La semana pasada la emisión del episodio de Ataque a los titanes fue interrumpida para informar de un terremoto en la prefectura de Wakayama. Afortunadamente, todo quedó en un susto y la emisión del episodio 14 se retomó este domingo junto al episodio 15, que se emitió justo después para disfrute de los fans de la serie.
Por este motivo, Selecta Visión nos ofrece doble sesión de titanes y ya están ambas entregas disponibles en versión original con subtítulos en español a través de su página web. En Ramen para Dos, como cada semana, os traemos la review de ambos episodios, no sin antes recordaros que las siguientes líneas contendrán spoilers de la trama de los mismos.
El episodio 14 inicia donde acabó el anterior. Eren aparece para hablar con Armin y Mikasa, pero bajo sus condiciones, al mostrarles un corte en la mano. Armin le pregunta a Eren por la verdad de todo lo acontecido hasta ahora y si está siendo controlado por Zeke y Yelena, tal y como sospechan algunos miembros del ejército. Eren responde con una frase que le hemos escuchado en muchas ocasiones y que se ha convertido en todo aquello que es el personaje: él es libre. Todo lo que ha hecho es resultado de tomar sus propias decisiones, pero Mikasa no lo acepta porque el Eren que ella conoce (o que cree conocer) no habría puesto en riesgo la vida de personas inocentes ni la de sus amigos.
Mientras Eren afirma ser libre, acusa a Mikasa y a Armin de lo contrario. A este último le echa en cara estar siendo controlado por las memorias de Bertholdt, lo que le lleva a hacer visitas constantes a Annie. Por su parte, Mikasa se lleva la peor parte porque Eren parece desquitarse con ella. Según desvela Eren, el clan Ackerman fue modificado durante generaciones para proteger al rey de Eldia y ese instinto de los Ackerman, ese despertar del que ya se nos habló en la temporada 3 parte 1, es el producto de ello. Los dolores de cabeza que sufre Mikasa y que hemos visto a lo largo de todo Ataque a los titanes se producen por el conflicto entre la verdadera personalidad y el condicionamiento preexistente de proteger a su señor.
Eren dice unas palabras que calan muy hondo en Mikasa. Él siempre la ha odiado porque la considera una esclava. Esta afirmación enfurece a Armin, quien inicia una pelea con Eren en la que el rubio no sale bien parado. Eren se muestra altivo por haber ganado la batalla física entre ambos, pero, si por algo se ha caracterizado Armin siempre, es por su don de la palabra. Ataca a Eren donde sabe que le va a doler. Y creo que Armin tiene razón. Puede que Eren presuma de ser libre, pero parece ser el más esclavo de todos ellos.
Quiero creer que Eren es lo suficientemente consciente de la hipocresía de sus palabras al acusar a Armin de ser un esclavo mientras él se considera “libre”. Y uso la palabra entre comillas porque Eren parece de todo menos libre. Por eso nos asaltan las siguientes dudas: ¿Son esos sus verdaderos sentimientos? ¿O está siendo tan duro en un esfuerzo por romper el «vínculo», asqueado por la idea de haber esclavizado inadvertidamente a alguien a su voluntad? ¿Quizás ambas cosas?
En mi opinión, lo que Eren está intentando es distanciarse de sus amigos. Sus palabras fuerzan a Armin y a Mikasa a luchar contra él. Eren los está empujando deliberadamente a convertirse en su enemigo. El porqué, lamentablemente, por el momento lo desconocemos. Lo que sí sabemos es que todo ello nos conduce al origen de esta historia: Shiganshina.
A continuación la historia pivota a Levi, quien está dispuesto a que otra persona se coma a Zeke tras conocer la noticia del atentado en Sina, en el que Darius Zackly ha sido asesinado. Sin embargo, Zeke tiene otros planes. Aprovechando que los soldados que acompañan a Levi han disfrutado también del vino que contiene su fluido espinal, Zeke activa las transformaciones con un grito. De esta manera, aprovecha el caos generado para huir del bosque para encontrarse con Eren y deja a Levi en la comprometida y dolorosa situación de tener que enfrentarse varios titanes, sus subordinados, él solo.
