Este pasado fin de semana, días 2 y 3 de octubre, hemos podido disfrutar en la ciudad Gaditana del V Salón del Manga de Cádiz, que año tras año está por fin consiguiendo hacerse un hueco fijo en la agenda de muchos aficionados.
Lo primero que llamaba la atención era el recinto, fácil de encontrar para aquellos que llegábamos desde fuera, ya que aparte de estar bien situado en una de las calles principales de la ciudad, una cartelería enorme adornaba la fachada del Colegio San Felipe Neri, donde además era realmente fácil encontrar bares, restaurantes o supermercados muy cercanos al evento.
El tamaño era realmente un factor positivo, espacios muy amplios (En los que en ningún momento te sentías agobiado por grandes acumulaciones de personas), secciones muy bien separadas (Las tiendas por ejemplo estaban apartadas en un polideportivo anexo al colegio, la sala de videojuegos y la de conferencias también eran independientes), y agentes de seguridad profesionales presentes por todo el evento para evitar cualquier problema.
Pero ya sabemos que no todo el monte es orégano, la mayoría del recinto era al aire libre y las zonas de sombra más bien escasas, a la formula había que sumar el radiante sol de la ciudad de Cádiz, para obtener como resultado un calor que puso en problemas a algunos de los asistentes, afortunadamente las fuentes gratuitas presentes en el recinto hicieron que muchos pudieran paliar los efectos del calor de forma bastante notable.
Otro aspecto a tener en cuenta fueron la gran cantidad de actividades, concursos y talleres, tales como para-para, dibujo, torneos de cartas, softcombat, ginkanas… las cuales unidas a una enorme sección de videojuegos hacían que el abanico de entretenimiento fuera bastante amplio. Cabe destacar el “cuadrado” formado por cuatro plasmas enormes conectados a sus correspondientes Xbox 360, donde se podía disfrutar de partidas multijugador del nuevo Halo Reach.
La zona de escenario fue una de las más privilegiadas, ya que aparte de estar completamente a la sombra (lo que le hacía ganar bastantes enteros) destacaba por su gran tamaño, buen decorado (una vez más las pancartas daban un aire bastante atractivo a la zona) y estructura en forma de T, que dió a los concursantes una libertad de movimiento bastante novedosa.
El sonido fue bastante bueno durante todo el día y la buena orientación de los equipos permitió que la música y ruidos no molestaran en exceso si salías de la zona de escenarios, hubo algún problema mínimo durante el concurso de cosplay, pero la rapidez y eficacia con la que lo solventaron realmente fueron merecedoras de una nota sobresaliente, como dato añadido puntualizar el buen gusto musical de los Djs que amenizaron el día con algunos temazos de rock clásicos, intercalados entre una exquisita recopilación de música de anime.
Pero si hubo algo realmente digno de mención, fue el increíble carisma de algunos de los presentadores, y es que el que no sepa que la gente de Cádiz tiene un “arte” y un desparpajo especial, es que nunca ha visitado la “tacita de plata”, durante el concurso de cosplay las carcajadas estuvieron a la orden del día y el público no tuvo ocasión de aburrirse en ningún momento.
La verdad que ha sido un muy buen salón, con una organización excelente y muy amable de cara al público. No por casualidad esta ha sido la quinta edición del salón de Cádiz, que muy poco tiene que ver con aquella que vivimos hace cinco años donde los chavales de Ani-raise comenzaron su andadura. Sorprendían comentarios de muchos visitantes afirmando que se lo habían pasado mejor que en otros salones “más importantes y grandes” y es que el salón de Cádiz, tiene ese algo especial por el que merece la pena darle una oportunidad.
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