Unlosing Ranger VS Darkdeath Evilman o la saga que hoy nos ocupa. Tras trece años desde su nacimiento en 2003, la saga Disgaea cuenta con seis entregas principales hasta la fecha, las cuatro primeras porteadas a las consolas portátiles de Sony. Tras finalizar su andadura en PlayStation 3 con Disgaea D2, una secuela directa del primer título, el pasado octubre de 2015 la franquicia se aventuró en la nueva generación con Disgaea 5, lanzado en exclusiva para la sobremesa de Sony.
Cuatro meses después del estreno de esta última entrega, el rol táctico de la saga Disgaea da por fin el salto a PC con su primer título. Titulado originalmente en PlayStation 2 como Disgaea: Hour of Darkness, la enorme aceptación que tuvo este juego entre crítica y público provocó que fueran lanzadas nuevas versiones del mismo para otras consolas como PlayStation Portable y Nintendo DS. Ahora le toca el turno a Steam, en una conversión que si bien aporta pocas novedades, conserva todos los elementos que hicieron de este uno de los mejores SRPG de todos los tiempos.
Hora de despertar de la siesta
La trama del título nos pone en la piel de Laharl, hijo único del Señor del Inframundo. Tras haber pasado los dos últimos años sumido en un profundo sueño, es despertado por su vasalla Etna, la cual le advierte que su padre ha muerto atragantado por una galleta. Esto ha provocado que innumerables demonios se embarquen en una intensa disputa por hacerse con el trono del Inframundo. Es aquí donde cobra importancia la figura de Laharl, quien como heredero legítimo del título, hará todo lo que esté en sus manos por ser reconocido como el auténtico Señor del Inframundo.
Pero lograr tal enmienda no será tarea fácil, menos para un solo hombre, por lo que se verá acompañado de numerosos vasallos que le ayudarán a conseguir este objetivo. Entre estos destaca la ya mencionada Etna, una diablesa que ayudará a Laharl a dar sus primeros pasos en el arte del combate y que sin duda se muestra como el personaje más carismático del conjunto. Y no, no es que el resto de los personajes desentonen en este aspecto, de hecho todos nos regalan diálogos que destilan personalidad por todos sus costados, brindando al título una trama repleta de humor y de situaciones disparatadas.
Aún con todo y sin querer profundizar más en un argumento que realmente merece la pena descubrir, el título logra hacer un hueco para algunos momentos puntuales de gran emotividad. Esto, que en una trama tan absurda como la que se nos plantea, podría parecer una mala decisión. Sin duda uno de los puntos fuertes del título, logrando dotar a los personajes de un trasfondo humano que ayudará a que el jugador sienta empatía por los mismos.
De combos va la cosa
Si por algo se ha caracterizado la saga Disgaea a lo largo de los años es por ofrecer un sistema de combate tan disparatado como profundo. Si bien en su base podría recordar a cualquier otro SRPG de los muchos que pueblan el mercado, una vez tomado el control podrá apreciarse el enorme nivel de complejidad del que hace gala. Esto, que para muchos supone el principal punto a favor del título, se convierte en uno de los principales contras para el usuario más impaciente. Este se verá absolutamente perdido durante unas primeras horas en las que los tutoriales no serán suficientes para abarcar todas las bondades que Disgaea ofrece.
La curva de aprendizaje del título es realmente dura, pero una vez superada abrirá al jugador un enorme abanico de posibilidades jugables. En un sistema de juego por turnos basado en un tablero, el jugador podrá coger y lanzar tanto a aliados como a enemigos por todo el escenario, realizar combos completamente devastadores que infligen una absurda cantidad de puntos de daño a los enemigos, así como hacer uso de los geo-paneles para tornar las bonificaciones del escenario a nuestro favor. Cada personaje contará con habilidades especiales propias que aumentarán su nivel y que se potencian a medida que son usadas, al igual que ocurre con las armas, que se dividirán en espadas, lanzas, hachas, arcos, puños, bastones, pistolas o armas de monstruo, cada una con sus ventajas y desventajas.
Son innumerables las combinaciones posibles y más si a esto se le añade el llamado Dark Assembly, una especie de tribunal en el que tendremos que convencer a un jurado para cambiar las reglas del propio juego. Para ello, el jugador podrá hacer valer su propio rango, que se puede aumentar en exámenes en el propio Dark Assembly, o en caso de no ser suficiente, sobornar a los propios senadores como si de un gobierno corrupto se tratase con objetos adquiridos a lo largo de la aventura. Además, aquí será posible modificar nuestro ejército seleccionando entre distintas clases con las que especializar tanto a humanos como a monstruos.
