Así pues, comenzamos sin duda aplaudiendo el cambio de ubicación del escenario, objeto para el cual se ha ampliado el recinto. Ha pasado de estar en la zona de ingreso, donde perjudicaba las colas, el paso (llegando a bloquear en horas como en el concurso de cosplay) y además, recibía este sol infernal del que disponemos en levante, en una zona ya saturada por ese cariño otaku tan característico de todos los salones.
El escenario, por tanto, pasó a una zona fresca, que no se prestaba a molestar la libre circulación por los stand comerciales y que, además, permitía una buena acústica, aunque la iluminación a veces restara protagonismo a los coloridos cosplay y coreografías, el cambio ha sido a mejor.
Por tanto, la zona de ingreso no se ha quedado vacía, y los stand de las diversas asociaciones y no comerciales se ubicaron allí, saliendo de zonas más masificadas y ahogadas por los stands comerciales. Por este lado, un buen acierto también. Esto, a su vez, ha provocado que la zona de stands comerciales quede aligerada y los pasillos de circulación sean más amplios. En relación a esta zona más comercial, hay que apuntar que, por suerte, esta situación económica no parece haber mermado su presencia, sino que se ha mantenido, sino aumentado, al igual que el resto de stands no-comerciales, que ha visto su número en aumento.
Hablando de cosas en aumento, el público. Desde las primeras horas de la mañana del sábado, la cola para acceder al recinto era respetable, pero los otaku la soportaron con paciencia y ganas tras estos inviernos donde cuesta encontrar un evento. Así pues, la presencia del público ha sido positiva, incluso algo agobiante durante las últimas horas de la mañana y la mitad de la tarde del sábado, así como la mañana del domingo. Respecto al público, hubo eminentemente un público joven, grupos de amigos. En esta ocasión, y sobre todo el sábado, fue más bien escasa la presencia de familias, algo que si pudo notarse, aunque tampoco de forma relevante, el domingo.
La nota de color vino de la mano de los cosplayers, más numerosos la tarde del sábado que el resto de fin de semana, pero sí con una menor presencia con respecto a otros años.
Otro apunte es que, o una servidora es cada día más mayor sin darse cuenta, o el público otaku que asiste a este tipo de eventos es cada vez más joven, bajando la media de edad de los 17-20 años a los 14-16.
En cuanto a las actividades, hubo de todo: talleres de forma continua (y siempre con gente) en la zona no comercial, la proyección de Evangelion 2.0, charlas de Alessandra, de Portaljapón, así como la actuación del grupo dance de Valencia T.D.K, que sorprendieron a un público encantado, exhibiciones de Iaido, concurso de Para Para y Dance o el ya tradicional concurso de cosplay.
Y aquí, irremediablemente, se debe hacer un alto. No hubo fallos de sonido, algo que se agradece, pero sí una falta de originalidad por parte de algunos de los concursantes absoluta. Claro que hubo grupos que sí, hicieron algo (y se vio reflejado en los premios, con hasta 3 menciones especiales), pero si prácticamente la mitad valió la pena, hubo un número alarmantemente alto de personas que simplemente subieron al escenario a hacer la gracia de turno sin sentido, sin gracia ni ganas. Por un lado, aburre al público, por otro, al jurado, y por otro, desvirtúa a los cosplayers que sí han preparado una actuación decente y tienen que esperar su turno aguantando este tipo de cosas, totalmente innecesarias y fuera de lugar.
Entre las diversas actividades que incluía este V Salón del Manga, una de ellas eran sus proyecciones, o más bien la proyección de la segunda parte de Evangelion, Evangelion 2.0 You Can (Not) Advance. Una película que ya comentamos, durante el pasado Festival de Sitges 2009. La película podía verse en la pequeña sala de conferencias del Pabellón 6, en unos pases a las 13 y las 18 horas tanto del sábado como el domingo, para poder disfrutar de la misma había que hacer un consumo mínimo de 30, o comprar Evangelion 1.0, en el stand de Selecta Vision.
A pesar de la exclusividad de la cinta, la asistencia al acto fue prácticamente nula, no llegando a 10 personas en el pase al que asistió Ramen Para Dos, por lo que el público se acomodó perfectamente en las sillas de brazo de la sala de conferencias. La emisión de la cinta se realizó en japonés con subtítulos, para el agrado de los más puritanos, unos subtítulos sencillos de color blanco, con borde negro que no entorpecían en absoluto la visualización de las imágenes.
En cuanto a aspectos técnicos, a pesar de que se escuchaba generalmente bien, gracias al acondicionamiento acústico propio de estas salas, se notaba la carencia de un sistema de audio de calidad, por lo que se notó esa carencia durante toda la proyección. Por otra parte, la emisión se realizó con un proyector, por lo que la imagen era bastante buena dados los elementos con los que contaba la sala, que no eran propios de una proyección de una película.
Por último, la baja afluencia de público, al a proyección, bien podía deberse a que la mayor parte de aficionados, o bien desconocía tal evento, o por otra parte no iba a gastarse 30 euros en el stand de Selecta Visión, por motivos económicos, nosotros tuvimos la suerte de poder verla, pero no es el caso de los varios miles de aficionados que acuden al evento en cada edición. Por lo que la visualización, o no, de la misma, posiblemente queda sujeta, a un tema económico del aficionado.
En conclusión, el V Salón del Manga de Valencia sigue mejorando, poco a poco. Algo que al menos se ve compensado por la positiva respuesta del público en general, que busca diversión y pasar un fin de semana diferente, cosa que consigue.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS