La película de Death Note, producida por Netflix, ha creado polémica desde que se anunció hace ya cerca de un año. En Ramen para dos ya hemos comentado la reseña de la misma una vez vista desde el punto de vista más objetivo posible, pero ahora es el momento de mojarse. En el siguiente artículo, queremos mostrar nuestra opinión intentando apreciar las dos caras de la moneda. Al igual que Kira puede ser héroe para unos y villano para otros ¿Te atreves a abrir el cuaderno de muerte y leer lo que hemos escrito en él? ¡Ojo, que el artículo contiene spoilers, tú verás si continúas leyendo!
Death Note de Netflix… BIEN (por FaeH)
Es difícil situarse en el lado bueno de la balanza para defender Death Note, no por nada, si no porque el clamor popular ha hablado y es bastante común encontrar por las redes sociales una opinión generalizada de que la cinta no ha gustado nada. Es más, la cantidad de memes, insultos, escritos de la palabra Netflix o Adam Wingard en Death Notes particulares no parece tener fin.
Voy a comenzar a partir de ahora a exponer por qué creo que Death Note está bien. Partiendo de la base que cualquier producto que difunda el mundillo otaku por el mundo me parece algo positivo. Aunque sea una expansión de una marca inicial, la disposición inicial debería de ser positiva, ya que esto no debe de enturbiar ni modificar el producto base.
Centrándonos ya en la película en sí, y dejando de lado un poco el contexto y el carácter de su fandom, hay varias virtudes en la película que creo que la ensalzan. Para empezar, estamos ante una adaptación estadounidense, que pretende reflejar la vida del adolescente medio de EE.UU, cosa que difiere enormemente con los institutos japoneses y del carácter de sus ciudadanos. Que Light se sienta atraído por chicas y tenga una personalidad más occidental, es algo natural. Un Light como el del manga, completamente frío y con un sentido de la justicia que no le permite disfrutar de nada más, es algo poco verosímil y que se ve raro en la sociedad estadounidense.
El hecho de que esta versión del personaje sea huérfano por parte de madre, siendo ésta asesinada por un criminal que se sale indemne de la justicia, es algo que me parece positivo. Esto refuerza sus valores justicieros y permite que la línea entre la justicia y la venganza sea algo más difusa.
El mismo cuaderno de muerte tiene algo que no tienen sus versiones japonesas. Al margen de la modificación de ciertas reglas, me parece una idea genial el que se conserven los nombres escritos por antiguos propietarios, incluso advertencias sobre no fiarse de Ryuk. Esto le da trasfondo al misterioso objeto y una presencia que hace ver al espectador cómo tiene ya un bagaje y un recorrido que hace que se repita la historia una y otra vez.
El L de la película tiene momentazos, como el del cara a cara con Kira en ese típico dinner americano, con la lluvia y las luces de neón de fondo. La tensa escena colocando las cartas sobre la mesa de ambos rivales, supone un punto y aparte en la historia, que ya no para ni por un segundo. Así mismo, el instante final en el que L tiene la oportunidad de escribir el nombre de Light en ese trozo de papel que encuentra en el cuaderno de cálculo, pero que tras un arduo debate interno no lo hace al final, mola un montón. Podemos apreciar cómo los sentimientos encontrados le ponen contra las cuerdas y hay líneas que le cuesta mucho no cruzar.
El personaje de Mia, en cambio, lo veo más bien como una contraposición al dúo protagonista para lucimiento de la batalla de trampas entre ambos. Añadiendo así un tercer factor que permite descolocar tanto al fan del manga como al neófito. Culminando con esa escena final de la noria, donde comprobamos como existe alguien con un corazón más oscuro que el de Light.
Para concluir y no extenderme demasiado, tampoco diré que la cinta me haya parecido redonda ni mucho menos. Pero desde luego creo que es un producto disfrutable y que no merece la cantidad de palos que está recibiendo. Espero con ganas las secuelas y ver por dónde piensan tirar, ya que han demostrado que han cogido la esencia del producto original y la han extrapolado de una manera adecuada.
Death Note de Netflix… MAL (por Corj)
Para empezar quiero dejar claro que en ningún momento llegué al visionado de esta película con ideas preconcebidas ni prejuicio alguno. Sabía que me iba a encontrar una adaptación totalmente libre del manga de Ôhba y Obata. De hecho, tenía bastante fe en que fuera a salir algo bueno de ella. Estas esperanzas que tenía puestas venían de lejos, más concretamente desde que se anunció que Adam Wingard estaría al cargo de la dirección. Este, tras ver películas como Tú eres el siguiente, The Guest o sus participaciones en la saga V/H/S, se hizo un hueco en mi corazón, ese espacio en el que meto a la gente que parece ofrecernos algo nuevo e interesante, justo al lado de Nicolas Winding Refn. Sin embargo, parece que cada vez que intenta irse un poco hacia algo más comercial no acaba de funcionar.
