La semana pasada tuvo lugar el que muchos medios de prensa internacionales han catalogado como el mayor concierto europeo de unos artistas coreanos.
Ellos eran ni más ni menos que BigBang, jóvenes, descarados, hiphoperos y fashionistas que durante más de dos horas de concierto y en dos días consecutivos volvieron locas a sus fans entre las cuales se encontraban gran número de españolas.
Hace ya un tiempo hablamos de esta popular boyband dentro de nuestra sección radiofónica «Así suenas Corea», tal fue el impacto que nos causó su descubrimiento que desde entonces hemos continuado siguiendo su carrera.
Los BigBang son una formación de cinco chicos surcoreanos cuyas edades oscilan entre los 22 y los 25 años, debutaron en 2006 en el Arena Park del estadio olímpico de Seul, durante la celebración de un concierto multitudinario de todos los grupos de la discográfica YG Entertaiment. Desde entonces y hasta ahora acumulan en su haber más de media docena de álbunes, singles, mini-albuns y DvDs. Su último trabajo “Alive” les ha catapultado a la fama internacional y han debutado en varios países como EEUU, Perú o Londres. Su estética atrevida así como sus videoclip y ritmos hipnóticos les han valido multitud de premios, entre los más recientes se encuentran los galardones a “Mejor grupo masculino”, “Artista del año” y “Mejor solista masculino” (GD), otorgados en los MAMA.
El anuncio de su gira mundial nos pilló un tanto desprevenidos, pero la posibilidad de verlos en directo fue todo un acontecimiento, así que en cuanto se pusieron a la venta las entradas para su concierto en el Wembley Arena no es de extrañar que volaran en minutos.
No obstante y gracias a esto, se anunció un nuevo concierto el día 14 a las pocas horas, para el cual sí conseguimos entradas.
Volamos hasta Londres el día previo al concierto y ya pudimos encontrarnos a algunas VIPs en el aeropuerto (VIP es el nombre con que se denominan a las fans de BigBang), todas muy emocionadas, intercambiamos opiniones animadas sobre el acontecimiento y comparamos gustos: «¿Cuál de los cinco te gusta más?». Risas y chismorreos mientras los hombres presentes en la conversación se retiraban un paso atrás, demasiado para ellos.
Entre visitas obligatorias y turismo pasa un día completo, es viernes, el primer concierto tendrá lugar en apenas unas horas y los nervios están a flor de piel. Llegamos al mítico Wembley Arena casi dos horas antes, lugar donde tocaron grandes de la música como Los Beatles o los Rolling Stones.
Abren las puertas y llegamos hasta nuestros asientos, desde un principio decidimos que queríamos ver el concierto sentados desde la grada pero una vez dentro se antoja imposible, yo sólo quiero gritar y estar cerca de ellos.
Miro a Batto, pongo cara de penita: «Anda, vete» me dice, y yo me lo tomo al pie de la letra. Cámara en mano voy hasta el foso pero la entrada es restringida, sólo los que llevan una pulserita pueden entrar, esto va a ser complicado.
Pongo cara de despistada y me cuelo detrás de unos asiáticos, pero el guardia de seguridad me pilla enseguida. Comienzo a balbucear como si no entendiese lo que me dice, él mira mi cámara: «One second, you are press?» se abre el cielo, «Yes!» salgo corriendo sin darle tiempo a que siga preguntando, por fin estoy dentro.
No es difícil abrirse camino, tal y como había visto desde arriba no hay demasiada gente, incluso da la impresión de que no se han vendido todas las entradas, ¡les tengo a diez metros!.
Salen al escenario en cápsulas plastificadas, bailan y cantan con micros brillantes y trajes blanco impoluto, todo un espectáculo de luz, baile y sonido.
Lo dan todo y las fans también, la pareja gay que tengo delante gritan más que yo. En un momento a Taeyang comienza a sangrarle la nariz, no pasa nada, pide un clinex y se lo aprieta hasta el fondo mientras sigue cantando, ante todo son profesionales.
Después de su «Fantastic Baby» la masa se calma, salen TOP y GD de escena y nos quedamos a solas con Taeyang, Daesung y Seungri que nos enseñan a bailar entre risas con su peculiar inglés, todos nos reímos, son unos estupendos showmans.
Nos entretienen un buen rato, Taeyang nos canta una canción de Chris Brown sentado en el escenario con su clinex colgante ensangrentado y una toalla sobre la cabeza, se despiden entre gritos y aplausos hasta que vuelven GD y TOP con nuevo vestuario para cantarnos High High, montados sobre lo que parece un trono construido con altavoces.
