El pasado 28 de septiembre nos encontrábamos esperando para una de las citas musicales del año en la Sala Apolo de Barcelona: VAMPS. Un grupo que llegó, arrasó y se ganó a todos los asistentes en dos horas de concierto. Con una puesta en escena sencilla y la sala prácticamente a rebosar os contamos cómo vivimos esta experiencia después de tres años sin su presencia en nuestro país.
Alrededor de las 20:00 horas nos encontramos con una buena cantidad de gente que esperaba el comienzo del concierto una hora más tarde. No hubo muchos problemas con las colas, se respiraba un buen ambiente y se siguieron los horarios sin muchos retrasos. Una vez dentro de la sala grande, de las dos que dispone la Sala Apolo, pudimos comprobar que unas tres cuartas partes del aforo estaban completas.
Antes de que los cantantes salieran al escenario nos fijamos en un público mucho más heterogéneo que en pasados conciertos de j-music, así como en una franja de edad más adulta. Por supuesto, había padres acompañando a sus hijos, pero podríamos vaticinar una edad a partir de unos 20 años y sin tendencias claras a los estereotipos de este tipo de música. Algo que demuestra la expansión de esta subcultura en nuestro país.
La espera no se hizo muy larga. Algunos de los asistentes aprovechaban para comprar merchandising del grupo como abanicos o camisetas tanto para chico como para chica, situado a la izquierda de la sala. Pero una vez que el grupo sale al escenario, todos olvidamos el merchan, el público estalla en vítores. Comienzo bastante puntual y una duración de dos horas aproximadamente, sumando un bis de 4 canciones que concedieron a los asistentes.
Esto nos lleva a hablar de la puesta en escena: sencilla y quizás demasiado austera. Hyde apareció con una vestimenta estilo dark, una chaqueta de flores de terciopelo negro, el pecho al descubierto y unos pantalones rotos, aderezado el conjunto con unas lentillas azules. Mientras que K.A.Z llevaba un estilo que podría denominarse más funky. Decir que a cada canción, K.A.Z se cambiaba la guitarra y pocas canciones desde el comienzo, se quitaba sus habituales gafas de sol.
Cabe destacar que el poder de la voz y la letra del grupo se desmerecía por la sencillez y una dirección artística muy desnuda. Por ninguna parte se veía el nombre del grupo más allá de la puerta de la sala, ni siquiera en la batería. Esta austeridad absoluta se apoyaba en un juego de luces poco apropiado para un grupo de características.
El concierto en general fue de menos a más, la banda se lució con sus nuevos temas, Replay y Ahead, así como la emotiva My First Last con la que se ganaron al público. Mencionable también Get up o Secret in my heart, entre otras. Aunque la acústica de la sala no permite apreciar realmente todo lo que da de sí esta banda, Hyde no defraudó en absoluto. Además, revivieron los 90 con una versión de Trouble de Shampo y una brutal versión de Life on Mars de David Bowie.
Otro de los puntos clave del concierto llegaría con la balada rockera Sweet Dreams y el juego con el público que se “marcó” Hyde, en el que protagonizó el papel de vampiro hambriento, dirigiéndose al público en español con un: Tengo hambre, ¿a quién me como?. Al final del bis el grupo se despidió con la canción Sex Blood Ronck’n roll. Un punto y final perfecto para despedirse.
Por otro lado, hecho curioso fue el lanzamiento de algunas prendas femeninas, que los músicos no dudaron en colgar de los micrófonos. Al final, VAMPS resolvió muy bien el concierto, muestra obvia de la trayectoria profesional del oficio, con una cercanía para con el público muy de agradecer.
En conclusión, VAMPS tiene muchos temas con fuerza y personalidad que hicieron del concierto una cita a la que mereció la pena acudir. El ambiente ayudó a crear una atmósfera muy buena con un público no tan entregado al principio. Esta banda es una parte de la consolidación del j-music en nuestro país y abre las puertas a más grupos, ya que hablamos de una banda potente y muy conocida en su país de origen. Pero no ha sido una de las giras más vistosas de las que hayamos podido disfrutar en España. Aún así, se afianzan las relaciones en este año dual España-Japón.
Esperamos poder disfrutar muy pronto de otro concierto de VAMPS, a continuación la galería completa de fotografías realizadas durante el concierto:
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