El 5 de enero de 1994, la revista Weekly Shônen Sunday presentó al mundo un personaje que, con el paso de los años, se ha convertido en un icono del manga y el anime a nivel mundial. Hablamos de Conan Edogawa, el inigualable Detective Conan, que hoy celebra mil capítulos de manga en la revista que le vio nacer.
Durante los casi 24 años de existencia de esta obra, los casos y las investigaciones han atrapado a jóvenes y no tan jóvenes en todo el mundo, convirtiéndose en una franquicia de cifras astronómicas: 869 episodios de anime, 21 películas, especiales de live-action, novelas, juegos de escape, tiendas, una estación de tren y hasta un récord Guinness gracias a la intérprete de openings y endings Mai Kuraki.
Pero más allá de las cifras y todos las marcas de longevidad que pueda batir, Detective Conan ya ha quedado grabada en la memoria de muchos otakus, incluido un servidor. Como ya mencioné en la crítica de Estrategia sobre las profundidades, hace quince años que sigo la obra de Gosho Aoyama y a día de hoy todavía no ha dejado de sorprenderme. Es por eso que en este día tan especial, le dedico una oda al que, para mí, es el mejor detective del mundo.
La serie detectivesca que roba corazones
A día de hoy, Detective Conan bien se podría rebautizar como “Mil maneras de morir” o “Mil maneras de matar”, porque la cantidad de métodos mostrados para arrebatarle la vida a una persona en casi 24 años es, cuanto menos, ridículamente amplia. Seré muy cínico ahora mismo, pero es inevitable pensar que nadie en el mundo no haya intentado replicar cualquiera de estos métodos en la vida real, por muy enrevesados y complicados que pudieran resultar. Métodos muchas veces ridículos, pero también motivos para matar muy absurdos.
Con cada nuevo caso y cada nuevo asesino descubierto, de vez en cuando te planteabas la misma cuestión: ¿En serio lo ha matado por esa estupidez? Seguramente Aoyama lo ha hecho a propósito para mostrar que la falta de razonamiento humano no tiene límites. Como tampoco lo tiene la capacidad deductiva de Conan. Daba igual cuantos testigos hubiera, si las pruebas eran ínfimas o si parecía imposible haber cometido el crimen, este renacuajo gafe siempre desenmascaraba a los culpables. Ahora en serio, cuando veáis a un cosplayer de Conan lo mejor que podéis hacer es huir corriendo a toda prisa, porque este niño es un afrodisíaco para la muerte.
Dejando a un lado los crímenes y la sangre, Detective Conan también nos ha atrapado gracias al drama de Shinichi y Ran, una chica con un cuerno en la cabeza que puede ser o la mujer con menos luces del Universo o la mayor troll de la historia. Nunca sabes si realmente desconoce la verdadera identidad de Shinichi o si realmente nos lleva tomando el pelo durante un cuarto de siglo. Cada vez que parecía tenerle acorralado, o Conan le convencía de lo contrario o era ella quien se dejaba engatusar para no afrontar la realidad.
Aun con esta dantesca situación, Shinichi y Ran nos han hecho vivir momentos tensos y emotivos por doquier. ¿Quién no recuerda el mítico arco del Retorno Peligroso, con la obra de teatro y la cena en el restaurante de lujo? Aquella aparición inesperada del Caballero Negro y aquel misterioso “algo” que Shinichi quería decirle a su amiga de la infancia. Todo apuntaba a una petición de matrimonio, pero como suele hacer Gosho Aoyama nuestros sueños fueron cruelmente aplastados al mismo tiempo que se terminaban los efectos del antídoto. Otro momento épico y que nos puso el corazón en un puño fue el desenlace de El libro del apocalipsis de Holmes, con la inolvidable confesión de Shinichi bajo el Big Ben, y a la cual quizás tengamos respuesta en Kyoto.
El detective del este, un hito mundial
Pero al margen de crímenes, robos, secuestros y cifras varias, no se puede olvidar que Detective Conan mueve a millones de personas en todo el mundo, ya sea en convenciones, tiendas o en redes sociales.
