El pasado 25 de diciembre se estrenó La Verdad, la última película del director japonés Hirokazu-Kore-Eda, quien ganó el año pasado la Palma de Oro en el Festival de Cannes con la película Un asunto de familia. Su nueva producción nos traslada a París y está protagonizada por un reparto de lujo encabezado por Catherine Deneuve (Indochina, El Ánsia), Juliette Binoche (El Paciente Inglés, Ghost in the Shell: El alma de la máquina) e Ethan Hawke (Día de entrenamiento, La Purga)
Hirokazu Kore-Eda es un director de cine japonés caracterizado por explorar temas profundos como pueden ser la memoria, la muerte o asumir la pérdida de un ser querido. En España es conocido por películas como Después de la tormenta, De tal padre, tal hijo, Nuestra hermana pequeña y Un asunto de familia, las cuales fueron lanzadas en formato DVD y Blu-ray.
Fabienne es una de las grandes estrellas del cine francés, una actriz que reina entre los hombres que la aman y admiran, pero en su mundo interior tiene grandes conflictos con Lumir, su hija. Lumir viaja con su marido e hija a París cuando se publican las memorias de su madre. El encuentro no tardará en convertirse en enfrentamiento: se revelarán verdades, se ajustarán cuentas, se hablará de amor y de resentimiento.
La verdad es un viaje al pasado de la relación entre una madre y su hija. Kore-Eda logra ir desgranando poco a poco todos los conflictos a los que se ha visto enfrentada la relación materno-filial de las protagonistas a lo largo de los años. Para ello, se ayuda del recurso del libro de memorias de Fabienne (Deneuve) el cual sirve de excusa para exponer algunas mentiras y arrepentimientos de Fabienne y reproches de Lumir hacia su madre, los cuales lleva en su interior desde su infancia.
Kore-Eda imprime a la película un ritmo pausado pero firme en el que se van desgranando todos los matices de los personajes. Por ejemplo, es inevitable querer saber algunos de los entresijos de la vida de Fabienne y nos preguntamos dónde termina su personalidad de “diva” y empieza la “madre”, aunque muchas veces están entrelazadas. Eso es lo fascinante de un personaje bastante complejo que le sienta como un guante a un mito como Catherine Deneuve, que borda su interpretación.
El personaje de Lumir, aunque menos complejo, tampoco está exento de carga emocional aunque quizás es menos interesante que el de Fabienne. Lumir ha tenido que lidiar con el difícil carácter de su madre. La excusa de la publicación de sus memorias y el consiguiente viaje a París con su familia forman parte de un proceso de redención familiar que poco a poco se va armando mientras avanza la cinta. Asistimos a sus frustraciones y deseos de hacer las paces con su pasado y por tanto estabilizar su presente. Sin embargo, esta tarea se torna difícil ya que según va leyendo las memorias de su madre aparecen más reproches y más recuerdos.
Un punto muy interesante de la historia es la película que se está rodando dentro de la película. El viaje de Lumir a París y el reencuentro con su madre coincide con el nuevo rodaje de esta última. Se trata de una película de ciencia-ficción en la que muy hábilmente parece que se nos está contando parte del pasado de los protagonistas, ya que esta habla del paso del tiempo y de las relaciones materno-filiales con una estética futurista
Mención especial merece el personaje de Ethan Hawke, quien encarna a Hank, un actor de segunda casado con Lumir que también lucha con sus propios problemas. Por un lado, aguantar las puyas de una diva como Fabienne y aguantar el tipo, lidiar con la situación de su mujer y por otro, sus problemas con el alcohol. No obstante, lejos de representar a un personaje torturado u agresivo Hank es un padre dedicado y cariñoso aunque algo despreocupado, con un acertado toque cómico al que Hawke logra darle hasta ciertos detalles de ternura. A pesar de no ser uno de los grandes protagonistas de la película es un personaje ciertamente entrañable.
La película se mueve en dos escenarios muy diferenciados, la gran casa de Fabienne y el plató donde se desarrolla la película que rueda. Prácticamente toda la cinta se desarrolla en interiores. La puesta en escena está cuidada al milímetro y se nota que Kore-Eda tiene un estilo muy académico a la hora de filmar. Se nota que el director japonés está a cargo de la dirección, montaje y dirección a los que imprime un ritmo pausado pero firme.
La Verdad es todo un ejercicio de buen cine que merece mucho la pena ver. A las estupendas interpretaciones del elenco se suma una historia con fondo y que explora muy acertadamente las relaciones humanas. A todo ello hay que añadir la cuidada puesta en escena que sin llegar a ser pretenciosa hace que todo luzca al servicio de los personajes.
Lo mejor:
- Interpretaciones de alto nivel
- Cuidada puesta en escena
- El interés que logra atraer la historia
Lo peor:
- Banda sonora algo desapercibida
La verdad
Estudio:
Año: 2019
Tipo: Película imagen real
Duración: 1 hora y 46 minutos
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