Lo curioso de este momento es que el grito es sentido también por los altos mandos del ejército, que ya sabíamos por episodios anteriores que han bebido el vino, y por el propio Falco. Todos ellos describen la sensación como una corriente eléctrica. No obstante, a diferencia de los soldados del bosque, ninguno se transforma, por lo que podemos suponer que la sangre real de Zeke solo afecta a aquellos que se encuentran a una determinada distancia.
Lamentablemente para Zeke, si a Levi se le conoce por el sobrenombre del soldado más fuerte de la humanidad es por algo. Cuando Zeke está en su huida, Levi aparece para detenerlo, pues ya ha acabado con los titanes.
Por desgracia, y tal y como muchos se temían, es en este tipo de escenas cuando se echa en falta a gente como Arifumi Imai, que nos regaló en anteriores temporadas algunas de las mejores escenas de lucha de Ataque a los titanes. El estilo de Wit Studio no solo se apoyaba en la animación per se, sino que sabían jugar con los movimientos de cámara y los planos, dándole mucho dinamismo a las peleas. En cambio, el trabajo de MAPPA se queda en lo correcto y personalmente el CGI empleado para los movimientos del Titán Bestia me ha parecido flojo y que no terminaba de ajustarse al entorno. Todo ello le ha restado espectacularidad a la escena.
Asimismo, se han recuperado para estas secuencias dos temas de la banda sonora de Ataque a los titanes que me encantan: «Ape Titan» y «K21». Si bien de esta última se ha escogido la versión que cuenta con letra rapeada y que personalmente creo que no encaja del todo bien con lo que estamos viendo. Habría preferido la versión instrumental.
Volviendo a Zeke, éste es derrotado de nuevo por un Levi que no muestra ni un ápice de piedad con él. En este punto, me gustaría detenerme en Zeke para conectar el final del episodio 14 con el episodio 15, cuyo peso recae en el mayor de los Jaeger y que se ha convertido, personalmente, en uno de mis episodios favoritos de Ataque a los titanes. MAPPA ha juntado de manera muy acertada en un solo episodio todos los flashbacks de la infancia de Zeke, que en el manga están repartidos en distintos capítulos. De esta manera, podemos hacernos una idea mucho más clara de la clase de vida que ha llevado Zeke y cómo su infancia ha marcado su personalidad.
A simple vista Zeke es el cerebro perfecto: poderoso, carismático y, sobre todo, brillante. Parece estar siempre varios pasos por delante de los demás. Entonces, ¿cómo es posible que haya terminado en semejante aprieto? Porque hasta la más perfecta de las mentes tiene algún defecto. Y Zeke ha tenido que superar muchos obstáculos para convertirse en lo que nosotros conocemos.
El episodio 15 nos retrotrae de nuevo al pasado, a la infancia de Zeke. Ya conocíamos por las memorias de Grisha cómo éste quiso hacer de su hijo la salvación del imperio eldiano, imponiendo sobre él sus ideales, y cómo Zeke terminó delatando a sus padres ante las autoridades de Marley. En esta ocasión, vemos la historia a través de los ojos de Zeke, cómo fue sometido a la presión de un padre que no le veía como un hijo, sino como una herramienta para conseguir sus objetivos.
Zeke, de manera muy similar a Reiner, y a diferencia de lo que le decían sus padres, no era especial. De hecho, era el peor de su promoción. Vivía atrapado entre lo que sus abuelos le decían y aquello que le contaban sus progenitores. Es al conocer a Tom Ksaver cuando Zeke empieza a ver el mundo de otra manera y a formar un vínculo con el hombre, quien actúa con él como el padre que deseaba que fuera Grisha.
Ksaver, además de ser el usuario del Titán Bestia, es un investigador que desea conocer la verdad sobre el poder de los titanes y qué fue «aquello» con lo que Ymir entró en contacto para obtener el poder. A través de este personaje descubrimos cosas muy interesantes sobre los titanes, como que el Titán Fundador, usando su poder, pudo acabar con una enfermedad que afectó a su pueblo hace muchos años. Debido a este hecho, Ksaver elabora una teoría que marcará la línea de pensamiento de Zeke en el futuro: el Titán Fundador, como nexo de unión de todos los titanes y eldianos , tiene la habilidad de modificar el metabolismo de su raza. De esta manera, Zeke está convencido de que al entrar en contacto con el poder del Titán Fundador y haciendo uso de su sangre real podrá evitar que los eldianos sigan reproduciéndose, acabando así con la raza y por extensión con los titanes.