Tras este rollo que acabo de soltar para explicar que me dispuse a ver la película con la mente totalmente en blanco, vamos a lo que realmente importa. La película comienza con sus “cosillas”, tanto buenas como malas, algunas de las cuales pueden parecer lógicas al “americanizarla”. No voy a compararla en ningún momento con la obra original, la voy a tratar como una película original. Para empezar, la historia parece que se desarrolla a toda velocidad perdiendo peso ese juego del gato y el ratón que debería haber tenido contando la historia de un asesino que cree que hace lo correcto y su perseguidor. Todo lo que ocurre pasa apresuradamente, pasando superficialmente por el tema policíaco, hasta llegar a su cuestionable final. ¿En qué momento se cuenta que la libreta tiene el poder ya no sólo de matar, sino de influir en la gente que está alrededor? A Light solamente le falta escribir que tras salvarse aparezcan 10 millones de dólares con los que poder financiar una investigación para demostrar que las Dragon Ball existen y poder resucitar a Mia.
En cuanto a sus protagonistas, nos presentan a Light como alguien con una gran inteligencia, pero por su forma de actuar no parece demostrarlo en ningún momento. ¿De verdad si has matado a alguien se lo vas a contar casi instantáneamente a otra persona? Porque en cuanto Mia Sutton le hace algo de caso va y se lo suelta de buenas a primeras, fardando de ello además. Y ya no solo con Mia, no parece que se le vea muy preocupado por ocultar su identidad. Ejemplo de esto es cuando L se presenta delante de él en la cafetería. Solo le falta darle su tarjeta de contacto con nombre, alias, número de teléfono y dirección. Y ya que estamos hablando del detective… ese del que nos cuentan que pasó por mil penurias para llegar a ser uno de los mejores del mundo. Con todo lo que tuvieron que hacerle para que fuera una persona sin sentimientos no es que se le vea muy frío y calculador. Esa escena en la que va con el coche como loco a por Light dispuesto a acabar con su vida no representa muy bien lo que desde el principio nos habían mostrado.
Con respecto al resto de personajes ni fu ni fa. Tal vez el más interesante de ellos sea el de Mia, pero parece un poco desaprovechada. Además, nunca queda claro del todo su equilibrio mental. Pero hablando de personajes desaprovechados la palma se la lleva Ryuk. Tienes a Willem Dafoe y haces que su personaje sea un mero espectador que apenas interviene. Es verdad que es el objetivo de Ryuk, ver de lo que son capaces los seres humanos cuando se les da cierto poder, pero un poquito más de interacción por su parte no habría estado de más.
Y ya que he entrado con el tema de Dafoe y he comentado lo que me parecen los personajes principales, voy a repasar un poco el reparto, en el cual encontramos el que es uno de los errores de casting más clamorosos de los últimos tiempos. ¿A quién se le ocurrió darle el papel de Light Turner a Nat Wolff? Vale que en películas como Ciudades de papel o Bajo la misma estrella diera la talla, pero no sé quién pudo imaginárselo como una persona capaz de tomarse la justicia por su cuenta. Hay escenas en las que incluso llega a dar cierta vergüenza ajena (más allá de que el guión tampoco acompañe). Las caras que pone, sus gestos… no consigue convencer a nadie.
En cuanto a Lakeith Stanfield, no lo hace del todo mal, pero en muchas ocasiones intenta copiar la forma de ser del L de la obra original dando como resultado una interpretación bastante sobreactuada. Shea Whigham, el actor que da vida al padre de Light, parece que se ha dedicado a llegar al rodaje, leer su guión, cobrar y largarse. Paul Nakauchi está bastante digno en el papel de Watari, aunque es cierto que no es un rol que le exigiera demasiado. Y me dejo para el final a Margaret Qualley, con la que os digo desde ya que no puedo ser realmente objetivo puesto que me parece uno de los jóvenes talentos más prometedores del cine actual. Solo debe tener algo más de cuidado al elegir sus proyectos, pero a pesar de todo me pareció, junto a Nakauchi, de lo poco rescatable de la película.
Poco más me queda que decir sobre esta cinta. La decepción fue muy grande y no sólo como adaptación, sino como película en general. No sé en qué estaría pensando Adam Wingard pero espero, o más bien deseo, que nunca se produzca la segunda parte de la que se ha estado hablando y se dedique a hacer películas originales. Esto ha sido todo un despropósito que espero borrar pronto de mi memoria y hacer como que nunca ha ocurrido. Y ahora sí, entrando un poco en comparaciones, es difícil hacerse a la idea de que, partiendo de la misma premisa, el resultado de esta película y el del manga original difiera tanto en calidad (y eso que el manga perdió bastante nivel a partir del momento que todos conocemos).
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido la película? ¿La habéis visto? ¿Estáis de acuerdo con nuestros redactores? Podéis contarnos vuestras impresiones en los comentarios o a través de las redes sociales.
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