Un año más, el Salón Internacional del Cómic de Barcelona ha cerrado sus puertas tras cuatro días de intensa actividad. Desde el 12 hasta el 15 de abril, la trigésimosexta edición del evento llenó la Fira de Barcelona de autores, actividades y público en una jornada donde el tiempo también trató de ser protagonista. La lluvia apareció en varias ocasiones durante la celebración del Salón, aunque no terminó por afectar a la afluencia de público. A pesar de cualquier imprevisto que pudiera suceder, Ramen Para Dos estuvo al pie del cañón durante los cuatro días de Salón y aquí os traemos la crónica del evento.
Los dos primeros días fueron monopolizados por los colegios y grupos escolares, que acudieron en cientos a la cita, mientras que el resto fueron ocupados con público más habitual. Los enviados de Ramen Para Dos entramos siempre puntuales al recinto y descubrimos con nuestros propios ojos el amplio espacio que teníamos delante, demasiado incluso. El espacio en los pabellones no parecía bien aprovechado en algunos casos, con muchas zonas amplias vacías, sin stands ni ningún tipo de exposición. Sin embargo, el resto de stands y actividades cumplieron su función: ofrecer novedades, productos fuera de stock y objetos de importación con mucho valor para muchos fans. Dichos stands siempre estaban tan llenos que era difícil acceder a ellos, con lo que podemos afirmar que las ventas fueron positivas para todas las tiendas y editoriales presentes en el Salón.
El ambiente de los asistentes fue uno de los mejores aspectos del evento. La gente venía emocionada con la intención de dejarse los ahorros en los stands y disfrutar de las firmas, invitados y actividades programadas en el evento. En algunos momentos, las carreras y los gritos dominaron por encima de la calma, pero en la mayoría de los casos el público asistente se mostró simplemente emocionado, ya fuera con sus compras o tras conseguir las firmas de algunos de los invitados, como por ejemplo Stan Sakai.
El sábado fue el día de las presentaciones, y aunque en esta ocasión las novedades de cómic europeo y americano pasaron por encima de las de manga, no se puede negar que el público estuvo atento y expectante a lo que tenían que ofrecer las editoriales. Este día nos dejó el primer invitado confirmado para el XXIV Salón del Manga de Barcelona: Nagabe, autor de La pequeña forastera, por parte de ECC Ediciones.
Por último, los invitados y las actividades fueron unos de los aspectos más interesantes del evento. El domingo a primera hora tuvimos la oportunidad de entrevistar a Stan Sakai, autor del conocido Usagi Yojimbo. El poder escuchar sus experiencias y conocer su proceso creativo es un valor añadido de poder asistir a eventos de esta categoría. Para completar su experiencia, tanto el encuentro con los fans como la masterclass fueron el complemento perfecto para su presencia en el Salón.
En conclusión, el Salón del Cómic de este año tuvo sus pros y sus contras. Por un lado, el espacio se podía haber aprovechado mejor. Las zonas vacías de los pabellones podrían haber sido ocupadas por un mayor número de actividades, y algunos de los pabellones como el dedicado a la zona Cómic Kids, no conseguían estar llenos del todo a lo largo del evento. Por otro lado, la lluvia no afectó a la asistencia de visitantes, pero sí que produjo varios inconvenientes, especialmente con los food trucks instalados en la Plaça Univers. Pero, por un lado más positivo, la experiencia que aportaron los invitados fue excelente. Las interacciones con el público y sus actividades fueron el complemento ideal a las compras habituales. En resumidas cuentas, esta edición supone un pequeño paso atrás en comparación con el año pasado, pero son estos detalles los que suelen marcar la diferencia al final de un evento de este calibre.
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