Con motivo del IX Festival de Cultura Asiática y Ocio Digital, o Mangafest 2021, de Sevilla, la redacción de Ramen para Dos desafió las despiadadas condiciones climáticas y se desplazó hasta el Palacio de Congresos y Exposiciones para cubrir el evento.
Lo primero que no tardamos en descubrir, aparte de que ya hacía calor a las 09:00 de la mañana, era la reducción de aforo. En años anteriores, la cola al recinto era capaz de dar la vuelta al edificio. En esta ocasión, al menos por una vez, era sencillo acceder a las instalaciones.
Encontrar tan poca gente en un evento que tuvo que desalojar a 3000 personas en 2014 resultó bastante llamativo. Aunque durante la duración de la edición, era un arma de doble filo. Positivo porque significaba que la normativa se estaba cumpliendo al dedillo, pero negativo porque, evidentemente, muchos fanáticos de la cultura asiática tuvieron que quedarse fuera.
Aunque como se puede apreciar en las fotos el recinto pareciera vacío, si acudimos a la web oficial de Mangafest 2021, el aforo estaba prácticamente completo el viernes y repleto durante el fin de semana.
Sin embargo, lo que sí se pudo presenciar de primera mano eran las ganas que tenían los asistentes de revivir acontecimientos de este estilo. Tras una pandemia que se llevó por delante los salones del manga, los visitantes tenían ganas de sacar sus cosplays a pasear.
Hacía tiempo que no se veía tanto entusiasmo entre los presentes. Eventos clásicos en cualquier salón como los concursos, las conferencias o los torneos se sentían más vivos que nunca. La gente quería divertirse. Dejar atrás por unos instantes estos angustiosos meses y, en definitiva, disfrutar estos simulacros de normalidad.
Evidentemente, los cosplays eran escasos, pero se notaba el mimo y el cariño puesto en cada uno de ellos. De hecho, la pasarela que se celebró el sábado a las 12:00 demostró el nivel de la edición. Por otro lado, no podemos olvidarnos de la cantidad de grupales de Haikyū!! (que imaginamos que destaparon el champán hace un par de semanas) y de Tokyo Revengers (estos tendrán que esperar un poquito más para celebrar su licencia), delatando una popularidad que se mantiene a pesar del tiempo.
Respecto a las editoriales que se pasaron por el evento, comentar la presencia de Ivrea y Norma Editorial. La primera montó un stand aledaño al de Selecta Visión , destacando por las montañas de mangas que se extendían por todo el espacio y las imágenes promocionales protagonizadas por nuevas y orgullosas licencias. Norma no se quedaba atrás. Nuevamente, la cantidad de novedades, junto a la calidad y abundancia de mangas, tentaban a nuestras maltratadas carteras.
Selecta Visión volvía a ser uno de los comercios más populares. Sobresaliendo gracias a sus espectaculares ediciones centradas en animes populares y clásicos de culto. Como es costumbre, todo lo que estaba a la venta disfrutaba de atractivos descuentos.
Algo que nos extrañó fue el trato hacia los stands artesanales. En lugar de concentrarse en un pabellón, fueron dispersados por todo el recinto. Ubicados normalmente a los costados de las naves principales del edificio, consideramos que hubieran brillado aún más de haber tenido una organización unificada y más a la vista. Especialmente cuando el estándar estaba tan alto este año, con una oferta variada, única y cuidada.
Desde la apertura de Mangafest 2021 a las 09:00 hasta su cierre a las 20:00, contando con un receso de una hora a las 14:00, la organización y diferentes asociaciones procuraron mantener al visitante entretenido mediante una gran cantidad de actividades (¡e incluso participamos en algunas de ellas!).
Si deseabas demostrar tu pericia a los mandos podías hacerlo en los torneos de Super Smash Bros Ultimate y Tekken 7, títulos que sobresalen por su alto componente competitivo. Aquellos interesados en actividades más educativas tenían un espacio en los talleres de iniciación al coreano, demostraciones de diseño de personaje gracias a los artistas procedentes de la escuela V-ART de Sevilla, un espacio reservado para conferencias que incluía invitados de la talla del cosplayer Axel Okami o la autora Ana de Haro.
En el escenario vibramos con los bailes de K-Pop, nos sentimos especialmente nostálgicos con el emotivo concierto de Uve Maya tematizado en Digimon y nos quedamos absortos ante la exhibición de artes marciales de la escuela Kung-Fu Chiang-Lee.
Mientras, en el otro pabellón, se podía encontrar la zona gaming. El sitio se dividía en una zona reservada a ordenadores y consolas, donde los asistentes podían divertirse echando unas partidas, y un espacio de máquinas arcade cortesía del ArcadePlanet de Dos Hermanas.
Desgraciadamente, hubo una serie de carencias. La más evidente fue una zona de restauración monopolizada por un único establecimiento. Teniendo en cuenta la cantidad de asistentes, la decisión se siente incomprensible. Principalmente por la cantidad de colas que tuvieron lugar durante el fin de semana para el almuerzo. En los tiempos que desgraciadamente nos ha tocado vivir, donde la concentración de personas es la máxima a evitar, consideramos que una mayor cantidad de oferta hubiera evitado esta clase de problemáticas.
Por otro lado, y siendo una ausencia que escapa del control de la organización, descubrimos una cantidad y calidad de figuras a todas luces insuficiente. No queremos caer en los clásicos tópicos, pero ponemos en duda la fabricación legítima de estos ítems.
Y así acaba nuestra crónica del Mangafest 2021. Los días previos al evento, la gente no fue especialmente optimista. Es comprensible, la normativa sanitaria choca con la accesibilidad y concepto que teníamos de un salón del manga. Ha derribado tantas costumbres que considerábamos “normales” que la ausencia de los carteles de “Regalo abrazos” se convirtió prácticamente en un meme.
Pero nos hemos sobrepuesto a las circunstancias. Los carteles sarcásticos sustituyeron los abrazos, las preguntas se respondían con especial entusiasmo en los concursos y el karaoke estaba repleto de aquellos que querían cantar para dejar atrás los días grises. Un evento particular repleto de gente extraordinaria.
No podemos sino desear una convocatoria de diciembre a la altura, o todavía mejor.
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