Un estudio revela que los lectores del manga de Dragon Ball tienden a ser más sociables, optimistas y mejores estudiantes, que aquellos que nunca lo leyeron y también desarrollan un mayor hábito de lectura.
¿Alguna vez has oído que Dragon Ball es inapropiado o poco educativo para el público juvenil? Una investigación internacional, iniciada en España y extendida hasta Estados Unidos y Japón, rebate las críticas negativas mediante el estudio del perfil de más de 2000 individuos, aficionados y no aficionados a la lectura del famoso manga. La investigación, que incorporó además el análisis de la actitud de 300 profesores españoles, revela grandes prejuicios por parte del cuerpo docente a la hora de explorar herramientas educativas innovadoras que podrían encerrar un gran potencial pedagógico.
El conocido cómic japonés, del autor Akira Toriyama, que en España lleva distribuyéndose durante décadas, sigue cautivando a millones de lectores de todo el mundo a través de sus nuevas reimpresiones y el nacimiento de su continuación Dragon Ball Super. Según estimaciones de Toei Animation, la empresa encargada de la producción de la versión animada de la obra, Dragon Ball ha sido emitida en más de 70 países y ha vendido más de 240 millones de su manga original.
El estudio, además de analizar la respuesta-valoración de cientos de sujetos de distintas generaciones, nacionalidades y niveles de interacción previa con la lectura de Dragon Ball, examina el marco intelectual, social y emocional de cada grupo, para así poder determinar el rango de valores que se transmiten, o transmitieron, con mayor incidencia a través de la lectura del manga. Los resultados son claros: casi un 90% describe una influencia intelectual positiva, y se muestran convencidos de haber obtenido conocimientos que de otra forma no habrían aprendido. También tienden a dedicar más horas a la lectura semanal (tres o más, frente a una de quienes no lo leyeron) y a cursar estudios superiores. Al ser preguntados por el futuro, los lectores del manga de Akira Toriyama muestran mayor esperanza en que mejorará. También aseguran tener un mayor círculo de amigos cercanos, de 4 a 5 de media, frente a 1 o 2 que marca la tendencia de quienes nunca lo leyeron. Gran parte de los participantes de la muestra fueron captados a través de métodos de investigación en red, utilizando Facebook como herramienta de estudio social, para luego cruzar los resultados con otros obtenidos mediante pruebas de lectura presencial.
En cuanto al papel de los profesores, el estudio expone importantes prejuicios y contradicciones en sus aspiraciones de innovación en el aula. Mientras casi un 90% de los profesores que jamás han leído Dragon Ball se muestran favorables a explorar el “cómic como herramienta pedagógica”, solo un 15% aprobaría utilizar Dragon Ball, pese a haber afirmado no haberlo leído nunca y, por tanto, no solo desconocer de primera mano su contenido, sino también las posibilidades intelectuales y sociales positivas que sugieren los resultados de las pruebas llevadas a cabo en el estudio.
El responsable del trabajo, Vicente Ramírez Jurado, profesor en Estados Unidos y doctorando del Departamento de Didáctica de la Universidad de Cádiz, expresa que “las ciencias sociales pueden ofrecer respuestas sorprendentes a fenómenos culturales y sociales poco observados que, bajo una aparente simplicidad, revelan importantes claves del intelecto humano. Dragon Ball es una lectura fascinante, el uso del manga podría validarse como una potente herramienta pedagógica, llena de creatividad y de estímulos intelectuales positivos.” En el extremo contrario, el estudio identifica que la promoción de la igualdad de género sería el contexto menos apropiado para utilizar el manga Dragon Ball como recurso.
Los resultados de la investigación, obtenidos desde 2014 en cooperación con la Universidad de Cádiz (España), Kyoto Seika University (Japón), y la Colorado State University (USA), serán publicados en forma de capítulo adelanto por la respetada Editorial Tecnos, 6ª en el ranking de prestigio científico en humanidades y ciencias sociales según el SIP (Scholarly Publishers Indicators), y en su totalidad por Dolmen Editorial en 2018.
Fuente: Vicente Ramirez Jurado
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