La luz va a ser uno de los elementos más importantes a la hora de fotografiar nuestras figuras. Una mala iluminación puede destruir completamente nuestro trabajo, ya que puede generarnos sombras en lugares en los que no lo deseamos. En esta entrega del curso hablaremos de este punto, ya que puede ser la diferencia entre una buena fotografía y una que no. Así pues, tomad vuestras cámaras y a fotografiar.
A grandes rasgos y para que os hagáis una idea, imaginaos que tiramos una foto sin flash (obviamente) donde nuestros punto de luz está situado por encima de la cabeza de la figura. Si no compensamos la dirección de esta, lo más normal es que la sombra del pelo y flequillo, nos oscurezca los rasgos de la cara. Y eso no se puede consentir.
Ya hemos hablado de los diferentes tipos de luz en capítulos anteriores, así pues para hacer fotos de exposición de figuras siempre usaremos luz fría o bien luz de flash. ¿Y por qué ahora sí que hablo del flash? Pues porque más adelante nos será de gran ayuda, pero eso se verá en próximos capítulos. Hoy por hoy nos centraremos en la luz fría. La luz fría la podemos conseguir simplemente de una bombilla de bajo consumos pero tened en cuenta que, cuanta más potencia tenga, mejor nos saldrán las fotos y más fácil nos resultara.
Para este capítulo nos va a hacer falta algunos materiales. Estos se podrán usan más adelante y formará parte de vuestro estudio particular de figura.
- Algún sitio en el que podamos colocar una bombilla de bajo consumo.
- Una bombilla de bajo consumo de luz fría de unos 100 vatios reales (las bombillas de bajo consumo suelen tener en la caja esta equivalencias 50 wh = 100 wh. Esto quiere decir que la bombilla tiene 50 vatios que en luz normal son 100. Este el valor que buscamos, esos 100 vatios de luz normal)
- Una pequeña cartulina blanca (de buen grosor).
- Una cartulina más larga de ancha o algún sitio blanco uniforme (es simplemente para que empecéis a jugar con las sombras. Más adelante hablaremos de las softbox y demás.)
- Opcional: Un pequeño espejo.
Una vez en disposición de todo esto, vamos a empezar a ver cómo afecta la luz a nuestra figura con ejemplos prácticos. La cámara ha de estar siempre es posición automática SIN FLASH.
Aquí podemos ver el resultado si aplicamos la luz de frente, pero ligeramente elevada. A su vez, hemos colocado una cartulina blanca justo en el otro lado de figura para proporcionar una ayuda a la luz (orientada hacia la figura, por supuesto). Todos los detalles frontales aparecen correctamente iluminados, ya que las sombras quedan proyectadas hacia atrás como podemos ver. Esta sería una buena iluminación de no ser porque hay una sombra muy «desagradable» detrás de la figura. Esto hay que evitarlo.
En la esta fotografía vemos como la iluminación parte de la derecha. Se podría decir que la figura esta mal iluminada, ya que se han generado muchas sombras en zonas en que pretendemos que no las haya. Hay sombras sobre los ojos, en el hombro y en el cuello. Ahora bien, en la fotografía creativa, este juego de sombras nos puede resultar muy útil, pero para lo que pretendemos hacer, no nos sirve.
De nuevo aquí vemos esa sombra tan desagradable producida detrás de la figura. Os daréis cuenta de que en muchas de vuestras fotos aparecerá esa condenada sombra. No es relativamente difícil eliminarla, basta con iluminar un poco el fondo para logra quitarla o bien, enfocar la luz de tal manera que le sobra quede fuera del encuadre. Este es un truco muy usado cuando quieres iluminar bien una zona y pese a todo, aparece una sombra.
Como habéis podido comprobar, la mejor iluminación la conseguimos disparando con la luz entrando en 45 grados y apoyados con una cartulina que hará que la luz no se pierda, si no que se redirija hacia la zona que ha quedado ligeramente oscura.
Sé que muchos estaréis pensando en que si pusierais otra luz desde donde tenéis la cartulina quedaría perfecta… y así es, ¿por qué? Muy simple. Con otro punto de luz estáis compensado esas zonas oscuras iluminando perfectamente todo el frontal de figura que es, precisamente lo que queremos conseguir. Así obtendremos una iluminación uniforme que no se tocara en toda la sesión de fotos, ya que lo que moveremos será la posición de la figura, pero nunca la luz (al menos de momento).
Es el momento de vuestro turno, quiero que empecéis a hacer pruebas, según hemos hablado. No os dé miedo que os queden mal, al principio es normal pero si seguís lo que os he dicho, estoy seguro de que en breve lograreis mejorar los resultados.
«Lo más importante no es la cámara, sino el ojo». Alfred Eisenstaedt
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