El próximo 22 de junio es una fecha marcada a fuego para cualquier fan de un RPG. Ese día se pone a la venta Final Fantasy XVI, y a nadie le extraña que este sea uno de los videojuegos más esperados del año. Todo nuevo Final Fantasy es un acontecimiento ya que estamos ante una de las franquicias más queridas y famosas del mundo de los videojuegos. Jugadores de todo el mundo han vivido buena parte de su vida como aficionados a través de las sucesivas entregas de la saga, sobre todo desde la aparición de la séptima entrega allá por 1997. No son pocos también los que descubrieron entregas posteriores y decidieron indagar en las entregas previas.
En los últimos años, el avance de la tecnología ha influido notablemente en la serie con títulos como Final Fantasy XV o el “Remake” de Final Fantasy VII, al que se sumó el DLC Intergrade y más recientemente Crisis Core: Final Fantasy VII Reunion, que han revitalizado este capítulo tan emblemático de la serie (y seguirá haciéndolo). Además, las entregas aquí mencionadas están ambientadas en mundos de corte más moderno, actual y futurista. Esto cambia radicalmente con Final Fantasy XVI, en el que regresa la fantasía épica con tintes bastante oscuros.
Ya desde las primeras imágenes estaba claro que el primer Final Fantasy exclusivo de la presente generación de consolas tenía que ser una entrega apabullante que dejará con la boca abierta, un auténtico “vendeconsolas” con el que Square Enix se frote las manos. Después de haber disfrutado unas horas de esta nueva entrega parece que este va a ser el caso.
Hemos podido probar tres demos diferentes de Final Fantasy XVI: una centrada en el modo historia, otra basada en las misiones secundarias y una última dedicada a derrotar a un jefe final de fase.
La primera de ellas, centrada en el modo historia, cabe destacar que tiene bastantes cinemáticas, todas ellas alternadas con breves momentos de jugabilidad que prácticamente sirven de tutorial. Por tanto, aquí tenemos la doble función de introducirnos en la historia y de irnos familiarizando con los controles. El corte fantástico y medieval sirve de base para una historia que, sin entrar en detalles, parece tener un tema principal muy claro: la búsqueda de un ser querido. La demo cumple muy bien su función y presenta el esquema clásico de mostrarnos a un protagonista ya adulto, a continuación mostrar un punto de giro trágico o importante, para después, flashback mediante, enseñarnos parte de la infancia del protagonista y, ahora sí que sí, mostrarnos el desencadenante principal de la historia.
Final Fantasy XVI se toma con mucha calma el ir introduciéndonos en el mundo que presenta. Aquí se nos pueden ir fácilmente las primeras horas de juego, pero vaya primeras horas. Desde el segundo uno no queda ninguna duda de que estamos ante una salvajada tecnológica en todos los sentidos. El apartado visual es abrumador con todas las de la ley. Desde riscos a palacios pasando por ciénagas, no quiero ni pensar en todas las localizaciones que tiene preparadas esta entrega. Toda esa estética y jugabilidad que hemos visto en recientes entregas de la saga toma tal impulso que eleva la experiencia que ya es de por sí jugar a un Final Fantasy. Desprende épica por los cuatro costados.
Hablando de estética, debo reconocer que todavía a veces me rechinan un poco esos diseños de personajes humanos tan sumamente perfectos, como si fueran de porcelana. Lo mismo me sucede con los diseños sumamente recargados, pero una vez que se entra al trapo todos estos aspectos quedan reducidos a la nimiedad por la gran capacidad absorbente que tiene el juego.
La segunda demo se centra en las misiones secundarias, todo un clásico que siempre ayuda a darle (o debería) más empuje al universo en el que estamos sumergidos. Aquí no faltarán los encargos y retos de todo tipo, ya sea ir a eliminar a alguna bestia concreta, llevar un objeto o conseguirlo (espero que se repitan las carreras de chocobos). Tan solo esperamos que sean lo suficientemente variadas para poder sacarle el mayor partido posible al juego.
La tercera demo se centraba en luchar contra un jefe final y, desde luego, mostraba toda la epicidad y la oscuridad de esta clase de momentos. No es de extrañar que Final Fantasy XVI esté plagado de esta clase de encuentros.
Este título sigue manteniendo la nueva jugabilidad a la que nos ha acostumbrado la saga, lejos ya de aquel sistema clásico por turnos. Aquí encontramos dos tipos de jugabilidad: El primero de ellos es un Modo Historia pensado para jugadores más casuales y que quieren concentrarse en la trama lejos de andar sufriendo con el mando y pensando estrategias. Un sistema sencillo e intuitivo con botón de ataque simple, magia, esquiva (esta incluye un “chivato” que avisa cuando hay que pulsar el botón) y poco más. La verdad es que este modo para un jugador más experimentado supondrá un paseo, pero hay que reconocer que desde luego cumple con lo que predica.
El segundo modo ya es el modo “real” del juego, aquel que va a requerir una mayor pericia en el manejo de armas, objetos y habilidades, y donde estas ayudas ya mencionadas desaparecerán dejándonos a nuestra merced, pero ahí es donde entra el reto, y otra forma de disfrutar del juego. En general el modo de combate es muy similar al que ya vimos en Final Fantasy XV y Final Fantasy VII Remake. Un sistema de combate muy divertido y dinámico.
Otro aspecto muy digno de destacar es que durante el juego no solo manejaremos al protagonista, y es que si en Final Fantasy VII Remake pudimos subirnos a una moto futurista en esta entrega, en determinados momentos, pasaremos del sillín y las ruedas a ser una especie de dragón espectacular. Estas fases, al menos en la demo, son de disparo (al igual que en la moto) y aunque la interactividad se reduce a apuntar y disparar (el movimiento está secuenciado y automatizado) no deja de ser otro despliegue de espectacularidad y apoteosis.
Visto lo visto Final Fantasy XVI tiene muchas papeletas para ser uno de los juegos del año y ser una de las entregas más recordadas de la saga.
Final Fantasy XVI
Genero/s: acción, rol
Plataforma/s: Playstation 5
Desarrollo: Square Enix
Produccion: Square Enix
Distribucion: Plaion
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