Simplemente impresionantes. La voz de TOP hace temblar al público que grita a más no poder.
Se apagan las luces, ahí está de nuevo Seungri armado con un rifle de asalto y elevado más de dos metros sobre el escenario por una plataforma estrechísima, nos apunta con el láser mientras en la pantalla gigante vemos volar helicópteros, ¡por favor no te muevas que te matas!.
El concierto transcurre casi sin que nos demos cuenta, metidos como estamos todos en esa burbuja de ensueño, «¿ya ha pasado una hora?¡me quedaría aquí para siempre!» estoy segura de que no soy la única que lo piensa.
Nieva sobre el escenario y nos cantan Blue, se vuelven a cambiar de ropa, es el turno de Monster. Muy atrás queda la hemorragia nasal, Taeyang viene con su solo Wedding Dress, el público se vuelve loco y más cuando, en un calculado movimiento, el coreano se arranca con rabia la camiseta dejando al descubierto su torso de gimnasio y las fans se matan por los restos. Le sigue Daesung con Wings (este no se arrancó nada XD), GD canta One of a Kind a capella mientras TOP le hace la beatbox.
No podemos más, ¿o sí?. Lo mejor para el final, Haru Haru, una de sus canciones más queridas suena en acústico mientras los chicos, con impecables trajes negros, cantan sentados en un ambiente íntimo.
Luego callan, «Os la sabéis, ¿verdad? ¡cantad para nosotros!», y aún a pesar de las barreras del idioma todo el público se lanza a entonar la conocida canción, que retumba por todos lados, casi dan ganas de abrazar al de al lado o encender un mechero.
«Wow, todas vosotras tenéis una voz preciosa» – dice GD, halagador.
El público vuelve a estallar en gritos. Los chicos se despiden, cada uno da un pequeño discurso, prometen volver, unos más habladores como Seungri que nos vuelve a hacer reír y otros más callados como TOP que se limita a coger el micro y decir:
«Quiero que sepáis que he visto cada una de vuestras preciosas caras» gritos histéricos en primera fila, al final Batto va a tener razón, TOP es todo un fucker.
Pero esto no puede acabar así, se despiden, las luces no se encienden, «¡Encore, encore!» grita el público pidiendo un bis, y con una nueva lluvia de confeti plateado vuelven a saltar a escena con las camisetas oficiales de la gira, esta vez sí que sí van a darlo todo.
Bailan, se meten entre el público, se dejan tocar, tiran sus chaquetas (dos metros mása la derecha y tendría la de Seungri >_<), el público enloquece y comienzan a lloverles sujetadores, gorros extraños, banderas, adornos…que ellos se colocan encima y continúan con la función. Taeyang no pierde oportunidad y vuelve a rajarse las vestiduras tras lo cual se pone a pegar brincos y a hacer pasos de breakdance. Vuelve a sonar Fantastic Baby.
Es la apoteosis, la traca final, agotados y satisfechos se despiden, dicen que volverán, nos desean feliz navidad y próspero año nuevo. Taeyang se marca un último baile sexy mordiéndose el labio inferior y lo último que vemos es su espalda mientras saluda.
Se encienden las luces y tenemos la extraña sensación de que todo aquello no ha ocurrido de verdad, paso por la salida disimuladamente y el guarda de seguridad me mira mal, pero que me quiten lo bailao.
Me reúno con Batto al cual abandoné en la grada hace más de dos horas con un grupo de VIPs histéricas; parece seguir vivo aunque traumatizado.
Salimos del Wembley Arena, el concierto fue todo lo que cabría esperar y un poco más, los chicos en directo no decepcionan lo más mínimo, enamoran más si cabe.
Luces, sonido, actuaciones, baile y cambios de vestuario, un espectáculo muy bien montado a cargo ni más ni menos que de Laurieann Gibson, responsable de la gira mundial del año anterior de una artista del calibre de Lady Gaga. Los BigBang poco o nada tienen que envidiar a los artistas occidentales y en Londres, quedó bien demostrado.
Una noche espectacular para la música y que acerca un poco más a estos artistas hacia nuestras fronteras. Volvemos a casa deseando que esa promesa de regresar la cumplan pronto, y si puede ser en España pues mucho mejor.
Todas nuestras fotos del concierto aquí
Algunas de las fotos utilizadas para este artículo así como los vídeos pertenecen a BigBang Spain. Gracias por su inestimable ayuda y grandísimo trabajo, ¡seguidles en twitter!
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