Más o menos allá por el año 2006 en la sede de la desarrolladora Level-5 en Fukuoka, el diseñador de videojuegos Akihiro Hino tuvo una idea. Desde crío era muy fan de la saga de libros Atama no Taisou, una recopilación de puzles muy famosa en Japón creada por el psicólogo Akira Tago; así que ¿por qué no crear un videojuego de puzles similar? Sin embargo, en la empresa pronto se dieron cuenta de que el juego terminaría siendo muy parecido al ya existente Brain Training de Nintendo, así que decidieron darle algo que este no tenía: personajes y una trama.
Así fue cómo en 2007 se publicaría para la portátil Nintendo DS el videojuego El Profesor Layton y la villa misteriosa, el primero de toda una saga de títulos para consolas de bolsillo que pondría el género de puzles de nuevo en el campo de juego, caracterizándose por su gran cercanía con los jugadores, un elenco de personajes realmente inolvidable y argumentos con giros de tuerca que le volaron el sombrero a más de uno. Un par de años más tarde y con la friolera de cuatro títulos ya publicados, se estrenó la primera (y única hasta el momento) película animada basada en la franquicia, que llevó por título El Profesor Layton y la Diva Eterna. Hoy, 14 años más tarde, nos toca revivir esa aventura junto al famoso arqueólogo Hershel Layton.
Un misterio de lo más clásico
La trama de El Profesor Layton y la Diva Eterna nos traslada a Londres, en un punto entre El Profesor Layton y la caja de Pandora y El Profesor Layton y el futuro perdido. El profesor y su fiel asistente Luke reciben un obsequio de una antigua conocida que les hace rememorar una de sus primeras aventuras juntos tres años atrás. Los acontecimientos por tanto pasan a relatarse a modo de flashback, situándose en un momento inmediatamente posterior al videojuego El Profesor Layton y la llamada del Espectro, el primer videojuego en orden cronológico, y antes de su secuela El Profesor Layton y la máscara de los prodigios.
Todo comienza cuando el profesor recibe una carta de Janice Quatlane, una antigua alumna suya que ahora se dedica al canto lírico en la ópera. En su misiva cuenta cómo Melina Whistler, una amiga de la infancia fallecida un año antes debido a una enfermedad, ha regresado a la vida en el cuerpo de una niña de nueve años. Eso no es todo, ya que la niña afirma haber recibido el don de la vida eterna y ha sido casualmente adoptada por Oswald Whistler, padre de la difunta Melina. Es por ello que Janice, desconcertada por la situación, invita al profesor a una de sus funciones en el teatro Crown Petone, con la esperanza de reunirse con él y resolver este misterio.
La situación da un giro inesperado cuando una vez finalizada la función, un organizador misterioso ofrece a los asistentes participar en un macabro juego del que algunos ya parecían estar al tanto: Aquel que resuelva una serie de enigmas recibirá la vida eterna, pero debe estar dispuesto a entregar su vida si falla en el proceso.
La fidelidad a la esencia en estado puro
Si bien cualquiera podría ver esta película sin mucho problema, vamos a afrontarlo como es, el público al que se dirige es justamente el que sigue de cerca los videojuegos. Cuando uno ve El Profesor Layton y la Diva Eterna ya sabe perfectamente lo que se va a encontrar: infinidad de puzles, un gran misterio y personajes pintorescos. Y es en esto donde la película brilla excepcionalmente, en ser absolutamente fiel a la esencia de la saga.
Podríamos empezar por la atención al detalle que presentan los escenarios, y con esto me refiero a aquellos introducidos en videojuegos anteriores. Si observamos atentamente los despachos del profesor o de su mentor el Dr. Andrew Schrader veremos que son una copia fiel de lo que veíamos en los dos primeros títulos publicados e incluso la tipografía utilizada para presentar los puzles es la misma presente en los juegos. Además, se pueden apreciar algunos objetos a modo de guiño a dichas entregas, como un gato idéntico a Claudia de la mansión Reinholdt, o la propia caja de Pandora en el despacho del Dr. Schrader. Otro detalle, en este caso de continuidad, es el cambio en el atuendo de Luke que pasa de llevar puesto su jersey azul en las primeras escenas a no llevarlo en absoluto, dejando a simple vista su camisa blanca con tirantes. Esto sucede debido a que Luke en realidad no lleva su jersey hasta El Profesor Layton y la villa misteriosa, que recordemos sucede varios años después de los eventos de la película.
El diseño conceptual, por otra parte, respeta al máximo sus orígenes. La saga de Layton siempre se ha caracterizado por mantener en todos sus juegos un nivel de fantasía considerable que podría resultar desagradable para aquellos jugadores que no gocen de una suspensión de la incredulidad acorde. La película tiene en este sentido todo lo que cabría esperar de ella, desde mecanoides gigantes a disfraces estilo Misión Imposible, viejos némesis, aparatos improvisados a priori totalmente carentes de sentido o artilugios capaces de las cosas más increíbles que uno pueda imaginar. En la película se mezclan escenas animadas con gráficos CGI que a mi parecer están bastante bien resueltas. Y es que para la producción de la película se recurrió al estudio P.A. Works, el mismo que se encargó de la animación de las escenas en los videojuegos, por lo que esta gente sabía perfectamente lo que hacía. Para la ocasión, contó con la colaboración del estudio OLM.