Pero volvamos a la infancia de Zeke. A pesar del terrible trato que recibe por parte de sus padres, cuando un día escucha por casualidad a unos soldados de Marley hablar de que están muy cerca de destapar los nombres de los Reavivadores de Eldia, Zeke les pide que paren. Esto enfurece a un Grisha que se siente constantemente decepcionado por su hijo y que no es consciente de que sus gritos y miradas de desprecio están generando un fuerte impacto en el niño. Sintiéndose más conectado a Tom Ksaver que a sus propios padres, Zeke le cuenta la verdad sobre sus progenitores. Éste le dice a Zeke que debe denunciarlos porque solo así podrá salvarse a sí mismo y a sus abuelos.
Todos estos acontecimientos en la vida de Zeke explicarían por qué parece incapaz de depositar su confianza en nadie y por qué la idea de la camaradería es una noción tonta y sentimental con poca base en la realidad. Los demás, ya sean enemigos, civiles o aliados, son primero herramientas y después seres humanos, con muy raras excepciones como Ksaver y Eren, cuya preocupación por él parece genuina, pues le vemos emocionarse al hablar con él en Liberio. Lo que me extraña es que Eren acceda a su plan de eutanasia. Si algo hemos escuchado siempre de Eren es que él ya es «especial por haber nacido en este mundo». El plan de Zeke defiende todo lo contrario: ojalá no haber nacido en este mundo cruel para no tener que sufrir.
En este sentido, Zeke le dice a Levi que nadie le puede entender. Han pasado unos 20 años desde que Grisha decidió convertir a Zeke en la «Esperanza de Eldia». Durante todo este tiempo, Zeke ha tenido que llevar una máscara, sin permitirse acercarse demasiado a nadie para mantener ocultas sus intenciones. Ha dedicado toda su vida a crear un futuro para Eldia, pero hasta ahora lo único que ha causado son innumerables muertes, dolor y sufrimiento. La única forma de hacer que todas esas vidas, incluida la suya, signifiquen algo sería completar con éxito su misión. Por eso creo que no confía en nadie y no deja nada al azar. Es frío, calculador y despiadado para garantizar la victoria. Todo para poder morir sabiendo que el trabajo de su vida y la traición a sus propios padres significaron algo.
Para Zeke, el tipo de confianza y lealtad que Levi siente hacia sus compañeros es una debilidad. Por eso, cuando lo utiliza en su contra y transforma a los soldados en titanes, asume naturalmente que es su as en la manga, la grieta en la armadura de Levi. Cree que Levi nunca podría matarlos y, por desgracia para él, está muy equivocado. Cada compañero que pierde Levi le da el impulso que necesita para pelear. Porque la determinación que ellos dejan atrás es lo que le da fuerzas. Y eso es algo que Zeke, siempre solo, siempre dispuesto a desechar a los demás por el bien de la causa, nunca podrá entender y por este motivo pierde esta batalla contra Levi.
Cuando Zeke despierta, Levi le ha atado una lanza rayo y, si hace un movimiento brusco, su cuerpo será destrozado por la explosión. Levi le confiesa cuáles son sus intenciones, entregarlo para que alguien lo devore. Desesperado por cumplir el objetivo, «La única salvación» como dice el título del episodio, y la promesa que le hizo a Ksaver, Zeke se mueve activando la lanza rayo. La explosión es brutal y vemos tanto su cuerpo como el de Levi salir por los aires.
Este cliffhanger habrá dejado a más de uno con la boca abierta, pero habrá que esperar a la semana que viene para saber cómo continúa. O no. Porque el próximo episodio será el último y quedan todavía muchísimos frentes abiertos. Está por ver si se hará el anuncio de una segunda parte de la temporada después de su emisión o durante la celebración de Anime Japan, que tendrá lugar el próximo fin de semana. En cualquier caso, en Ramen para Dos leeréis la noticia.
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