El juego se estructura en capítulos, cada uno de los cuales con distintas batallas en las que tomar parte. A dichas batallas se accede a través de una zona neutra, desde la que el jugador podrá personalizar a sus personajes con nuevas armas y accesorios, curar a los fallecidos en el hospital, acceder al Dark Assembly o mejorar sus propios objetos en el Item-World, entre otras muchas opciones. Se recomienda encarecidamente guardar partida antes de aventurarse en cualquier batalla, ya que el juego no nos ofrecerá ninguna oportunidad de reiniciar la partida en caso de salir derrotados.
Una conversión que no está a la altura
Técnicamente, el juego de Nippon Ichi cumple de manera bastante justa. Si bien es cierto que se trata de la adaptación de un título aparecido originalmente en PlayStation 2, ni siquiera en la consola de sobremesa de Sony conseguía destacar por su apartado gráfico o sus animaciones. En esta versión para PC, los sprites originales de los personajes se han mantenido intactos, mientras que los escenarios sí que han tenido un ligero lavado de cara para acercarse a la alta resolución. No obstante, al combinar ambos elementos en el campo de batalla, la sensación es la de encontrarnos ante un apartado gráfico trabajado a medias, que ni respeta por completo la esencia del original, ni logra adaptarla por completo a los estándares actuales.
Donde sí se ha hecho un buen trabajo es en adaptar la interfaz del juego a la Alta Resolución, ofreciendo unos textos más claros y unos artworks de personajes mucho más nítidos durante los diálogos. Pese a todo, sigue chocando que en escenas con texto implementado en la propia imagen, se haya mantenido la versión original, mostrando así un texto borroso y que no casa en absoluto con el visto en los cuadros de texto. Hay que remarcar que todas estas nuevas opciones gráficas son completamente opcionales, pudiendo desmarcarse y jugar como si del título original se tratase.
En cuanto a las nuevas formas de control con teclado y ratón, estas han sido implementadas de manera realmente desastrosa, logrando desesperar hasta al jugador más paciente a la hora de seleccionar las distintas casillas en el tablero. Por suerte, siempre existe la opción de conectar un mando y jugar con los controles clásicos.
Donde realmente hay que rendirse a la evidencia es en el apartado sonoro, que alcanza un nivel muy satisfactorio en las melodías y un nivel auténticamente sobresaliente en su doblaje al inglés. La localización del juego, con textos en inglés, es también de gran calidad. No hay que ser ningún experto en esta lengua para conseguir entender los diálogos con facilidad y no perderse en la historia.
Conclusión
Disgaea PC es un claro ejemplo de SRPG de calidad. Con un sistema de batalla muy profundo, acompañado por una historia repleta de humor y de personajes de gran carisma. El título asegura ofrecer más de 50 horas de juego a aquellos que simplemente opten por completar el modo historia. Para los que además deseen explotar al máximo las bondades del mismo, se encontrarán con un título prácticamente inacabable, que les brindará cientos de horas de diversión.
En cuanto a esta conversión a PC, las novedades que ofrece son muy limitadas, y en su mayoría, solo hacen restar al conjunto. Al menos, todas estas opciones son fácilmente desmarcables, pudiendo jugar como si del título original se tratase. Por último, resaltar la enorme calidad que atesora el título a nivel sonoro, con un doblaje al inglés que difícilmente podría ser superado.
Lo mejor
- Historia con gran sentido del humor, acompañada de unos personajes memorables.
- Sistema de combate con multitud de opciones.
- Tanto el doblaje como la banda sonora rayan a un nivel sobresaliente.
Lo peor
- Los añadidos con respecto a la versión de PSP son pocos, y en muchos casos, desechables.
- La curva de aprendizaje puede dejar en la orilla a muchos jugadores.
- Íntegramente en inglés.
Para el análisis de este juego se ha hecho uso de un código de descarga ofrecido por NIS America.
Disgaea PC
Plataforma/s: PC
Desarrollo: Nippon Ichi Software
Jugadores: 1
Audio/Textos: Textos: Inglés / Voces: Inglés y Japonés
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