Cuenta la leyenda que tiempo antes de que cierta bruja de Umbra apareciera en 2009 para robar nuestros corazones con sus curvas de escándalo y cuatro pistolas infernales, ya existía alguien que hizo temblar los cimientos de nuestra habitación a base de plomo y acero maldito. Las culturas antiguas le dieron un nombre que infundiría temor en sus enemigos: Dante.
Esa actitud socarrona, su obsesión por la pizza (sin aceitunas claro, porque el que es terrorista lo es para todo) y los helados de fresa, junto a su habilidad para cortar en pedazos al primero que se le cruce de la manera más molona posible sin despeinarse, lo convirtieron en un verdadero icono del género hack n’ slash de los 2000. Sí amigos, es hora de afrontar la realidad. Devil May Cry hizo su debut en 2001, hace casi 22 años.
Pero fue en septiembre de 2007 cuando se llevó a cabo la producción objeto de esta reseña. Devil May Cry: The Animated Series, es hasta el momento la única serie animada basada en la franquicia, que dada su popularidad a día de hoy ha alcanzado numerosos medios de comunicación. Está basada parcialmente en algunas de las novelas ligeras y mangas publicados de la saga, contando además con el asesoramiento de la mismísima CAPCOM y la participación de algunos miembros del equipo de desarrollo de los videojuegos, como el guionista Bingo Morihashi.
El hombre a quien el peor de los demonios teme
La historia de Devil May Cry: The Animated Series se sitúa en un punto intermedio entre los dos primeros videojuegos. Dante ha salvado al mundo de una posible extinción y ahora se muere del asco en su pequeña empresa de caza de demonios, habiendo regresado a su ritmo de vida habitual. Para variar, está hasta el cuello de deudas, así que tendrá que aceptar misiones de diversa índole para ganarse el pan.
El anime reúne dos líneas argumentales simultáneas, por decirlo de algún modo. Por un lado casi la totalidad de los episodios son autoconclusivos, generalmente mostrando cómo Dante acepta un encargo y lo cumple sin mayor dificultad. Pero tras bambalinas yace lo realmente interesante, un plan malvado ajeno a nuestro protagonista pero que el espectador puede ver gestarse desde el primer capítulo. Tampoco os voy a mentir, las intenciones del villano son las de siempre; pero este pequeño hilo que une sutilmente de fondo los diferentes episodios sirve como una pequeña píldora para que uno quiera pasar al siguiente, saber qué va a ocurrir y sobre todo, cómo lo afrontará Dante.
Con amigos así, ¿quien quiere enemigos?
Si bien el peso protagónico siempre recaerá sobre nuestro querido peliblanco, la saga de Devil May Cry no sería lo que es sin los personajes que lo acompañan en su travesía. A lo largo de la serie podremos ver tanto a personajes recurrentes de los videojuegos como nuevos.
Por un lado, el grupo clásico lo componen la dupla femenina de Trish y Lady. Ambas son conocidas de Dante por causas diferentes aunque no se conocen todavía entre ellas, lo cual queda plasmado en el capítulo en el cual interactúan por primera vez y desvelando así como fue que se conocieron, ya que en los videojuegos esto simplemente se da por hecho. Lady aparece en gran parte de los episodios como soporte para Dante, generalmente hablando sobre algún trabajo o rumor y utilizando sus deudas como método de coacción. Trish por otra parte tiene una cantidad considerablemente menor de escenas, lo cual es una verdadera lástima. Existe cierto grado de justificación en la trama, pero aún así personalmente me hubiera gustado verla más tiempo en acción. Por suerte podremos ver cómo ambas se desenvuelven en unos cuantos conflictos haciendo gala de sus distintas habilidades y aunque no resultan tan efectivas como Dante, demuestran de sobra que no se van a dejar eclipsar por el semidemonio.