Por último podríamos también destacar a los personajes. Aquellos que ya aparecían en los videojuegos mantienen su personalidad y excentricidad características, así como todas aquellas cualidades que se presentaron en cada título. La excelente capacidad deductiva del profesor, la habilidad de Luke de comunicarse con los animales y el músculo de Emmy están presentes durante el filme. Los gestos, las poses y algunas frases son un perfecto calco de sus expresiones habituales y de hecho, si analizamos las escenas donde los personajes huyen podremos apreciar que incluso corren de la misma manera que en las cinemáticas de los juegos. Los personajes originales de la película continúan con esta tradición de los diseños extraños y absurdos, con caras y cuerpos amorfos pero únicos y ninguna característica física común entre ellos a pesar de ser en teoría, todos londinenses. En su mayoría no tienen gran influencia en los acontecimientos y su participación se limita a momentos puntuales, lo cual se siente a ratos como un desperdicio.
El sonido como tributo
Una de las cosas que más me gusta de la película como seguidor de sus juegos es sin duda la banda sonora original. Quizás utilizar el término “original” en este caso sea un tanto inadecuado, ya que la mayoría de las melodías utilizadas en la cinta son en realidad las mismas que ya estaban presentes en los juegos con algunos arreglos y la excepción de unas cuantas nuevas compuestas para la película, en su mayoría temas vocales.
Sin embargo, es la manera en la que se utiliza dicho sonido lo que la hace destacar. Las composiciones de Tomohito Nishiura eran y siguen siendo brillantes, pero la magia está en usarlas en el momento apropiado para hacer que los fans se sientan parte del universo Layton. Por dar unos ejemplos, la película arranca con un arreglo de la melodía clásica de Layton, mientras que las escenas en las que se plantea un puzle se acompañan de las diferentes melodías utilizadas justamente cuando el jugador se enfrentaba a uno originalmente. Mediante este recurso la película consigue que uno rememore sus aventuras en la pequeña pantalla y se sienta como si estuviera jugando un juego más.
Pero es posible que la principal crítica que puedo realizar sea también en este mismo apartado. Y es que Janice, que se supone que es cantante de ópera, solo canta una única vez a lo largo de todo el metraje. Lo que sí hará repetidas veces es tararear la melodía, que es sin duda muy bonita, pero que no encaja con lo que uno se encontraría en una ópera teatral. Además solo la veremos repetir una única canción constantemente, titulada como Oda al Mar. La justificación es que se trata de la canción principal y tiene su importancia en la película, principalmente de cara a su final; pero se percibe muy monótono que un personaje que en teoría se dedica a la ópera sólo interprete un tema. El único momento en el cual podremos admirar la canción en todo su esplendor e interpretada vocalmente será durante la pantalla de créditos.
Una edición por menos de 25 picarats
Selecta Visión licenció la película y lanzó tres ediciones distintas. Dos de ellas son ediciones simples en formato DVD y Blu-ray respectivamente; mientras que la tercera es la Edición Coleccionista. Esta última incluye la película tanto en Blu-ray como DVD y también un DVD con unos cuantos extras como la visita a los estudios de animación, la creación de las secuencias 3D o el especial “El último enigma”. También se incluye un capítulo del primer número de El Profesor Layton y sus divertidos misterios, uno de los pocos mangas de la franquicia que ha salido de Japón, siendo licenciado y publicado en España por Norma Editorial en 4 tomos que con suerte, otro día os podré reseñar gustoso. Como detalle adicional, la edición presenta una carátula reversible con dos de las imágenes promocionales más conocidas de la película. Recientemente ha vuelto a estar disponible en la tienda web de la distribuidora, donde se puede adquirir por el precio de 24,99 €, así que corred, insensatos.
Un punto que me gustaría destacar es el detalle que tuvo Selecta Visión al mantener en las ediciones el doblaje que trajo originalmente Viz Media, que a su vez también es el que ya incluían los videojuegos. Lo que quiero decir es que a todos aquellos fans a los que les gustó el doblaje al castellano en los juegos no les ha de preocupar un cambio de voz en esta cinta, ya que todos suenan exactamente igual que siempre. La única pega que puedo poner es un error en el doblaje en una única escena al traducir erróneamente un nombre, que se trasladó también a los subtítulos. Desconozco si fue un error debido a que los nombres suenan parecido en japonés o una decisión voluntaria, pero no afecta para nada al disfrute de la película.
Jugad más juegos de puzles
El Profesor Layton y la Diva Eterna sin duda hará las delicias de los fanes de la saga, con un grado de detalle y fidelidad que muestran el cariño que le tiene Level-5 a su creación y con ello también el respeto a sus seguidores. Una idea como integrar puzles en una película puede parecer en primera instancia como algo terrible, pero el hecho es que lo logra con creces sin despeinarse, mezclando fabulosamente los enigmas con la trama.
Pero no quiero que esto se quede como un tributo a los seguidores. Me gustaría recomendar la película a cualquier persona que sienta curiosidad por el juego y le gusten las películas de animación, o simplemente para todo aquel ávido consumidor del género del misterio y los quebraderos de cabeza. A pesar de estar situada entre juegos y tener numerosos detalles para los que saben dónde buscar, tampoco es un mal punto de partida para aquellos que quieran empezar en la franquicia pero no se atrevan a hacerlo directamente con uno de sus juegos.
Lo mejor:
- El esfuerzo del equipo por ser fiel al universo, al juego y a sus seguidores, respetando la obra con todo el mimo posible.
- La consideración de mantener el doblaje ya existente.
- El diseño de los personajes.
- La implementación de los puzles en la historia está muy bien llevada.
Lo peor:
- Para la cantidad de desafíos que suelen presentar los videojuegos, el número de acertijos propuestos en la película es sorprendentemente bajo.
- La repetición constante de la Oda al Mar, a pesar de su importancia.
El profesor Layton y la Diva Eterna
Estudio: P.A.Works y OLM
Año: 2009
Tipo: Película animación
Duración: 97 minutos
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