Sin ir más lejos, el estreno de la película El Réquiem de los Detectives en el canal infantil catalán Super3 el pasado mes de mayo, llegó a convertirse en trending topic a nivel estatal. Esto muestra la repercusión que todavía tiene en nuestro país, especialmente si se tiene en cuenta que hacía siete años del último estreno en catalán de la saga del maestro Aoyama.
Sin embargo, cuando el manga llegó a España en 1998 de la mano de Planeta, el resultado fue un fiasco enorme. En aquella época, Conan era un completo desconocido fuera de Japón, y la masiva popularidad de series como Saint Seiya o Dragon Ball, que también editaba Planeta, le condenó al olvido inicial.
No fue hasta el año 2000, con la llegada del anime a Antena 3 y un año después con su estreno en catalán y en otras comunidades autónomas, que la franquicia no estalló en popularidad en nuestro país. La serie de animación se convirtió en una obra de culto en Cataluña, mientras que en el resto de la Península el manga se abrió un hueco entre las series más clásicas. A día de hoy, Detective Conan es la obra manga más longeva publicada en nuestro país, superando incluso a los mismísimos Caballeros del Zodíaco.
Más allá de nuestras fronteras, y pasando al país que le vio nacer, Conan sigue siendo un verdadero hito. En sus casi 24 años de publicación, el pequeño gran detective ha invadido Japón de cabo a rabo, convirtiéndose en una de las franquicias con más seguidores en territorio nipón. Su popularidad es tal que el propio pueblo de Gosho Aoyama, Hokuei, ha sido decorado con estatuas y ornamentos varios de la serie para darle un toque especial. También allí se encuentra la Gosho Aoyama Manga Factory, el museo dedicado al autor, que este año ha cumplido su décimo aniversario.
La cara del detective encogido también ha sido “víctima” de varias parodias en series como Shin Chan, Amasando Ja-pan, Gintama o Hayate Mayordomo de Combate, a cada cuál más tronchante que la anterior.
Además, la franquicia, y especialmente el anime, también ha sido una puerta a nivel mundial para descubrir artistas que han colaborado para los más de cien openings y endings con los que cuenta la serie a día de hoy. Destacan nombres como BREAKERZ, B’z, Garnet Crow, Two-Mix, Valshe o la mismísima Mai Kuraki, que recientemente consiguió un récord Guinness gracias a la increíble cifra de 21 canciones que ha realizado para el anime. Aunque Conan tenga nulos conocimientos musicales, sus canciones traspasan fronteras.
Del mil hacia adelante
Hoy mi detective favorito llega a los mil capítulos del manga, y llega en un momento incierto. El inicio del viaje escolar en Kioto plantea serias dudas para los fans, que ven en este nuevo arco que está a punto de empezar como un punto de inflexión para la serie. Mil capítulos es una cifra astronómica a la que pocas series llegan, por lo que podríamos estar acercándonos al principio del fin de la odisea.
Con la llega del viaje a Kyoto saltan varias preguntas: ¿aparecerá Shinichi con su cuerpo original o deberá usar algún truco de los suyos, incluido robar el antídoto? ¿Responderá Ran por fin a la confesión del Big Ben? ¿Descubrirá Sera la doble identidad de Shinichi? ¿Harán acto de presencia Heiji, Kazuha, Kyogoku o algún otro secundario estelar? Son preguntas que se irán resolviendo con el paso de las semanas y que quizá van preparando el terreno para un escenario aún mayor.
Y es que la gran duda con la que los fans se muerden las uñas es la siguiente: después de más de 23 años investigando, resolviendo casos, arreglando su vida amorosa y haciendo nuevos amigos y enemigos a cada semana que pasa, ¿llegará algún día Conan a atrapar a los hombres de negro? Sea cual sea la respuesta a esta última pregunta, la única certeza es que el futuro se presenta brillante y emocionante para el Sherlock Holmes de los tiempos modernos. Y como siempre dice Conan, ¡sólo hay una verdad!
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