En la otra orilla tenemos a los personajes introducidos por primera vez en la serie: J.D.Morrison y Patty Lowell. El primero es el enlace de Dante, sustituyendo al personaje de Enzo Ferino del primer videojuego, y se encarga de pasar al protagonista la mayoría de los encargos. Patty es una jovencita de tan solo 8 años que se ve involucrada en asuntos sobrenaturales y es ayudada por el cazademonios. Sin embargo esto no es más que un vil engaño, ya que Patty tiene mucha más importancia de lo que los personajes y el propio espectador se pueda imaginar en un principio.
It’s showtime
Madhouse fue el estudio encargado de animar este proyecto, que a todas luces se ve fantásticamente. Se destaca el mimo puesto en el diseño de las armas, que son fieles copias de sus originales, así como algunos elementos de continuidad con Devil May Cry 1, como la gabardina que Dante lleva puesta durante el primer juego o la cicatriz que tiene Lady en la pierna resultado de los eventos de Devil May Cry 3, título posterior al primero en orden de lanzamiento pero anterior en la cronología oficial.
La animación se luce especialmente en las escenas de batalla, llenas de movimientos fulmíneos y cercenamientos. La gama de colores se destaca por utilizar generalmente tonalidades oscuras y en muchas ocasiones los escenarios evocan la noche, el misticismo y la lugubridad, casando a la perfección con la temática central del anime. Será en el resto de escenas donde puede darnos la impresión que la animación no está igual de pulida. Podría poner de ejemplo una en particular en la que el movimiento del cuerpo de Dante mientras baja una escalera resulta algo chirriante.
Para la actuación de voz, el estudio contó con los actores originales de los personajes en los videojuegos, ofreciendo al espectador toda la familiaridad posible. Ya no se trata solo de los diseños de su ropa o sus armas, sino que puedes cerrar los ojos y escucharás las mismas voces de siempre.
Marea roja
Sin duda alguna, cuando uno se dispone a ver un anime basado en Devil May Cry, lo primero que espera ver es una cantidad ingente de combates, demonios deformes y auténticos ríos de sangre. Lo cierto es que en este aspecto la serie lo da todo. Al tratarse de episodios independientes, ninguno se libra de su dosis de matanza y aquel que busque sangre quedará ampliamente satisfecho.
Sin embargo, también es aquí donde creo que la serie deja ver su talón de Aquiles. Al introducir en un capítulo de unos 20 minutos (descontando temas de apertura y cierre) una pequeña trama y la interacción diaria de los personajes, las escenas de acción pura se limitan a fragmentos que con algo de suerte llegarán al medio minuto. Cumplen su cometido con una intensidad magnífica y están bien repartidas a lo largo de la serie, pero aún así se sienten tremendamente cortas.
Al factor duración hay que sumarle también la facilidad con la que el protagonista resuelve la situación, que lo hace parecer un personaje absurdamente roto. Si bien es cierto que Dante es el personaje principal y probablemente el más poderoso de su saga, recordemos que la historia se sitúa temporalmente después del primer título. Lo que pretendo señalar es que no hace mucho necesitó la ayuda de Trish para derrotar definitivamente a Mundus, no lo hizo solo. En la serie sin embargo le basta en la mayoría de ocasiones un simple espadazo o una balazo en la cabeza para acabar en solitario con cualquier tipo de enemigo, incluso con el villano principal que sin entrar en spoilers, se supone que está a nivel de un rey demonio. El propio Dante comenta justo antes de alguno de los enfrentamientos que “ya iba siendo hora de un desafío a su altura”, pero nunca se llegará a mostrar algo que se pueda considerar realmente como tal. En resumidas cuentas, Dante es el Saitama que pasó por Turquía para un implante capilar.
Destapando sesos al ritmo del metal
Solo había una manera de adornar las escenas fuertes de este anime: canciones cañeras y guitarras que te destrocen el tímpano. Afortunadamente aquí se ofrece todo eso y más. El compositor Rungran (o compositora, ya que no se sabe nada de este artista) se encargó de la banda sonora original, arrancando fuerte con uno de los mejores y más acordes openings instrumentales que han llegado a oídos mortales. A eso hay que añadir el resto de pistas fundamentalmente de corte metalero y casi en su totalidad carentes de letra, que lograrán que a cualquiera le den ganas de salir a cortar árboles desnudo en la tundra. También se destaca el uso de la guitarra española en algunos arreglos, que recuerda en ciertos puntos a otras bandas sonoras tan icónicas como la de Bleach.
Para el resto de escenas que presentan un menor grado de acción directa la música se dirige, con algunas excepciones, hacia melodías enfocadas a la intriga y dominadas por sintetizadores, órganos y una orquesta de instrumentos de cuerda frotada.
Una edición demoníaca
Devil May Cry: The Animated Series se estrenó en España en 2008 y fue emitida con doblaje al castellano en los ahora desaparecidos Animax España y Buzz. La distribuidora Selecta Visión la licenció en su momento y puso en el mercado la serie en formato DVD jewelbox, dividida en 3 entregas de 4 episodios cada una. Ahora, casi 15 años más tarde, nos llegan dos ediciones renovadas.
La primera de ellas supone el relanzamiento de la serie en formato DVD en un pack que incluye 3 discos a un precio de 29,99 €. Pero la elegida para esta reseña es la edición digipack blu-ray de 39,99 €, que contiene la serie al completo en 2 discos.
Entrando un poco en detalle, tanto la caja contenedora como el digipack están ilustrados con diversas imágenes conceptuales de los personajes que protagonizan la serie, todas ellas con una resolución excelente y en textura lisa. También se incluyen un juego de 3 postales exclusivas con más arte conceptual y un libreto de 28 páginas. En él encontraremos, además de los clásicos bocetos de personajes y armas, una extensa entrevista a miembros del equipo de producción del anime en la cual nos hablarán sobre sus impresiones y experiencias durante la etapa de desarrollo, así como los aspectos del videojuego que se tomaron en cuenta durante su concepción.
Como detalle adicional me gustaría elogiar el cerramiento empleado para la caja contenedora, para el cual en lugar de recurrir a la clásica solapa o dejarlo abierto, se ha diseñado una funda de plástico semitransparente en color rojo. La contraportada de la caja ha sido maquetada de tal modo que la funda no tape ninguno de sus textos y de hecho si prestamos atención veremos que la ilustración presente se corta abruptamente en la caja pero continúa en la funda, haciendo de ella no sólo un detalle estilístico sino también un complemento más.
Finiquitando que es gerundio
Devil May Cry: The Animated Series es sin duda una serie que mola y lo que es mejor, se mola a sí misma. Es divertida, carismática como sus personajes y rápida. Ofrece una buena cantidad de acción para sus 12 episodios y distribuye fantásticamente los tiempos y el protagonismo de los distintos personajes presentes, con la excepción ya mencionada de Trish.
Las escenas de combate son menos viscerales de lo que esperaba en un principio, aunque entiendo que se trata de una decisión de diseño que respeta la esencia original. Recordemos que la saga se caracteriza por ser exageradamente sangrienta pero no excesivamente gore.
Desafortunadamente, lo que yo creía que iba a ser su punto fuerte ha resultado ser lo más decepcionante. Y es que aún bien distribuidas, la cortísima duración de sus escenas de acción y la facilidad con la que el protagonista supera cualquier obstáculo como quien se prepara un bocadillo favorecen que la euforia que transmite la escena se disipe totalmente más rápido de lo que uno llega a disfrutarla.
Lo mejor:
- Cantidades ingentes de sangre.
- Un elenco de personajes tan bueno que no sabes con cual quedarte.
- Una banda sonora delirante y totalmente adecuada a la temática.
- El respeto que se manifiesta en el diseño de los personajes, tanto a nivel estético como interpretativo.
Lo peor:
- La desaparición casi absoluta de Trish en la serie.
- La escasez y efimeridad de sus escenas de acción.
- La absoluta falta de desafío para el personaje principal.
Devil May Cry
Estudio: Madhouse
Año: 2007
Tipo: Serie TV animación
Duración: 24 min.
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